Todo lo que somos [En Proceso] #2 Bilogía Todo

Capítulo 46. Presente

N/A: Este capítulo será el último narrado por este personaje, con este se le dice adiós y se le despide del libro. (volverá a narrar en su epílogo y en los futuros extras)

Eres el amor de mi alma y no de mi vida, por qué el alma es eterna y la vida se acaba, y lo que yo siento por ti jamás morirá.

ESTHER

El ruido constantemente que escucho me molesta taladrando mis tímpanos y hace que mis párpados se abran dejando ver solamente oscuridad, no hay nada, no sé dónde estoy, no estoy en el hospital, y mucho menos en casa. De un segundo a otro mi corazón empieza acelerarse cuando siento sobre mí la mirada de alguien viniendo de no sé dónde, mi respiración se vuelve anormal, y mi sistema se inunda de miedo cuando en medio de todo reconozco al hombre de traje gris sentado en la esquina de la habitación mirándome fijamente.

- Elizabeth. - Susurra dándole luz a todo y reconozco el lugar de inmediato. - Dormiste demasiado.

Por instinto retrocedo arrastrándome por el piso cuando se levanta.

«No, no puedo seguir aquí»

- Aléjate. - Empiezo a llorar haciéndome un ovillo y abrazándome a mi misma. - No te acerques.

«No estoy aquí, nada es real, solo es una pesadilla»

- Vete... - Tapo mis oídos deseando que desaparezca.

Se acuclilla alzando su mano que toca mi mejilla y la va deslizando lentamente tocando el hueco en mi cuello, dejándola en ese lugar como si se debatiera en ahorcarme o no con mi miedo latente.

- ¡Papá! - Lo llamo para que venga por mí. - ¡Papá!

Cierro mis párpados cuando empieza acercar su boca a mis labios, ya no quiero estar aquí, no quiero que me lastimen ni me toquen, no quiero que me llame Elizabeth ni que me bese por qué es repugnante.

Me abrazo deseando despertar, pero no consigo nada por qué al volver a mirarlo de nuevo ya no tengo a Elijah enfrente sino a Sonia y al tipo asqueroso. Vuelvo a estar colgada con cadenas como si estuviera en una carnicería y fuera un cerdo al que van a sacrificar, no sé qué me dicen, solo escucho sus risas como en una película de terror, las manos del hombre tocan mi cuerpo y el ruido de la electricidad cuando la ponen contra mis costillas me hace morder la lengua, y llevar mis ojos atrás hasta volverlos blancos por la descarga que detiene mi...

- Mi amor. - Reacciono encontrándome con mamá que está llorando - Ya va a pasar.

Sigo en el hospital, no estoy encadenada, nadie está tocándome, y es mi padre el que me mantiene de medio lado.

- Calma, aquí está papá.

Mi cuerpo está entumecido, estoy llorando y sudando.

- Esther... - Mamá me llama.

- Solo tranquilízate. - Papá pasa su mano por mi cabeza. - Ya paso.

- Debo irme ahora. - Me safo de su agarre de forma brusca. - Él está aquí y me llevará de nuevo a la cabaña. - Intento ubicar la salida en medio de todo. - Me van a torturar y ese hombre me va a...

- Nada de eso va a pasar. - Papá me toma la cara para que lo mire. - Yo estoy aquí, ellos están muertos y nadie va a lastimarte.

Niego varias veces.

- Nos dijo que esto no se volvería a repetir. - Le reclama mamá al médico. - Nos dijo que las convulsiones ya no se presentarían.

- Son secuelas que con el tiempo irán desapareciendo. - La calma explicándole.