Capítulo 42. Presente

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HENRY

Apresuro el paso detrás de los padres de Esther, mientras que el médico nos guía por el pasillo de cuidados intensivos, ella se encuentra en un cuarto aparte por su estado grave, y al verla a través del ventanal me hace pasar saliva, nos abren la puerta y es su madre la que se le va encima primero, su padre le toma la mano y yo me quedo en una esquina para darles su espacio.

De cerca los golpes que tiene atacan mi tórax, su cara está tan hinchada llena de moretones igual que sus brazos, la limpiaron para quitarle la sangre, pero eso no borra todo el daño y las heridas que tiene, sus pómulos tienen quemaduras por el frío que le causó el que la sumergieran en agua congelada, tiene el labio roto, su nariz está inflamada, su pie está vendado y la contusión que tiene en la cabeza ha hecho que se hinche. Alrededor tiene un montón de cables en la cabeza, le están suministrando oxígeno y en el brazo tiene la vía intravenosa que le suministra el anticonvulsivo, el verla así me hace mirar el techo y contener las ganas de querer llevármela a un lugar mejor donde su recuperación sea más pronto y mucho mejor.

- En media hora iniciaremos con la intervención quirúrgica por el traumatismo. - Nos avisa el médico en la puerta. - No se demoren tanto, por favor.

Se retira dejándonos solos y un nudo en mi garganta se forma al seguir detallándola, me la jodieron, me la golpearon y yo no estuve ahí para protegerla cómo se lo prometí.

- Mi amor. - Le habla su madre llorando, está inconsciente, pero a cada nada se mueve temblando.

Su padre le besa le mano y a pesar de ser un hombre el cual debería estar acostumbrado a estas cosas por su antiguo oficio, no esconde las lágrimas que deja caer.

- Vas a estar todo bien. - Sigue su madre dejándole un beso en la frente. - Vas a recuperarte y todo va a salir bien.

Erick le acaricia la cabeza para después dejar un beso en el sitio.

- Aquí estoy. - Le susurra. - Papá está aquí.

La llenan de caricias diciéndole que la aman y que estará bien, mientras que yo no puedo dejar de pensar en el diagnóstico que nos dio el médico, es algo que no me deja tranquilo, el solo pensar que puede sufrir una de las secuelas que nos dijeron me hace aún más querer llevarla a un lugar mejor.

- En el hospital Johns Hopkins en Baltimore ya la está esperando uno de los mejores traumatólogos. - Hablo. - Ya arreglé todo y el traslado será aéreo en...

Me callo cuando Erick se voltea furioso hacia mí.

- ¿En serio crees que voy a dejar que te lleves a mi hija? - Me enfrenta poniéndose de pie. - Vas a volver a prometer que la protegerás para después largarte.

Camina a mi sitio.

- Podrás tener todo el dinero que tienes Henry, pero ni con eso pudiste mantenerla a salvo dejando que se la llevarán. - Me empuja. - No soy un pelele como para que pases encima de mí queriéndote llevar a mi hija, la deje a tu cuidado y mira todo lo que pasó...

- Ella es mi...

- ¡Mi hija! - Me interrumpe cargado de rabia. - A la que secuestraron, torturaron y violaron... ¡Es mi hija la que está ahí!

La señala y bajo la cara, no por cobarde, sino por qué tiene razón, yo le jure que cuidaría a su hija y permití que pasará todo esto.

- ¡Es mi hija a la que destruyeron!

- ¡Erick basta! - Se levanta su esposa. - No es el momento ni el lugar para reclamos, nadie tiene la culpa y por favor quiero paz.

Se va de nuevo junto a Esther y Ana deja su mano en mi hombro.

Todo lo que somos [En Proceso] #2 Bilogía TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora