Capitulo 16.

544 27 2
                                    

NARRA TOMÁS

Me despierto a causa de unos ruidos procedentes del baño que hay en mi habitación, me siento sobre la cama y centro mi vista en el culo que tengo en frente.
Se está peinando y sólo lleva puesto un tanga y la camisa que usé anoche.
Se gira y me sonríe. Me importa una mierda si me ha pillado mirándola como si fuera un enfermo, así es como me tiene.

-Se te van a salir los ojos Tomy.- Dice sonriendo  mientras sube a la cama y de rodillas se pone cerca mía.

Muevo mi cuerpo hacia el de ella y apoyo mi cabeza en sus piernas abrazándola por la cintura.

-Estás como para no mirarte reina.- Dejó pequeños besos en sus piernas.

Voy sólo vestido con unos bóxers de color negro y mi erección no ayuda en absoluto. Anoche se vino a dormir a casa y por más que lo intenté sólo recibí un par de besos. Quiere ir despacio y yo con tal de tenerla cerca fingiré que no llevo prisa.

Bajamos a la cocina y preparé el desayuno para ambos; tenerla en la misma mesa mientras comemos entre risas era todo lo que necesitaba.

-Quiero comentarte una cosa nena.- La miro y continúo cuando me da su aprobación con la cabeza. -Tengo que ir a España a grabar un vídeo.-

Me da una pequeña sonrisa. -Lo estamos arreglando, tranquilo que te esperaré.- Sigue con su desayuno como si no le importase nada de lo que le acabo de decir.

-Quiero que vengas conmigo no que me esperes aquí.- Sonrío.

Deja su cuchara a un lado del plato y me mira. -Estás de broma Tomy.- Sonríe. -Que pinto yo ahí mientras tú trabajas.-

Me levanto y llevo ambos platos al fregadero. -Pues quiero que tú seas la que lo filme todo.-

Oigo como su silla se mueve y en menos de cinco segundos la tengo al lado mío. -Ya no trabajamos juntos.- Se cruza de brazos mientras me ve limpiar los platos.

-Pues te contrato de nuevo Carlota.- La miro y sonrío.

Se queda callada. Me seco las manos y la pego a mi. -Dime algo reina.-

-No te lo tomes a mal pero creo que ahora mismo lo que menos quiero es que me contrates para que en otro enfado de los tuyos me vuelvas a echar a la calle.- Suspira. -Digamos que hasta que yo no lo vea seguro no quiero nada de ti.-

Me tengo merecido que me diga algo así pero no puedo evitar que me duela. En mi cabeza ella me diría sin pensarlo que si la mar de contenta.
No pienso dejar que se cree una pelea ahora que todo empieza a ir mejor, mandaré a la mierda ese comentario y lo haremos a mi manera.

-No quieres nada de mi pero llevas mi ropa.- Dejo un beso sobre sus labios. Con la mano retiro su pelo y bajo su atascada respiración le muerdo levemente el lóbulo de la oreja. -Y estás en mi casa.-

Conociéndola se lo que viene ahora...

Me aparta y se quita la camisa haciéndola una bola y lanzándomela a la cara. -Aquí tienes tú estúpida camisa.- Dice con un tono de voz molesto. -Y tranquilo que ya me voy.-

Pasa por mi lado para ir hacia la habitación pero la agarro y la levanto.

-Suéltame Campos.- Grita y patalea para que la baje pero le hago caso omiso.

La dejo sentada sobre la mesa donde estábamos desayunando y me coloco en medio de sus piernas para que no pueda escapar.
La miro de arriba abajo, ahora que no lleva la camisa sólo el tanga se ajusta a su pequeño cuerpo. Su respiración está un tanto agitada y tengo que sujetarla por las muñecas para evitar llevarme un golpe.

-Eres bipolar Tomás campos.- Me dice mientras intenta liberarse de mi agarre.

-Sólo hablaremos a mi manera pequeña.- Le sonrío con malicia.

Como un loco me lanzo a sus pechos y dejo que la desesperación se adueñe de mi cuerpo mientras lamo y muerdo a mi antojo. Sus jadeos se hacen presentes y me felicito a mí mismo por dentro.

-Na..nada de sexo ya lo sabes.- Consigue decir mientras clava las uñas en mis hombros.

-Nada de sexo.- Confirmo mientras la tumbo en la mesa y me deshago de su ropa interior. -Sólo charlaremos.- Dejo su tanga sobre su abdomen.

Voy dejando besos sobre su boca, bajando por su cuello y todo su cuerpo hasta llegar a su zona íntima.

Le cuesta respirar y cuando rozó mi nariz por su zona suelta un pequeño gemido. Sé que ella desea esto tanto como yo y si en algo soy más bueno que en la música es en complacer a mi bardera.

-Este no era el trato Tomy.- Me dice con un tono de voz algo más ronco.

Aprieto sus muslos y comiendo a lamer donde sé que le encanta, está mojada y preparada para mi y eso me vuelve loco.

Sigo lamiendo y dando pequeños mordisco mientras ella agarra mi cabeza y estira de mi pelo a la vez que la cocina se llena de su dulce voz.

La conozco y sé que si sigo así tendrá un orgasmo; pero no será así por el momento. Dejo de hacer lo que estaba haciendo y la miro. Conecta sus ojos con los míos y sonrió.

-Todo esto y más podría hacerte cada día en España si vienes conmigo.- Paso mis dedos por su zona mientras le hablo.

-Tomy sigue..- Me suplica. Intenta atrapar mi cuello con su mano pero se lo impido alejándome lo justo para que no pueda hacerlo. -Tomy..-

Le sigo frotando ahí de manera juguetona. -Sólo si aceptas nena.-

-Aceptare lo que quieras pero sigue.- Dice segura de sí misma.

Vuelvo a acercar mi cabeza. -Repite conmigo.- Lamo un par de veces. -Trabajare contigo en España.- Vuelvo a lamer.

-Tra..traba... Tomy!.- Grita desesperada.

-No te oigo nena.- Sigo lamiendo.

-Iré y trabajaré contigo en España.- Habla de una manera rápida pero la he oído muy bien y eso me vale.

Con sus manos entierra mi cabeza y le introduzco tres dedos penetrándola una y otra vez a la vez que subo la intensidad de mis lamidas.

Gritos y gemidos con mi nombre salen disparados de su boca mientras el líquido caliente que empapa mi boca me hace saber que su esperado orgasmo la ha consumido por completo.

Espero hasta que deja de estar tensa y meto los dedos con sus fluidos en su boca mientras miro como ella chupa, su mirada es salvaje y por el amor que le tengo no me quito los bóxers y la hago mía olvidando esa mierda de qué quiere ir despacio.

-El nuevo Tomás Campos sólo negociará las cosas contigo de esta manera.- La beso.

-Conseguirás de mi lo que quieras.- Me devuelve el beso. -Estúpido chantajista.- Sonríe.

La ayudo a levantarse y miró como se pone la ropa interior.

-Prepara tus maletas porque en dos días nos vamos reina.- Le hablo pícaramente ganándome que me saque el dedo corazón mientras se pierde en mi habitación.

Oportuno. -C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora