XXX| El salvador

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-Esta es una conducta que no voy a dejar pasar por alto- hablo el director mirando a ambas chicas- ¿Que clase de pelea es esa jalandose de los cabellos?

-Acepto que yo comencé pero ella sabe más de eso de jalar cabellos- Golden hablo-Solo mirela, es una muggle cualquiera y supongo que no ha sido su primer pelea- miró al profesor- Le advertí que no se metiera conmigo o con mi novio y fue lo primero que hizo.

Maeve soltó un suspiro y movió la cabeza de un lado a otro.

-Fui una apuesta Golden- contesto la castaña mirandola- Yo no quería nada con tu noviecito.

-Se nota mucho- regreso su mirada la chica a Maeve- En la obra de teatro debías besarlo no tragarlo enfrente de todos...

Las jóvenes comenzaron una discusión entre ellas en donde sus palabras se resolvían haciéndole imposible entender al pobre hombre, entre uno de sus reclamos escucho un "facil" "muggle" y el nombre de su hijo, con una mano golpeo la mesa de color caoba y ambas callaron.

-¿Toda esta pelea es por mi hijo?- pregunto el hombre, Golden y Maeve lo miraron- Niñas ¿Que les pasa? Es solo un hombre más...

-Un hombre que era mi novio y ella lo sabía- señalo Golden-Y donde creyó que podía tener alguien con el- soltó una risa- Una sangre sucia como tu jamás podría estar con alguien como el.

Maeve se quedó callada y apartó la mirada. Tres golpes en la puerta hizo que el director mirara y entrara Albus Dumbledore con una sonrisa, se acerco a ambas chicas y estiro su mano.

-¿Dulce de limón?-ofreció.

Golden apartó la mirada y Maeve tomó uno al ver el rostro amable del anciano, le sonrió un poco mientras comenzaba a destaparlo.

-Deja ir a estas pobres chicas, solo son adolescentes, tu hiciste peores cosas cuando llegaste aqui- señalo el director.

-¿Peores cosas que una pelea así?- pregunto Golden mirando a los dos directores- ¿Que podría ser?

-Dejar calvo al profesor Snape una semana- recordó Albus y les sonrio a las dos- Pueden retirarse.

Las dos chicas asintieron agradecidas y abandonaron la sala, Maeve fue la última en salir y cerró la puerta.

-Tienes que hacer un favor por mi en estas vacaciones - hablo Albus mirando a Victor y este lo observo con atencion- Tanto tu como yo sabemos que todos los amigos de tus hijos pasarán las fechas en la casa de los Weasley, les toca este año, quiero que Maeve y Golden vayan con ellos

-¿Que?- pregunto sin entender el plan- ¿Eso para que?

-Yaxley sabe que Maeve es su hija y tu sabes que podría decirle en cualquier momento, necesito que este secreto se quede guardado hasta nuestro regreso en Enero, yo me encargare de decirle todo a ambas.

-¿Que más da si se entera antes o después?- soltó Victor tomando un dulce del dulcero.

-Si se entera antes no podre seguir investigando sobre su posible magia negra en el mundo magico, Yaxley es una amenaza para todos y que Maeve lo descubra nos pone como sus enemigos. Solo imagínate los problemas tan grandes que existirán cuando se enteren que son hermanas.

Victor se quedo callado y Albus lo miro.

-Tomaré tu silencio como un "De acuerdo Albus, acepto tu plan de mandar a todos a la madriguera este años para protegerlos, te quiero".

***

Maeve movía sus piernas sentada en el borde la torre de Astronomía mientras observaba el sol ocultándose detrás de las colinas.

-Hola Maeve- hablo una voz detrás de ella.

La joven se dio media vuelta y sonrió al ver a la persona que estaba detrás de ella.

-Lamento todo lo que pasó el día de hoy, debe ser duro para ti- se sentó a su lado Simon Kill a su lado y la miro- ¿Estas bien?

Maeve miro a su amigo sintiendo las lágrimas en sus ojos.

-No-negó con la cabeza- No puedo creer que Victor me haya hecho esto, una apuesta para el- dijo en voz baja eso último sintiendo vergüenza y se quito la lagrimas- Se que no soy la más bonita pero no puede hacer eso con las personas, juega con ellas y luego las deshecha, como un objeto. Ustedes tiene la culpa de hacerlo creer que es más importantes que los demás. Es cierto, el tiene dinero y es nieto de Voldemort, eso lo hace temible, pero no mejor que nosotros.

Simon asintió con la cabeza ante las palabras de la joven.

-Es cierto- hablo mirandola- No debemos crecer a las personas- el joven abrió sus brazos y le sonrio-¿Quieres un abrazo?

Maeve negó con la cabeza pero luego lo acepto, sintió los brazos de Simon y cerró los ojos. Simon se había convertido para ella en su salvador.

La gloire à mes genouxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora