Capitulo 31

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Como cada día desde que aquello ocurrió Mya y Mauro venían a visitarme, claramente el resto del grupo también pero mi medio hermana no dejaba de estar pendiente de mi ni un solo momento.

-Mira traje todo esto, puedes coger lo que quieras pero prométeme que pronto iremos a comprar muchas más cosas.- Mya subió una maleta a mi cama y la abrió. Contenía muchos conjuntos y complementos. Suerte que Mya y yo teníamos el mismo gusto en la ropa.

Hacía casi un mes que no salía de casa, solo un par de veces Tomás y yo fuimos a casa de mamá y Mateo para pasar tiempo con ellos. A veces obligaba a Tomás a salir con los chicos, una cosa es que yo no quisiera o no pudiera salir pero tampoco podía tenerlo retenido en casa.

Le comenté a Mya que estaba preparada para salir más seguido, quería empezar por ir a cenar a un restaurante con Tomás, se lo merecía después de todo. Nos vinimos un poco arriba cuando Mya se puso pesada en que tendríamos que ir a la fiesta que había esta noche y después de muchas súplicas accedí.

-Mira yo creo que así podría estar bien.- Elegí un vestido negro por encima de la rodilla, era pegado al cuerpo por lo que resaltaba demasiado bien mi cintura. -Tenia ganas de ponerme vestidos no te voy a mentir pero tener las piernas amoratadas no ayudaba mucho.-

Mya sacó unas botas altas del mismo color que el vestido y las puso en el suelo cerca de la cama. -Vas a quedar re linda hermana. Te ayudaré a maquillarte y peinarte.-

Abrí el armario y lo miré durante unos segundos. Cogí una camisa blanca que Tomás tenía muerta de risa. Se la había puesto dos veces contadas y aprovechando que la temperatura fuera era buena iba a ponérmela para tapar el poco fresco que hacía.

-A que hora hiciste la reserva.?- Mya miró su teléfono. -Son sólo las cinco de la tarde podemos hacer tiempo con los chicos.-

La miré y sonreí. -A las diez.- Me senté a su lado. -Con Mauro todo bien.? Mamá me contó que hizo muchas migas con Mateo.- Se notaba la felicidad en su cara.

-Estamos estupendos. Me puse muy mal con lo que te pasó y estuvo aguantándose todas sabes. También él y Homer estuvieron mal por ti y por Tomás.- Acarició mi mano que estaba encima de mi rodilla. -Hemos creado una especie de familia, como esas películas de coches que el calvito está tremendo.-

No pude aguantar la risa y terminé contagiándole a ella más carcajadas. -Fast and Furious.-

Fuimos al salón con los chicos. Estaban ocupando todo el sofá mientras jugaban a la play y fumaban hierba. Abrí un poco la ventana ya que el humo era algo pesado.
Y así pasamos la tarde, jugando y fumando los cuatro, también merendamos y estuvimos hablando de muchas cosas; unas con sentido y otras no tanto debido a la hierba.

Mya me ayudo a acicalarme para la cena, Mauro y Tomás fueron a comprar escabio para la fiesta y habíamos quedado en vernos en el restaurante directamente. Según Mya era más bonito así.

                                          (...)
Entré al restaurante y lo vi, sentado en lo que sería nuestra mesa, estaba guapísimo, más elegante que de costumbre pero siempre con su esencia. Volteó y sus ojos conectaron con los míos, sin disimulo me miró de arriba abajo y sonrió, vino hacía mi y cogió mi mano.

-La mejor piba la tengo yo.- Cogió mis mejillas con ambas manos y nos besamos. -Mira como estas mi wacha hermosa.-

-Te has mirado al espejo?.- Sonreí ampliamente. -Creo que de los dos tú eres el guapo.-

Un camarero nos acompañó a la mesa. Pedimos vino; blanco para mi y tinto para Tomás juntos con una botella de agua. En cuestión de comida optamos por sushi, de todo tipo.

-No sabes lo que significa para mí estar aquí.- lo señalé con el dedo. -Y contigo.- Levantó su copa de vino hacia mi y levanté la mía para brindar.

-Es como que siento que ahora no quiero estar en casa, quiero estar por ahí toda la noche.- reí tiernamente ante su comentario. -Posta quiero que todos vean que mi guacha está bien, quiero que vean que lo hemos superado todo.-

Y es que era verdad, podríamos pasar por millones de situaciones, por mil momentos de mierda; que si estábamos juntos íbamos a poder con todo. Cada vez tenía más claro que Tomás era el hombre de mi vida.

-Carlota creo que estoy preparado para mostrarte algo, tú sabes que me apasiona la música y he escrito un par de temas.- Hablaba algo nervioso, quizás emocionado. No podía saberlo.

-Seguro que son estupendos, no dudo de lo bueno que eres en todo lo que haces.-

Se levantó de su sitio y vino al mío, se arrodilló a mi altura y beso mis labios. -Voy a triunfar en la música para sacarnos de todo esto. Te lo juro.- Lo besé. -Iremos a vivir a Buenos Aires, lejos de todo lo malo y seremos tú y yo forrados de plata.-

-Mientras seamos tú y yo cualquier vida me vale Tomy.- Acaricie su mejilla. -Viviría hasta en el infierno por ti.-

La cena fue fantástica y estaba emocionada por Tomás, ver a la persona que más quieres emocionado por un objetivo en la vida era maravilloso y yo iba a estar para el en las buenas y en las malas. Este camino y está vida eran nuestros.

Oportuno. -C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora