Oportuno. -C.R.O

Capitulo 35

Nos encontrábamos todos en casa de Duki y Mya. Hacía una noche maravillosa lo que significaba que la velada sería en el jardín.
Todos los chicos se encontraban bebiendo cervezas mientras hablaban animadamente cerca de la barbacoa. El ambiente tenía un olor tan agradable; hierba ya que casi todos andábamos fumando y carne asada. Era nuestro ritual.

Con las chicas estábamos tiradas en el césped, también tomando cervezas.

-No sé a ustedes pero esto me recuerda tanto a cuando vivíamos en Neuquén.- Habló Mya. -Juntos disfrutando de una noche tranquila.-

-Entonces no, porque siempre andábamos en boliches.- reí ante la respuesta de Julieta. -Capaz un día llevamos a Sol para que sepa lo que es una buena joda.-

-Yo encantada mamitas, amo escabiar.- Sol nos regaló una hermosa sonrisa.

-Lo que es impresionante es que sigamos todos juntos, dicen que la fama te cambia y bueno...- Mya tomó un trago a su cerveza. -Yo nos veo igual a todos.-

Hicimos una especie de brindis con las latas de cerveza. Nos tomamos un par de fotos y subimos un par de historias a nuestros perfiles de instagram.

Había tanto comentarios maravilloso como horribles. Supongo que tener un novio famoso tenía esos inconvenientes. Siempre intentaba ignorar a la gente que resultaba ser hiriente.

Duki nos dijo que la cena estaría pronto y juntas preparamos la mesa con todo lo necesario. Esperábamos a que los chicos pusieran la cena en la mesa.

-Tas bien hermana?.- Homer me paso el porro que iba fumando y le dí un par de caladas.

-Estaba leyendo algunos comentarios de insta.- expulsé el humo. -Hay gente horrible.-

Homer me quitó el teléfono, abandonó la aplicación, bloqueo mi teléfono y me lo volvió a dar. -Que les den. Las wachas más facheras están en Neuquén y eso les jode.- rei ante su comentario.

Caminamos hasta la mesa y el se sentó al lado de Sol, yo me senté en un hueco que Tomás me había dejado a su lado. Besó mi mejilla y puso su mano sobre mi pierna.

-Estás muy seria. Voy a tener que llevarte de nuevo a la ducha.- habló cerca mío en un tono de voz bajo. Le dejé un beso corto en los labios.

-Toy bien amor. Pero si, igual luego necesito una ducha.- le sonreí

Cenamos en un ambiente maravilloso, los chicos contaban sus proyectos y nos preguntaban a las chicas por nuestros respectivos trabajos. Sol era modelo lo que le daba para contar mil y unas anécdotas sobre viajes y pasarelas. Mya en cambio estudiaba estilismo y lo ponía en práctica con los chicos, era todo un orgullo de hermana. Julieta se entendía más con los chicos ya que trataban el mismo ambiente todos los días.

-Carlota, quiero grabar un vídeo en Neuquén para mi nueva canción y he pensado en ti para el proceso de camarógrafos y esas cosas.- Homer me señaló con el tenedor. -Eres como mi hermana tienes que ser tú si o si.-

-Donde haya laburo ahí voy a estar, además me hace ilusión volver a casa, quiero ver a mi mamá y Mateo.- Una chispa de ilusión se iluminó en mi rostro.

-Y por supuesto yo te seré tu estilista, también quiero ir a Neuquén a visitarlos.- Homer asintió y Mya aplaudió con ilusión.

Volvería a casa unos días con dos de mis personas favoritas no podía haber nada mejor.

-Vendrás con nosotros?.- Miré a Tomás mientras le sonreía.

Mi rostro reflejó un poco de tristeza cuando él negó con la cabeza. -Tengo que grabar reina.- Acarició mi mejilla. -Pero te esperaré en casa.-

Salvo la vez en que cortamos por la pelea en aquella fiesta nunca había estado tantos días lejos de Tomás, estaba segura que sería algo difícil pero no podía ser egoísta e interrumpir su trabajo.

-Sólo son tres días.- suspiré. -Espero que sepan entretenerme cuando no trabajemos sino moriré de pena.- Pusé la mano en mi pecho en forma teatrera y todos rieron.

-Cuídamela H sino sos pollo.- Tomás rodeó mis hombros con su brazo y yo apoyé mi cabeza en su brazo.

El resto de la noche la pasamos en grande. Escabiamos y jugamos un par de juegos de mesa.
Cuando el alcohol empezó a notarse en nuestros cuerpos Duki sacó un karaoke y cantamos hasta dejarnos la voz, bailábamos cualquier cosa y reíamos ante cualquier cosa que se nos ocurría. No se me ocurría mejor cosa que pasar tiempo con estos locos siendo nosotros mismos, cuando salíamos por ahí la presión de las fans no nos dejaba disfrutar del todo lo que hacía que disfrutáramos más estos pequeños momentos.

Duki y Mya nos prestaron su casa para dormir a todos.

Me encontraba con Tomás en una habitación para invitados. Tirados en la cama solo tapados con las sábanas disfrutando del post sexo.

-A pesar de estar tres días sin ti estoy feliz de que tu trabajo progrese.- Bostezó. -Capaz algún día la música se te queda pequeña y sos directora de cine.- Me abrazó.

-Si trabajar contigo me da para vivir no quiero más.- Acaricié su espalda. -Vas a llegar lejos y cada vez tendré más trabajo contigo.-

Rozó su nariz con la mía y besó mi frente. -Mi wacha preciosa.- Nos besamos. -Prométeme que me vas a llamar todos los días, sé que H te va a cuidar como yo pero así me quedo más tranquilo.-

-No quieres conocer a la Carlota pesada. Te aburriré a llamadas y mensajes mientras no esté ocupada.- Arrugué la frente. -Espero que tú a mí igual.-

-No vas a notar que estaremos a kilómetros.- Se acurrucó mejor en la cama y me atrajo más a su cuerpo.

Prácticamente estábamos enredados entre nuestros cuerpos. Tener sexo con el era lo mejor pero el amor de después era maravilloso.
Últimamente estaba excesivamente cariñoso conmigo y más que preocuparme me enamoraba más.

-A veces me acuerdo de que el día que te conocí no tenía pensado darte bola.- Elevó su cabeza y me miró.

-Venga reina si te tenía loca.- Carcajeó. Que ruido tan maravilloso su risa.

-Cuidado se te cayo la seguridad al piso.- Reí. -En serio que si no llegas a darme bola tú primero ni caso.-

-El mejor chamuyo de mi vida entonces, posta, yo solo quería coger y me enamoré de vos.-

Dejé pequeños besos en su pecho y me dio ternura como se erizó su piel.

-No quiero separarme nunca de ti Tomy, si alguna vez no podemos ser más novios quiero una amistad contigo como la que tengo con H.- Me apretó más aún con sus brazos.

-Escúchame reina, si algún día te pierdo encontraré la forma de que vuelvas a mi, aunque no quieras verme más.- Besó mi cabeza. -Sabes que soy un cabezota y siempre consigo lo que quiero... imagínate si se trata de mi wacha.-

Un pensamiento idiota pasó por mi mente y tuve que soltarlo. -Si hacemos un wacho tendré excusa para verte todos los días.- reí mientras acariciaba sus dedos con mi mano.

-Tendrías un hijo conmigo?.- Me preguntó algo serio. Asentí con la cabeza. -Quiero dos, un wacho bardero como yo y una wacha loca como vos.- Su tono cambió a uno burlón.

Quité la sábana de ambos y me senté encima de él. -De aquí a unos años Tomy.- Posé sus manos en mis pechos y comenzó a masajearlos. -Esta noche enséñame sólo como me los harías.-

Y una vez más en el día de hoy volvimos a ser uno mientras se hacía de madrugada.