LXIV| Promesas

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Tom Ryddle cumplió lo que había prometido, el pequeño bebé soltó un llanto y abrió sus ojos pequeños ojos color verdes. Maeve sonrio mirando al pequeño bebe que ponían en sus brazos y el joven a su lado sonrio ampliamente.

—¿Que es lo que me pedirás ahora?— pregunto Victor Ryddle sin dejar de ver a su hijo, Tom Ryddle sonrio y miro a su hijo.

—¿Me negarás ahora lo que te pida?

—No mataré a Harry Potter— negó Victor mirando a su padre.

Tom sonrio un poco y luego nego con la cabeza

—Harry Potter ya es mi pasado. He estado por años desperdiciando mi vida por culpa de Potter.

—Harry era un niño, no entiendo porque lo culpas...

—No ese Potter. James Potter—contesto  el hombre y Victor fruncio el ceño—Oh,¿jamás te conté que tuve algo que ver Lily Evans?— le murmuró.

Victor abrió su boca ante ello. ¿Su padre y la madre de Harry? Miro a Harry y luego regreso su vista a su padre.

—No quiero matar  a Potter—volvió oa hablar Tom— Pero si quiero permanecer en el mundo mágico, ser el jefe de nuestra familia y regresar a ser el líder de nuestras filas.

Victor negó con la cabeza mirando a su padre.

—Puedes quedarte en el mundo mágico ahora que has regresado de forma humana. Pero no tendrás lo que yo he logrado y protegeré al mundo mágico hasta de ti, te alejaras de mis hijos porque no quiero que convivan contigo, ya bastante tienen conviviendo con mi madre que esta loca.

—¿Y donde quieres que viva?

—En donde quieras, pero no cerca de nosotros.

Victor se alejo de su padre y Tom lo observo partir mientras ondeaba su capa negra.

Victor Ryddle de la Cour sonrio al ver a su padre acercarse, miro a su abuelo a lo lejos.

—Lo mantendré alejado de todos—hablo su padre y cargo a su nieto, miro los ojos negros de la niña y sonrió— ¿Como la llamaran?

Victor y Maeve intercambiaron una mirada.

—Druella—contesto Maeve mirando a la bebe.

Victor le sonrio a la chica y luego miro a su padre, el hombre alzó a la niña y sonrió.

—Druella Ryddle Carrow— hablo mirandola— Me agrada.

Tom observaba desde lejos la escena, por escasos segundo la bebe recién nacida lo miro y Tom sonrio un poco, quedarse en el mundo mágico no lo hacia porque quería, aquella bebe sería la destrucción del mundo mágico.

《Lo prometo, volveré a ser el gran Tom Ryddle》 pensó el hombre con una sonrisa.

La gloire à mes genouxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora