La gloire à mes genoux

XIV | Apuestas

El joven Ryddle llegó hasta la biblioteca y sonrió al ver al rubio detrás de un libro, a él le gustaba leer pero los Malfoy lo amaban.

—Te tengo una propuesta interesante para este año.

—Shh— muchos estudiantes lo callaron molestos al verlo.

Hyperon miro de reojo a sus compañeros y regreso su vista a Victor.

—¿Por qué presiento que es algo malo?— murmuró el rubio toman un libro muggle llamado "La espada de Cristal", por lo que había leído en la sinopsis trataba de Magia, mundo irreales y a él eso le encantaba leer.

—No es tan malo— le aseguro pero Malfoy no le creyó, el rubio miro de un lado a otro y luego le hizo una seña que lo siguiera, sea de que fueran a hablar debía ser en privado.

Hyperon y Victor se sentaron en una mesa apartada aún dentro de la biblioteca

—¿Que clase de propuesta es?

—Más que una propuesta es una apuesta— contesto el pelinegro— Veraz, desde que llegó esa muggle mi poderío ha bajado, no se queda callada con nada y siempre busca la manera de molestarme. Los muggle son un fastidio para el mundo mágico.

Hyperon lo miro con cara de pocos amigos.

—Corrección, desde que llego Maeve tu solo has buscado la manera de molestarla y te voy a pedir más respeto a los muggle, te recuerdo que mi madre es una de ellos y estoy muy orgulloso de ella, si vuelves a hablar mal de ellos nuestra amistad no terminará pero si tu preciado rostro.

Victor se regaño mentalmente, olvidaba que su mejor amigo y  primo no era sangre limpia, su madre, Hermione Granger era una muggle y su padre, Draco Malfoy, es una sangre pura por lo que ahora ellos eran mestizos.

—Lo siento— se disculpo el joven pelinegro mirándolo— Sabes que admiro a mi tía Hermione.

—No queiro tu admiración hacia mi madre, quiero que la respetes— contesto el rubio con frialdad, Victor asientio con la cabeza.

—Me perdono una vez más primo querido— contesto Victor haciendo un asentimtiem de cabeza.

Hyperon lo observo y le hizo una seña para que continuará.

—Esta es mi apuesta— continuo el pelinegro— Te apuesto a que puedo enamorar a esa tonta muggle en el ciclo escolar y al final dejarla en ridículo frente a toda la escuela.

Hyperon iba a volver a protestar sobre como había llamado a Maeve pero era más importante regañarlo por su tonto plan.

—Es una tonteria Victor— negó el rubio— No puedes hacerle eso.

El pelinegro rodó los ojos.

—Olvide que estoy hablando con una persona responsable y respetuosa como tu— hizo una mueca Ryddle mirandolo— ¿Que no te diviertes un poco?

—Si, pero no con las personas—negó con la cabeza el rubio— Eso es cruel.

Victor extrajo un libro muggle de su mochila que el rubio le había recomendado leer, busco entre sus páginas y señaló una línea.

—¿Que dice aquí?

—¿Que? ¿No sabes leer?— le pregunto Hyperon alzando una ceja.

Victor señaló la línea golpeándolo con su dedo, el rubio miro lo que señalaba.

—Cruel es bueno.

Victor cerró el libro con una sonrisa.

—Ves, si el libro lo dice no tiene nada de malo ser cruel.

Hyperon fruncio el ceño.

—¿Que? Victor, no. No puedes aplicar eso en la vida real— negó con la cabeza.

—Lo aplicaré porque tu me diste el libro y una cosa te digo— lo señalo— Te prohíbo que le avises a mi madre y  le comentes algo de esto o tendremos problemas

—¿Me prohibes y amenazas al mismo tiempo?— se cruzo de brazos el rubio— Sabes lo que odio que me hagan esto.

El chico pelinegro guardo el libro en su mochila y salieron de la biblioteca.

—Te apuesto que terminará gustandote— hablo el rubio a su lado.

—¿Que? Estas loco, ni de chiste una muggle insignificante como ella me gustaría.

—Quiero que entre eso en la apuesta, ya que me has metido sin yo querer mínimo tener mi lado ganador..

Victor soltó una risa.

—¿Ese es tu lado ganador? Merlin Malfoy, yo creí que ustedes buscaban mejor como ganar.

Hyperon le sonrio aún mas.

—Ganaré tu apuesta, tenlo por seguro o dejaré de llamarme Hyperon Malfoy Granger.

El rubio estiro su mano hacia su primo, Victor sonrió cerrando más dos apuestas.