Oportuno. -C.R.O

Capitulo 29

-Te juro que lo único que quería es que no tuvieras peleas por mí, se lo que pasaría si te lo contaba Tomy.- Me tendió su mano y comencé a limpiar la herida.

-Te hubiera salvado de esto.- hizo una mueca de dolor cuando el alcohol tocó su herida. -De él te hubiera salvado.-

No pude evitar soltar una risa y él me miró extrañado. -Todavía no entiendes que si me salvaste tomy, llegaste justo a tiempo, quizás para ti no es suficiente pero mi amor te debo la vida.- Besé su mano herida.

-No es suficiente. Debí matarlo en aquella fiesta.- Su mirada reflejaba sinceridad. -Debí intuir que haría algo así, ese cabron nunca iba a cambiar.-

Empuje lejos de nosotros el botiquín cuando guarde todo dentro. -No voy a superar ningún puto trauma si no paras de mortificarte sabes. Tú no tienes la culpa de nada, yo no tengo la culpa de nada. El único culpable está muerto Tomás.- Resople. Odiaba verlo así.

Me estrujo entre sus brazos y paso sus rodillas por encima de mis piernas. Me tenía aprisionada y lejos de hacerme daño me hizo sonreír.

-Que cojones estás haciendo. Tomás campos nunca ha recibido ordenes de nadie, nunca nadie ha mandado en mi y mucho menos en mis sentimientos.- prosiguió ya que solo asentí. -Has tenido que venir tú a romper con todo eso, dependo de ti como un recién nacido de su madre , joder carlota, a los dieciséis años estaba enganchado a la cocaina y puedo decir de primera mano que tú efecto es más fuerte.-

Me giré rápidamente al escuchar sus palabras y pegué mis labios a los suyos. -Dime que estás enamorado de mi. Dímelo.- di varios besos por toda su cara.

-Te amo tanto que quema Carlota.- Lo dijo serio para terminar acariciando mi mejilla y sonreírme. -Necesito saber que tú me amas a mi también.- dejó un piquito en mis labios.

-Te amo Tomás, nunca he querido y sé que te amo, siempre tú mi amor, siempre a ti.- Lo mire a los ojos y no pude evitar sonreír de emoción. -Míranos, estamos empezando a ser los mismo de siempre, a ser nosotros.- Lo besé. -A tu lado cualquier dolor desparece, no sé cómo lo haces pero lo consigues.-

Se levantó de golpe y me arrastró con él a la cama. -Si soy así es por ti, antes de conocerte era una mierda de persona, pero vi claro que teníamos que estar juntos y que para eso tenia que hacerlo bien, aunque a veces la cago.- agacho la mirada apenado. -Gracias por perdóname esas cosas.-

Acaricié su pelo, cerró sus ojos y relajó las facciones de su cara.

Amaba lo que éramos, una persona que había sufrido tanto en la vida como él merecía ser querido, de manera bonita, de la de verdad. Tampoco es que fuese difícil cogerle cariño, si te parabas un poco en conocerlo te dabas cuenta de que era todo fachada.

-Quiero que me hagas el amor, que borres cada huella de dolor de mi ser, sólo te pido paciencia, no sé cómo reaccionará mi cuerpo, quiero estar preparada.- acaricié su pecho y deje un beso en el murciélago que adornaba su piel. Cogió mis mejillas y dejó un beso en mis labios.

-Tengo todo el tiempo del mundo para ti mujer.- Metió la cabeza dentro del buzo que llevaba puesto y beso mi pechos causándome cosquillas. -Pero si por mí fuera te lo haría ahora mismo reina.- Repartió más besos por mis pechos. Sacó la cabeza y me causo ternura verlo sonriendo y despeinado. Cogí mi teléfono y le hice una foto.

-Para mi álbum preferido.-

Agarro mi teléfono y nos saco muchas fotos y algún que otro vídeo donde me besaba y me alagaba.

Así era el amor, nuestro amor, podíamos pasar por la cosa más dura jamás imaginada que nuestros ratos íntimos y reservados seguirían siendo igual, perfectos.

Nos metimos en la cama, entre las sábanas y entre besos y caricias nos quedamos profundamente dormidos. No voy a negar que pasé una noche horrible, alguna pesadilla aparecía en mi mente interrumpiendo mi sueño pero ahí estaba Tomás para calmar todos mis males como sólo él sabía.