MIKA
- ¡POR EL SANTÍSIMO PADRE SANTIAGO!
Por instinto e inmediatamente lo que hago es cubrirme los ojos con una de mis manos y con la otra cubro los de Kol.
He quedado traumada.
Todo el miedo que sentía de lo que había pasado con el perro que nos atacó es reemplazado por sorpresa y vergüenza, no puedo creer lo que está pasando, afortunadamente no ví nada más allá que cuerpos casi desnudos cubriendo esas partes íntimas.... Mi cara está roja, que pena e incómodo momento.
Creo que Kol y yo nos distinguimos por interrumpir los momentos, ya nos había pasado con Esther y Henry, y ahora con papá y con Rebeca.
Pasan los segundos estando en el mismo sitio, no vemos nada, pero escucho ruido y susurros.
- Dijiste que nadie vendría, Alex - Le reclama Rebeca.
- Yo no lo sabía.
- ¡Mi hijo y tú hija nos acaban de encontrar casi desnudos!
Escucho un golpe.
- ¡Por qué me golpeas en la nuca! - Siguen susurrando - Ya estoy viejo como para que tomes el papel de mi madre.
- ¡Es tu culpa!
- ¡Cómo iba saber que vendrían!
Continúan con la discusión entre los dos susurrando bajo, y yo aprovecho para hacer lo mismo con Kol, sin quitar mis manos.
- ¿Tu sabías sobre esto? - Le hablo demasiada bajo aún estando sobre su espalda.
- No, pero lo sospechaba.
- ¿Por qué no me lo dijiste? - Reclamo.
- Por qué no soy chismoso, Rubia.
Ignoro la respuesta y sigo.
- No puedo creer que los hayamos encontrado aquí en la sala - Recuerdo la escena traumática - Entiendo que papá no sabía que vendría, pero debió ir a un lugar más privado e íntimo.
Resopla.
- ¡Lo dice la pervertida que a cada rato me lleva a los caminos de la lujuria y la perversión en lugares públicos!
- ¡Yo no hago eso! - Dije, indignada.
Siendo sincera, creo que sí lo hago, recuerdo el vestidor, la biblioteca, el laboratorio de la universidad, la tienda del centro comercial, el auto y todos los lugares donde he sido una degenerada... Pero obviamente, nunca voy admitirlo.
- Voy a fingir que te creo, Mikaela.
Se ríe de mi y lo que quiero es empujarlo para que deje de molestarme, pero no puedo, por que eso sería descubrirme los ojos y no quiero ver más de lo que ya ví.
Deja de reírse y se aclara la garganta.
- ¿Ya terminaron? - Pregunta, refiriéndose a mi padre y a su madre.
Por unos segundos no dicen nada, hasta que se vuelve a escuchar un golpe como el de hace rato y al fin habla papá.
- Ya pueden descubrirse los ojos.
Lentamente quito mis manos encontrando a mi padre sobándose la nuca y a Rebeca a unos pasos de nosotros, vestidos y con el cabello un poco alborotado.
- No es lo que ustedes creen - Inicia papá con la voz temblorosa - Nosotros no...
- No creemos nada - Lo interrumpe Kol - Solo estaban hablando, accidentalmente cayeron al sofá y su ropa se resbaló como mantequilla.
- ¡KOL! - Lo reprende su madre.
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Todo lo que somos [En Proceso] #2 Bilogía Todo
RomanceLibro #2 de la bilogía todo "Muchas veces las personas que nos hacen realmente feliz son las que están más rotas" Mi padre esta dañado, mi madre estuvo rota y yo fui creado por una combinación de ambos. A pesar de todo logré no ser una versión de é...