Capítulo 39. Presente

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Advertencia: Si usted es una persona sin poca estabilidad emocional le recomiendo no leer el siguiente capítulo, y dejo en claro que no me hago responsable si decide leerlo.

N/A: A todos mis lectoras les pido que se tomen este capítulo con calma, van a pasar cosas, y por favor no se me alteren, disfruten la lectura, lloren, griten, miéntenme la madre si quieren, pero recuerden que solo es un libro.

KOL

El estado de sueño se va cuando mi cabeza me grita «Despierta» Lo ignoro tratando de abrazar lo que debo tener a mi lado, pero no está, no siento su calor ni su pequeño cuerpo, y mi subconsciente me vuelve a gritar «Despierta»

Abro los párpados tentando la cama «Está vacía»

La habitación está a oscuras, me levanto y voy directo al baño a buscarla.

- Mikaela. - Tocó dos veces y no responde.

Algo me dice que esto no está bien, y por ello abro la puerta, no hay nadie.

Enciendo la luz, ella nunca hace esto, no se va sin despertarme, la noté rara cuando fui a recogerla, descartó la idea de que está abajo por qué en la casa solo están Flynn, Hans, Henry y Rebeca, tal vez esté con esta última. 

Antes de que salga para ir a buscarla mi vista capta su móvil en el mueble de a lado, no me va el invadir su privacidad, pero no sé que pasa que me hace tomarlo, el fondo de pantalla me sube el ego, es una foto mía. 

Me voy a las llamadas, no hay nada y reviso los mensajes encontrando lo que deseaba que fuera una alucinación, pero no lo es.

El calor se me sube a la cabeza, mi pecho recibe la punzada que siempre sentía cuando él llegaba y mama me decía que me fuera a mi habitación, mi cerebro quiere hacerme una jugarreta trayendo los recuerdos de mi infancia, los gritos, golpes, llantos, la sangre, y mis suplicas cuando pedía que ayudaran a mi madre. Dejo el móvil antes de que siga perdiendo el tiempo, voy hasta el closet y encuentro el arma que he guardado desde hace años, aprendí a disparar cuando fui mayor de edad y como lo dije una vez, ya no soy un niño y no dejaré que me vuelva a quitar lo que más amo como una vez lo hice.

Salgo encaminándome hacia las escaleras, voy a buscarlo así sea debajo de las piedras, no se cansa de joderme y debo cumplir lo que debí de hacer hace años.

- Kol. - Me llama Flynn cuando llegó abajo, está en la sala. - ¿A dónde vas? 

- A inscribirte al asilo para ancianos. - Espeto.

Se levanta molesto

- ¿A dónde vas con eso? - Pregunta cuando guardo el arma atrás.

Lo ignoro siguiendo mi camino.

- Kol. - Me llama de nuevo, pero está vez se me atraviesa en el camino.

- ¡Quítate! - Lo empujó.

- Entiende. - Se vuelve a interponer. - Esto es muy bueno, ahora que ella está con tu padre lo más seguro es que saldrá y podremos encontrar a mi hermano.

Doy un paso atrás entendiendo todo.

- Tú la viste cuando se fue. - Concluí. Está aquí y para salir de la casa Mikaela debió pasar por la sala. - La viste y no hiciste ni una mierda para detenerla.

Lo vuelvo a empujar preso de la ira.

- Volviste hacer lo de años pasados. - Le recuerdo. - Ver y no hacer nada como es tu costumbre.

Todo lo que somos [En Proceso] #2 Bilogía TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora