Todo lo que somos [En Proceso] #2 Bilogía Todo

Capitulo 31. Presente.

ESTHER

- ¿Como fallecieron tus padres? - Le pregunto a Henry teniendo la espalda recostada en su pecho desnudo.

Espero y no piense que soy una chismosa, osea si lo soy, pero él no debe saberlo.

- A mi padre le gustaba mucho el tabaco, era un buen hombre y muy responsable, pero fumaba mucho - Explica, delineando la curva de mi seno. - Murió por cáncer de pulmón, y mi madre murió años después. - Su voz suena apagada. - Fueron buenos padres.

Estamos recostados en la cama, Henry está sin ropa y yo con las meras bragas puestas.

- ¿Los extrañas? - Pregunto, cuando giro un poco mi cabeza para verlo.

Sus ojos azules viajan a un retrato de ellos que tiene debajo de la base que sostiene el televisor. Es una fotografía donde aparece él junto a sus padres en alguna playa pasando las vacaciones.

- Aprendí a vivir sin ellos. - Se limita a responder.

Vuelvo la vista enfrente, los dos somos adultos, pero por más años que tengas el dolor de perder a alguien siempre estará presente.

Decido no seguir con el tema de sus padres y por ello empiezo hablar sobre los míos.

- Como ya lo sabes. - Inicio, con sus brazos debajo de las monturas de mis senos - Papá es un ex militar, ascendió hasta el puesto de General, le gustaba mucho su trabajo, es un hombre admirado en toda la milicia. A pesar de que su empleo era de alto riesgo mamá nunca le pidió que lo dejara, le dió su apoyo y aunque la mayoría del tiempo estaba ocupado siempre estuvo con nosotras, sus vacaciones las pasaba aquí con nosotras, mi cumpleaños y el de mamá, incluso venía cuando era el cumpleaños del tío Alex y el de Mika.

Sonrió al recordarlo.

- Mika es como mi hermana. - Continuo. - Su padre es el mejor amigo del mío, se conocieron en su juventud, y a Mika la conocí en el colegio, después me entere que nuestros padres se conocían, la pasábamos todo el tiempo juntas. - Sonrió. - somos una gran familia de cinco.

Cuando el tío Alex y Mika llegaron a nuestras vidas fue como tener esa familia mas grande, ellos necesitaban un apoyo después de haber perdido a Isabela.

- Papa estuvo en el ejército por más de 30 años. - Sigo contándole. - Conoció a mamá por qué ella era enfermera, aún lo es, pero no siguió con ello. Papá se retiró cuando cumplí 16 años, fue el mejor cumpleaños de la vida, mamá siempre me despierta con una pastel recién hecho, en esa ocasión ella no llevó el pastel, me lo llevo papá.

Lo miré de reojo para ver si no le aburro con lo que le cuento, y al girar me encuentro con ese azul profundo de sus ojos, con toda su atención hacia mí.

- Hablo mucho ¿Verdad? - Preguntó, siento que en ocasiones soy una cacatúa que no para de hablar, pero no me importa . - ¿Crees que parezco una Lora?

Niega.

- Me encanta escucharte. - La palma de su mano cubre mi pecho.

Sonrió y su mano libre me abraza de la cintura, deja su cara en la curvatura de mi cuello inhalando mi perfume, y besa debajo del lóbulo de mi oreja.

- Sabes... Me di cuenta que tú padre es un buen militar desde que me amenazó con arma en mano. - Comenta de la nada.

- ¡Que!