VII | Peligro en territorio ajeno

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Meave supo que más cosas no le agradaría cuando el chico Malfoy propuso un juego muggle que ella conocía muy bien llamado la botella.

—No te sientas presionada, no debes porque jugar— hablo a su lado Aerys y le sonrio.

—Yo si juego, quiero accion— hablo Victoria a su lado y ella tomo asiento en el circulo que comenzaban a hacer.

—¿Que dices tu chica muggle?— pregunto Golden a un lado de Victor.

—No la presiones Golden— soltó Victoria y miro a la Maeve— Podemos ir a recorrer el colegio, hay pasadizos secretos por todos lados.

Aquella idea le gustó a Meave así que asintió con la cabeza y siguió a Victoria y Aerys.

—Oh, la chica muggle es miedosa— exclamó Golden al verla alejarse— Eso no caracteriza a un Slytherin, deberías estar en Hufflepuff por tu cobardía.

Meave detuvo su andar y se quedo estática, Aerys la miro y alzó una ceja.

—¿Sabes? Yo regresaría ahora por lo que ha dicho de ti.

—¡Aerys!— regaño Victoria negando con la cabeza y miro a Maeve— No te sientas presionada, no debes hacerlo.

—Yo no seré la que sienta presion— le sonrió y dio media vuelta regresando al lugar

Observo que los jugadores comenzaban a hacer un círculo, se posiciono al lado de un chico que se había presentado ante ella como Luis Zabini Lovegood.

—¿Primera vez jugando esto?

—Es el mejor juego muggle, claro que no.

El joven le sonrio asintiendo con la cabeza, Victor la miro junto con Golden y sonrió hacia sus adentros pensando que ese sería un juego divertido. Scorpius Malfoy dejó una botella en el centro, de inmediato el juego comenzó y comenzaron las verdades y retos, las risas y reclamos entre los estudiantes comenzó, sobre todo cuando los jugadores no querían aceptar el reto.

La botella se detuvo y Maeve observo que iba a tener que decir una verdad o hacer un reto. Alzó sus ojos mirando a Golden con una sonrisa.

—¿Verdad o reto muggle?— le pregunto.

Maeve le sonrio.

—Verdad.

—Oh, que cobarde— resoplo Golden y la miro— Dime  Romanoff ¿Que se siente estar entre personas mucho más ricas que tu?

Maeve se quedó callada unos segundos, debía contestar de una buena manera y luego sonrio.

—Me siento bien, gracias. El dinero ni su trato me hace sentir menos que ustedes, solo me hace darme cuenta la poca educación que tienen.

Aerys y Victoria sonrieron ampliamente ante su respuesta, Golden le sonrio falsamente y Victor, quien había estado al margen ignorando el juego capto toda su atención con la respuesta de Maeve. Maeve sonrio orgullosa de sí misma.

La botella dio vueltas una vez más y en uno de los juegos, Golden decidió dejar de jugar al ser humillada por segunda vez por Arya Ryddle y abandono el lugar, antes de irse se acerco a Victor y lo beso, luego miro a Maeve de mala manera y se fue.

Poco a poco los estudiantes comenzaron a dejar a la sala lo que redujo la emoción del juego. Cuando Maeve sintió que era hora de retirarse, Victor hablo detrás de ella.

—Llegaba la parte más emocionante de nuestras fiestas y te retiras Romanoff?

Maeve se giro a verlo, este estaba sentando en una de las sillas y movía su varita entre sus manos, recordó que muy pronto ella también tendría una y lo miro.

—¿La parte más emocionante?— le pregunto— Esa parte ya pasó desde que tu novia decidió retirarse, sin ella para hacerme sentir mal no creo que sea necesario estar aquí.

—¿Y si ahora soy yo quien te hago sentir mal?— le pregunto mirandola—Vamos Maeve, aun queda el juego más divertido de todos y una serpiente no es cobarde.

—¡Maeve!— exclamó Victoria en el pasillo— ¿Ya vienes?

Maeve observo a su compañera y luego a Victor, sabía que lo ideal era irse a dormir pero la otra parte quería quedarse y como siempre, gano la que era incorrecta.

***

—El juego es fácil y sencillo, no existe una amenaza, se llama "El armario"— explicó James Potter a los que decidieron jugar— Una pareja hombre y mujer entra al armario por varios minutos y listo, ¿Que puede salir mal?— Potter miro a la chicas— Ustedes eligen sus parejas...

—No— lo corto Victor y James miro a su amigo— Nosotro elegimos esta vez y como una muestra de paz y aceptacion eligo a Maeve.

Maeve miro a Victor y este a ella, luego se pregunto si había sido lo correcto quedarse a jugar eso. Después de armar las parejas, una pareja entró al closet y duraron varios minutos dentro, poco a poco los estudiantes que habían jugado dejaron la sala, dejando al final a Victor y Maeve.

—Aun puedes irte— hablo Victor mirandola y con una sonrisa.

Maeve lo miro y rodó los ojos, entro al closet y se quedo espaldas, después escucho la puerta cerrarse y sonrió pensando que se habría ido, con esa sonrisa se dio media vuelta chocando con el pecho de Victor quien le sonrio.

—Es mas chico de lo que recuerdo— miro Victor a su alrededor las chamarras y bufandas guardadas— Sabes Romanoff, comenzamos muy mal y creo que...

Maeve lo miro esperando las palabras que creía que escucharía.

—Que deberías pedirme perdón por quedar en Slytherin.

Maeve parpadeo ante sus palabras y lo empujó un poco

—Eres una persona muy idiota ¿lo sabias?

Victor sonrió de lado y la miro.

—También soy irresistible.

Maeve soltó una risa sin gracia.

—Pobre iluso. Ya paso el minuto, apártate.

Victor le impidió el paso y ella lo miro.

—Muévete Ryddle.

—Creí que disfrutabas de mi compañía.

—Prefiero estar con perro que con alguien como tu.

Lo empujó un poco, una bufanda cayó sobre ambos y se enredaron en ella. Victor soltó una maldición y Maeve solo un grito cuando cayó de espaldas junto con el castaño encima de ella.

—Hola— le sonrió de lado el mago.

—Ay no, sueltame.

—Estamos enredados Maeve, aunque te muevas así abajo de mi no te vas a desatar...—se quedó callado e hizo una mueca— Merlin, eso sono tan mal.

Maeve soltó un suspiro y miro hacia el techo del closet, bajo sus ojos y maldijo en su mente.

La gloire à mes genouxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora