KOL
Pasado
Llevo mi mano a uno de mis bolsillos tentando la caja de cigarrillos, quiero uno, pero se que a ella no le gustaría que lo haga y por ello desisto la idea.
- Mañana comenzare mi segundo año en la universidad - Hablo pegando mi espalda en la lápida de mamá como cuando era niño.
Sigue exactamente igual todo, a excepción de que ya no están los arbustos con las flores, solo dejaron los rosales por orden de Rebeca que no permitió que las quitarán.
- Extraño el pay de limón que hacías solo para mí.
Rebeca siempre lo hizo para mí, con el tiempo iba mejorando, pero nunca se acercó a como los hacía mamá.
- Aún me haces falta mamá - la nariz me comienza arder - No he olvidado tu voz y a veces escucho como cantas la canción de cuna.
Busque la canción y decidí aprender Russo solo para poder cantarla, nunca lo he hecho, pero lo hago en mi cabeza y con eso basta.
Miro los rosales que ahora están más grandes, rebasando la lápida tallada que está aún lado, bajo a ver las que están abajo y con los nudillos rozo una de las rosas.
Un viento me golpea en la cara haciendo el olor a flores llegar a mi nariz.
Mamá siempre olía a flores.
Me levanto tomando las flores que traía conmigo quedando de frente y llevo mis manos a los nombres de mi hermano y mi madre tallados en la lápida.
- Los amo mucho - Digo - Los amo mucho a los dos.
Me alejo para buscar la salida e ir a mi otro destino. Subo a la motocicleta dejando atrás el cementerio donde se encuentran ellos. Conduzco por unos diez minutos hasta llegar a dónde esta ella. Se que ahí está por cuando llegue a Havering fue lo primero que busque.
Bajo de la motocicleta y la dejo para después entrar, a diferencia del de mi madre, este tiene las lápidas recostadas en el piso y aún lado de ellas hay un florero de concreto. El pasto se mantiene verde.
Camino hasta llegar a la suya y me detengo cuando veo la inscripción en ella.
ISABELA COOPER DE JONES
AMADA ESPOSA, AMIGA Y MADRE
Me agacho para llegar a dónde está y dejo en el florero los girasoles que traía conmigo. Recuerdo que una vez me dijo Mikaela que a su madre le gustaban esas flores.
Vengo cada que puedo, no lo hago seguido, mejor dicho lo hago cada que los girasoles que dejo se secan y marchitan. Aguardo por unos minutos en el silencio del cementerio y saco el cigarrillo que fumo hasta que se termina.
Hay cosas que no puedo cambiar por más que quiera hacerlo.
La miro por última vez antes de levantarme, desecho el cigarrillo y me encamino a la salida, paso por uno de los árboles que hay y una punzada en el pecho me avasalla teniendo un deseo de querer regresar a dónde esta Isabela, pero lo ignoro llendo por mi motocicleta para regresar a la casa.
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Aparco la motocicleta en el estacionamiento de la universidad bajo las miradas de varias chicas y Hans estaciona su auto. Venía detrás de mí.- No entiendo por qué no vienes junto conmigo en el auto - Dice cuando sale de este.
- Me va mejor la motocicleta. - Le digo, pero no me hace caso mirando a las chicas que nos reparan a los dos.
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Todo lo que somos [En Proceso] #2 Bilogía Todo
RomanceLibro #2 de la bilogía todo "Muchas veces las personas que nos hacen realmente feliz son las que están más rotas" Mi padre esta dañado, mi madre estuvo rota y yo fui creado por una combinación de ambos. A pesar de todo logré no ser una versión de é...