Capitulo 6

561 34 3
                                    

NARRA CARLOTA

Primer día trabajando para Tomás después de todo lo ocurrido; fantástico.
Un despacho cuya decoración parecía ser salida de una película de mafiosos y una casa en construcción formaban el set de grabación.

Paseaba con todo mi equipo de grabación por la zona para ver cada ángulo y posición antes de empezar a grabar, colocando cada cámara en su lugar correspondiente para que saliera tal y como lo habíamos planeado en la reunión.

Estaba bastante contenta por el resultado que estábamos obteniendo y aún así me mantenía algo frustrada el hecho de tener que trabajar bajo su atenta mirada. Porque si. Tomás había decidido venir al rodaje con su fabulosa novia y aunque no nos habíamos vuelto a ver desde que los pille en el estudio ambas sabíamos perfectamente quienes éramos.

Y ahí estaba ella. Vigilando cada paso de cada uno de los allí presentes como si fuese algún tipo de jefa suprema o algo por el estilo. Ridícula.

-Están terminando de maquillar a la chica y comenzamos.- Roberto paso un brazo por encima de mis hombros y sonrió. -Siempre me entran los nervios antes de grabar.-

Roberto era mi ayudante de cámaras. La pena para muchas de nosotras era que moría por el género masculino. Pero un rubio con su porte y sus ojos no pasaba desapercibido. Aún así era un magnífico amigo y compañero de trabajo.

-Creo que el día de hoy va a ser más difícil de lo que pensamos.- Apoye mi cabeza en el y suspiré.

Su risa me hizo mirarlo confundida.

-Por esa?.- Señaló a la tipa con la cabeza con su mejor cara de asco. Yo solo asentí aguantándome la risa por dicho gesto. -En mi universidad había chicas así a patadas. Mucho plástico y poco conocimiento.-

Creo que quizás Roberto mencionó algo más sobre su universidad pero mi mente viajó hacia otro lugar cuando Tomás pasó por enfrente nuestro.
Tenía el pelo peinado hacía atrás y lo hacía verse jodidamente sexy.
La chica que lo acompañaba también se veía como una diosa del sexo con esa chaqueta de cuero y esos tacones.

-Si fuera mi ex ahora mismo le perdonaría todo y me lo cogeria en el camerino.- Me susurró Roberto en el oído.

Eso si lo escuché muy bien. Le propiné un manotazo no muy fuerte en el pecho.

-Dale gil. Empecemos con esto.-

Una vez todos en sus puestos el cartel gigante que decía 'C.R.O - 6AM' se iluminó de verde y cada uno comenzó a hacer lo suyo.

Mi equipo tomaba reportaje de cada ángulo. Algunos centrados en el escenario y otros andaban por los alrededores tomando constancia de todo para luego montar el behind the scenes.

Roberto y yo al ser los principales solo nos centrábamos en Tomás y la chica.

Cada uno sabía lo que tenía que hacer. Hacíamos paradas para cambio de outfit o para volver a maquillar e hidratar a los chicos ya que la luz de los focos proporcionaba mucho calor.

-Se te ve muy cómoda grabando como estoy con otra.- La voz de Tomás me saco de mis pensamientos.

Ni un descanso podía tomar una tranquila.

Lo miré y ahí estaba con la sonrisa de imbécil que ponía siempre que quería molestar a alguien.

Le devolví la sonrisa. Si algo teníamos en común es que ninguno de los dos iba a dar su brazo a ceder ante el otro.

-Recuerdas que ya te vi comerte a otra?.- Me acerque más a él y le coloqué bien la chaqueta que llevaba puesta. -Al menos se que esto solo es trabajo.-

Gire sobre mis talones y más deprisa que despacio me aleje de él huyendo de sus palabras.

-Cambio de planes.- Hable firme. Roberto me miró con duda a lo que yo solo le sonreí. -Vamos a hacer algunos cambios en el rodaje.-

No era como si yo mandase en cada videoclip que hacía pero sí que mi opinión se tomaba bastante en cuenta.
Le conté a Roberto lo que tenía en mente y su cara de malicia me avisaba de que estaba más que de acuerdo conmigo.

-Necesitamos que esto se sienta más real.- Roberto explicaba bajo la atenta mirada de Tomás y la modelo. -Como vas a estar hablándole a una piba así tan cerca.- Señaló a la chica. -Y no te la vas a comer.- Hizo una mueca rara con la boca en desaprobación.

La chica solo puso su mejor cara de coqueteo y dio su visto bueno. Claro que cualquier chica quería besarse con Tomás campos. Hasta yo quería con ese peinado y esa ropa que le quedaba tan bien.

-Y yo.- Sonreí. -Voy a grabarlo todo tan cómodamente.- Miré a Tomás que me puso su mejor cara de asco.

Él susodicho se acercó a mi más de lo que me gustaría y un aroma más que familiar casi me hace desmayarme.

-Este es tu juego Carlotita.- Me miro a los ojos. -Quieres provocarme una pelea con Mara porque sabes cómo es.- Negó con la cabeza. -O más bien quieres engañarte a ti misma haciéndote creer que te doy igual.- Se pasó la lengua por los labios.

-Menos charla y a trabajar.- Roberto nos separó cogiéndome del brazo y obligándome a caminar con el. -Amiga el ambiente se siente pesado con tanta hormona.- Rio.

Cada uno ocupó su lugar de trabajo y comenzamos con la grabación. Algo dentro de mí quería que no se besaran aunque la idea fuera mía. Que le jodan a su novia y a verlos discutir por unos celos estúpidos. La estúpida celosa ahora mismo era yo. Celosa de mi ex esto no tenia ningún tipo de sentido.

Y como habíamos hablado con la entrada del segundo estribillo la chica acortó la casi inexistente distancia que los separaba y devoró la boca de Tomás de una manera casi desesperante ante la atenta mirada de Mara y la mía.

Yo solo tenía ganas de vomitar mientras todo a mi alrededor seguía completamente igual. Mi profesionalidad no me dejó mandarlo todo a la mierda cómo bien quería hacer.

-Paramos cámaras.- Gritó Roberto una vez que la música dejó de sonar.

Aplausos y felicitaciones por el gran trabajo que habíamos hecho. Lo llamaré así por no decir que me felicitaban por auto cavar mi tumba sentimental.

Tomás se perdió en el set acompañado de su novia. Por la cara que la chica llevaba se que al menos algo había merecido la pena. Era obvio que estaba molesta y eso no me parecía tan mal.

Por otra parte ahora venía lo mejor y lo que más necesitaba. Cada vez que el equipo se juntaba a grabar luego hacíamos una reunión que acabaría en una fiesta. Bebería hasta olvidarme de aquella horrible escena y luego me iría a dormir las horas que fueran necesarias como hacía siempre que algo me aturdía la cabeza.

-Paso por ti a las once.- Sentenció Roberto antes de marcharse en su bonito Mercedes gris.

Y como alma que lleva el diablo me marché a casa a descansar un poco ya que cada noche era una aventura nueva y yo siempre salía dispuesta a darlo todo.

Oportuno. -C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora