XII | Un tejon encantador

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—Trabajaran con un compañero que no sea de su casa, parejas de dos, rapido—ordeno Minerva.

—Como si fuera posible las parejas de tres— murmuró Lily Potter al lado de Maeve, la castaña sonrio ante su comentarios y miro como su compañera se enparejaba con Scorpius Malfoy.

Maeve se quedó un momento en el centro del salón, sabía que no querían hacer equipo con ella de eso no había duda, tomó asiento en un lugar y abrió el libro en la página correspondiente para hacer el resumen que Minerva había dejado.

Miro a su alrededor a su compañeros y comenzó el trabajo.

—No busques más, ya estoy aquí— hablo una voz y Maeve se sobresalto, era un joven de cabello castaño oscuro y le sonrio— Ya que rompi el hielo, me presento, Simon Kill.

Maeve extendido su mano y la tomó.

—Maeve Romanoff.

—Es una placer conocerte Maeve, vi que no tenias aún pareja para hacer el trabajo y me he atrevido a postularme, espero eso no te incomode.

Maeve sonrio ante la carisma y encanto del chico de la corbata amarilla con negra.

—Para nada, es un gusto para mi que alguien más me hable, soy la nueva del salón y me ven como alguien extraño.

El chico tomó lugar frente a ella.

—Claro que te ven como algo extraño, dime Maeve, ¿Cuantas personas lindas a parte de ti han conocido?— Meave se quedó el silencio sin saber que contestar— Exacto, de ahí el porqué te ven extraño.

Maeve sonrio con nerviosismo.

—¿Comenzamos el trabajo?

—Me parece buena idea. Si gustas yo puedo hacer la primer parte del resumen y tu la siguiente, acabaremos más rápido.

—Es una excelente idea Maeve.

Desde otra mesa, los ojos oscuros de Victor observaban a Maeve con el chico tejón, regreso la mirada al libro con la mandíbula apretada.

—Si sigues así te quedaras sin dientes— hablo James Potter mirandolo— ¿Que te molesta Ryddle?

—Nada, empecemos el trabajo.

James miro hacia la dirección en donde su amigo estaba observando y una sonrisa se coloco en sus labios y lo regreso a mirar.

—¿Ella te...?

—No digas tonterías James— lo interrumpio Victor callandolo— ¿Por qué me importaría lo que ella haga? Ella puede ser amigo hasta de una mandragora si quiere, no me interesa.

James soltó una risa y negó con la cabeza.

—Este año será más interesante de lo que creí.

Victor dejo de mirarlo y miro de reojo a Maeve quien reía al lado del tejón, una sonrisa se coloco en su rostro al tener una idea en mente.

  

La gloire à mes genouxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora