MIKA
Despierto, sintiendo los ojos hinchados de tanto llorar, es lo que he hecho estás casi dos semanas, aparte de ayudar a buscarla. No hay noticias, nadie nos dice nada, no la han visto o querido sacar de la ciudad, ni mucho menos han enviado algún mensaje de rescate, a excepción de la carta que encontré y el...
Me levanto de inmediato tomando mi móvil que se encuentra en el mueble de a lado de la cama, me voy a la aplicación pensando que lo que recibí en la madrugada solo fue producto de mi imaginación, pero la decepción llega cuando sigue ahí dejándome en claro que no lo soñé. Las ganas de llorar surgen y miro aún lado de la cama, Kol no está y lo agradezco, por qué no quiero que se dé cuenta de lo que planeo hacer.
Tengo que hacerlo por ella sin importar nada.
Me levanto de la cama para tomar una ducha rápida borrando los rastros del llanto con el agua que cae en mi cuerpo desnudo, tengo que hacer muchas cosas hoy y no puedo perder tiempo.
Salgo con un albornoz puesto, me seco el cabello frente al espejo y lo cepilló dejándolo suelto, tengo ojeras, aún siguen un poco hinchados mis ojos, no me molesto en cubrirlos con maquillaje, solo me pongo crema humectante en el rostro, los brazos y las piernas, me voy al closet y tomo los primeros jeans que encuentro, me los pongo después de ponerme la ropa interior, pienso en tomar una de mis camisetas, pero mejor decido ir por una de las sudaderas de Kol, es una bastante grande color crema, la llevo a mi nariz inundando con la loción masculina que se mantiene impregnada en la prenda, quiero dejar su aroma en mi alma, recordar cada momento a su lado y preservar el amor que siento por él.
No quiero hacer lo que me pidió, pero tengo que hacerlo para que la deje en paz y ella vuelva.
Me terminó de poner la sudadera, me pongo los zapatos blancos y tratando de poner una mejor cara salgo de mi habitación, me dirijo a la cocina encontrando a papá con una taza mientras mira un punto fijo en la barra.
Me recuerda cuando despertaba y lo primero que veía era a papá en la cocina tomando su café para irse al trabajo, pero antes ya me tenía listo el desayuno para llevarme a la universidad.
- Buenos días, papá. - Lo saludo captando su atención.
- Mi pequeña. - Me dice.
Llego hasta donde está y lo abrazo por detrás, tiene una espalda ancha, tiene un olor masculino, pego mi mejilla en su espalda mirando las pocas canas que tiene en el cabello negro.
- ¿Qué sucede Mika? - Pregunta tomando mis manos que rodean su cintura.
- Solo quiero abrazarte. - Beso su espalda. - Siento que hace mucho no te doy un abrazo.
No recuerdo nada de mamá, pero con papá es todo diferente, a él lo tengo muy presente en todos mis recuerdos.
- Tienes razón. - Se gira para que ahora lo abrace de frente. - A veces pienso que creciste muy rápido, quisiera que vuelvas a ser esa niña que no quería soltar mis brazos ni que la dejara sola.
Recuerdo muy bien ese tiempo, tenía nueve años, y no me gustaba estar sin mi papá, sentía como un vacío, ahora se que era por qué vi como mamá murió y el separarme de Kol también me afecto.
- ¿Era muy molesta? - Alargo la conversación para seguir escuchándolo.
- Demasiado.
- ¡Papa!
Se ríe.
- La verdad no. - Responde - De hecho, antes eras un poco diferente, eras más decidida, con ocho años ya estabas enamorada de un niño de diez. ¿Kol no te ha contado la vez que lo besaste?
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Todo lo que somos [En Proceso] #2 Bilogía Todo
RomanceLibro #2 de la bilogía todo "Muchas veces las personas que nos hacen realmente feliz son las que están más rotas" Mi padre esta dañado, mi madre estuvo rota y yo fui creado por una combinación de ambos. A pesar de todo logré no ser una versión de é...