Capitulo 14

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No me acordaba de lo aburrido que me resultaba montar en avión, Troca iba sentado al lado de Julieta, Mauro con Mya, yo me senté con Franky y Justo delante teníamos a Tomás y H. El hueco que había entre asientos me permitía ver perfectamente a Tomás y no podía evitar mirarlo de vez en cuando, no quería hablarle pero si me podía permitir admirar semejante ricura.

No me acuerdo en que momento me dormí pero cuando me quise dar cuenta me estaban despertando para bajar del avión.

El hotel era fascinante, tenía de todo y habíamos tenido la suerte que todas las habitaciones tenían vistas a la playa, cada quien tenía habitación con su pareja, menos Tomás que dormiría con Franky y yo que dormiría con H. Si no fuese tan idiota tendría mi propia habitación con el, pero tuvo que cagarla.

-Te dejo elegir cama y armario, pero siempre me ducharé yo primero.- Habló H desde la terraza. Dejé mi mochila en la cama que más me gustó y salí donde estaba H. -Hablaste con el cenfe?.- Negué con la cabeza. -Intentó explicarme algo pero le corté el rostro y me fui a casa.- El me rodeo con sus brazos y miró hacia la preciosa playa que teníamos de fondo. -Dale dame algún consejo.- reí nerviosa. Su silencio me estaba desesperando. -Cuando hables con él te aconsejaré wacha, pero prométeme que vas a hablar, ambos lo necesitáis y sé que lo que tiene para decirte no son tonterías.- Junte mi puño con el suyo. -Lo haré, te lo prometo.-

Nos cambiamos de ropa, cogimos lo necesario y bajamos a la playa, allí estaban todos ya esperándonos. Algunos estaban metidos en el agua y otros tomaban cerveza sentados en las toallas.

-Los últimos pagan la cena de esta noche.- Mauro nos señaló y rió pasándonos una cerveza a cada uno. -Y no pienso elegir un restaurante barato cuñadita.- me abrazó por la espalda y yo solo le saqué la lengua.

Me tumbe en mi toalla a tomar un poco de sol, escuchaba a Tomás y H murmurar algo pero no lograba entender que era. Quería hablar con Tomás pero después de no dejarle hacerlo la otra noche no sabía si el ahora pasaría de mí, esperaría el momento oportuno, no quería vivir ningún tipo de escenita delante del grupo y fastidiar las vacaciones. Algo raro había, llevaba una especia de apósito en el hombro, como si estuviera tapando alguna especia de herida, también le preguntaría por eso cuando habláramos.

Me levanté, me arme un moñete en el pelo y me dirigí al agua, no aguantaba mucho el calor y necesitaba sentir la frescura del agua en mi piel. Miré de lejos al grupito de locos que tenía de amigos y sonreí, la vida había puesto en mi camino a gente maravillosa. Tomás se metió en el agua y poco a poco vino hacia mí.

-Si molesto puedo irme, pero prefiero quedarme.- ambos nos mirábamos y acabe sonriéndole. -Quédate.-

Ninguno decía nada, nos movíamos por los movimientos del agua y disfrutábamos de nuestra compañía. En un descuido una ola algo más grande me arrastró hacia Tomás y él como reflejo me cogió enrollando mis piernas en su cintura. -Perdón.- susurré nerviosa. -No te bajes, estar así es todo lo que necesitamos.-

Le dediqué una sonrisa y coloqué mis manos en su nuca, jugueteé con su pelo y paseaba mi mirada de la suya a sus labios repetidas veces.

-No quiero estar mal contigo y arruinarle a alguien las vacaciones Tomás, no sé lo merecen.- confesé. Él pasó sus manos de mis piernas y mi cintura y otra vez a mis piernas. -Y si te soy sincera, estoy deseando que lo que me cuentes me haga perdonarte, te echo de menos y quiero disfrutar de estas vacaciones contigo.-

El no dijo nada, apoyó su frente en la mía y poco a poco rozó sus labios con los míos, ni loca iba a parar el beso, quizás no estaba bien, pero sé que ambos lo necesitábamos, ejercí fuerza en su cuello y lo pegué más a mí intensificando el beso. La playa estaba plagada de gente, pero podía sentir que solo éramos él y yo.

-He hablado con H. Le he pedido que me cambie la habitación, dime que si y así hablamos, si todo sale mal volveré a mi habitación sin rechistar.-

-Sólo si duermes en mi cama, Crakero.- reí el ver su maravillosa sonrisa y nos volvimos a besar.

Estuvimos un buen rato disfrutando del mar, al salir los chicos canturreaban y silbaban por vernos llegar juntos y yo quería enterrarme en la arena, pase el resto de la tarde chismoseando con Mya y Julieta entre fotos, risas y cervezas mientras los chicos jugaban con una pelota y de vez en cuando se acercaban a molestar o a posar para la cámara.

Oportuno. -C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora