Capitulo 36

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Abrazaba a Mamá mientras Mateo nos tomaba una foto. Verla sonreír así con tanta felicidad me mataba de amor.
Habíamos llegado a Neuquén hace unas escasas horas, hasta que no cayera la noche no comenzaríamos las grabaciones. Mya y yo la pasaríamos con mamá y Mateo mientras Homer veía a su familia.
La pareja radiaba felicidad de tenernos ahí, desde que habíamos llegado no paraban de contarnos anécdotas. Nos felicitaban por el cambio de vida que habíamos logrado y nos preguntaban por el laburo de los chicos en la música.

-Entonces cuéntenos que harán con Homer.- Mamá sirvió unos cafés para ellos y un té para mi acompañados de unas pastas que había hecho ella.

-Quiere grabar el vídeo de su nuevo tema en el barrio. Carlota se encargará del tema visual; fotos, planos, grabaciones...- Tomó un sorbo de su café. -Y yo de la parte estética; ropa, escenario...-

-Siempre has tenido buen gusto para todo lo referido a la estética cariño.- mamá felicito a Mya. -Me parece que lo harán genial, Homer no se arrepentirá de confiar en ustedes.-

-Podrían quedarse unos días más, unas minis vacaciones no le vienen mal a nadie.- Mateó sugirió mientras miraba con ternura a su hija. -la casa se nos hace enorme desde que no recibimos tantas visitas vuestras.-

Suspiré. -Por desgracia este trabajo lleva muchos procesos, luego allá en Buenos Aires me tocan horas y horas de editar grabaciones.- Le sonreí. -Pero estaría bien volver sólo para disfrutar de ustedes como antes.-

Tomamos una pequeña siesta antes de salir a caminar por el barrio los cuatro juntos. Pasar por la cafetería de Susana me trajo muchos recuerdos, unos buenos y otros no tanto. Llevaba cerrada desde que pasó aquello con Nacho. Capaz algún día alguien se animaría a reabrirla y podría volver a ser el lugar de encuentro de muchos jóvenes.

-Ni en Buenos Aires he probado milanesas tan piolas como las que Susana hacía ahí.- Hablé y Mya me abrazó con ternura.

-El día que eso pase le pediré a Mauro que me compre ese local.- Ambas reímos.

Realmente aquí todo seguía igual solo habíamos cambiado nosotros. Un grupo de pibes de unos 16 años nos pidieron unas fotos, no éramos famosas ni mucho menos pero ser las novias de tal te hacía parte de estas cosas.

Invitamos a Mamá y Mateo a cenar, ahora que teníamos más dinero nos tocaba consentirlos a ellos.
En el restaurante había parejas de enamorados, matrimonios con hijos... y aunque mi compañía era perfecta no podía parar de pensar que tener aquí a Tomás sería estupendo.

Durante el día hablamos sólo una vez, para decirle que habíamos llegado y que estaba todo bien, luego le mandé un par de mensajes y no obtuve respuesta. Optaría por pensar que estaba ocupado, seguro que él también me echaba de menos y estaba encerrado en el estudio plasmando ese sentimiento contra el papel.

Dejamos a nuestros padres en casa y fuimos donde Homer me había indicado, no quedaba muy lejos porque realmente aquí todo estaba cerca, aún así tuvimos que coger el coche de Mateo para no ir cargadas con todo lo que llevábamos.

Yo iba conduciendo mientras Mya hacía una videollamada con Mauro. Al menos a ella si le hacían caso.

-Viste a Tomás?.- Interrumpí su conversación de enamorados.

-Pasamos un par de horas de la tarde en el estudio, luego se fue y nada.- Giré la cabeza para mirar fijo el celular. -Fíjate en la calle boluda llevas a mi wacha en el coche.- Duko carcajeó. -Capaz está en vuestra casa llorando porque lleváis unas horas sin besaros.- Ahora reí yo.

-Y vos de seguro vas a montar una joda.- Lo reto Mya.

-Aquí todo es velorio reina.- Hablo serio el Duko.

Un nudo se montó en mi estómago cuando escuché esa palabra, ni la decía él ni era para mi.

Aparqué el coche, me despedí de Duko y comencé a bajar las cosas del coche mientras Mya se despedía de su chico.
En cuanto Homer me vio no dudo en ayudarme con todas las cosas.

-Mira hermana lo que hicimos.- Me guió hasta donde sería la grabación. -Todo esto pa una canción mia wacha.- Hablaba con orgullo.

Había buenos carros, mujeres guapas, escabio de buenas marcas y mil detalles más que pegaban mucho con Homer.

-Todo esto lo planeo Mya?.- H asintió con la cabeza. -Joder es buena.-

-La cabeza de Mya más tú magia con la cámara y me voy mundial.- Me levantó el mentón. -Hay algo que no te gusta? No te veo contenta.-

-Todo esto es genial pero no sé nada de Tomás y eso no me gusta.- Lo miré.

-Llámalo boba, aún no comenzamos a grabar.- Me consoló. -Yo estaré por ahí dando los últimos retoques com Mya, veni ahora.-

Me alejé un poco de todo el embrollo que habíamos montado y busqué su nombre en mis contactos.
Un tono, dos tonos, tres tonos... así hasta que saltó el buzón de voz y suspiré antes de colgar.
Abrí whatsapp y apreté el icono de audio.

<Solo quería saber cómo estabas, echo de menos hablar contigo y estar sin escuchar tu voz todo el día no ayuda. Llámame cuando puedas, te quiero.> Le envié en una nota de voz.

Mire su foto de perfil, una de ambos. Estábamos abrazados en la parte de atrás del coche de Lucho. Yo sacaba la lengua a la cámara y Tomás me miraba sonriendo como un bobo.

Si tan solo pudiese abrazarlo ahora. Que largos se me harían los días lejos de Buenos Aires y de mi amor.

Caminé hacía todo el equipo y H me miró. Entendí su mirada y negué con la cabeza resolviendo su duda de si había conseguido hablar con él o no. Me envolvió en sus brazos.

-Sabes como es Tomás, estará enfadado con el mundo por no tenerte cerca.- Me susurró.

-Lo voy a cagar a palos en cuanto lleguemos.- Sonreí con tristeza. -Después lo volveré a llamar aunque parezca muy intensa.-

Homer me presentó a todo el equipo, había muy buena honda y todos entendieron a la primera como se basaría el vídeo. Quizás grabar sería más sencillo de lo esperado y podríamos volver antes a casa.

Oportuno. -C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora