La gloire à mes genoux

XLVII | Es solo un recuerdo

Maeve observo la entrada de la mansión Ryddle, ella no quería asistir pero Golden la obligó diciéndole que no la dejaría sola con ellos.

-Te ves bien- le sonrió Golden mirandola y Maeve bajo un poco el rostro-No, no, no, nunca bajamos la mirada.

Maeve asintió con la cabeza

-Amas Carrow-hablo una voz y las dos jóvenes la miraron- El Lord los está esperando.

-¿Lord?- pregunto Golden sonriendo de lado- ¿Revivieron a Voldemort o que?

-No, el joven Victor Ryddle las está esperando- y señaló la sala.

Golden asintió con la cabeza y tomo la mano de Maeve.

-Ven, enfrentemos al pequeño monstruo.

Ambas hermanas se acercaron a la puerta abierta de par en par y luego se colocaron en el centro, las voces comenzaron a cesar y la mirada de todos se poso en ella, Maeve busco con la mirada a Victor y fruncio el ceño al no verlo.

-Bienvenidas- sonrió Victoria al verlas, las dos le sonrieron sin despejar los labios- No se queden ahí, por favor, pasen, estábamos a punto de comenzar la reunión

Victoria chasqueo los dedos y dos más aparecieron, una junto a Scopius Malfoy y otra en el otro extremo. Golden todo lugar al lado del rubio y Maeve se encaminó hasta el otro extremo, tomó asiento y se observaron unos a otros.

-Puedes comenzar- anunció Scarlett.

La silla de la cabecera fue movida hasta girarse, Maeve observo a Ryddle y este la miro, luego apartó la mirada.

-Bien, ¿Que tienen que decirnos?

Victor miro a cada uno de los integrantes de la mesa y al final miro hacia el frente sin mirar a nadie en específico.

-Es importante que todos sepan que buscaré una solución ante este problema de una manera que nadie salga perjudicado, mi deber es mantener con vida a todos y eso implica a la familia Carrow.

Victoria abrió mucho sus ojos ante lo último que dijo su hermano, abrió la boca para hablar pero luego la cerró, no era el momento indicado.

-Desafortunadamente no puedo protegerlos si no poseen la marca, lo pensé y es la manera más segura que yo puedo ofrecerles- miro a las hermanas Carrow- Mi padre ha negado otrogarselas y no voy a preguntar sus razones, sin embargo, puedo ofrecerles protección de otra manera.

-¿Te casaras con mi hermana y me convierto en tu cuñada oficial?- pregunto Golden y luego sonrio- Acepto.

Maeve miro a su hermana con ojos abiertos rogándole con la mirada que se callara, Victor sonrió un poco pero luego borro su sonrisa.

-No Golden- negó el pelinegro mirandola- Existe un hechizo similar a la protección de la marca, fue creado por mi madre cuando asistio a Beauxbatons, la academia de magia en Francia y se llama "la perfection du veela", consiste únicamente en tomar un recuerdo de tu vida y sellarlo con la persona de dicho recuerdo, tiene que ser un recuerdo mutuo para que sea eficiente.

Golden asintió con la cabeza entendiendo el hechizo.

-De acuerdo, ¿Quien pasa primero?

***

Maeve movía la pierna de un lado a otro mientras esperaba junto a los amigos y familiares de Victor, ya había pasado al menos media hora desde que su hermana había pedido pasar para ser la primera en obtener la protección y le agredecio infinitamente por ello.

La puerta se abrió y todos se giraron a ver.

-...no se ve tan mal-dijo Golden al lado de Victor- ¿Cuando tiempo dura la protección?

-Solo una semana, así que espero que tengan un plan para lograrlo antes de que la marca se borre.

Golden estiro su brazo, señaló con su uña la pequeña marca de protección que decía las iniciales de V.L.R.B y miro a su hermana.

-Te toca.

Victor ingreso a la sala y Maeve asintió con la cabeza, cerró la puertas tras entrar y miro al joven dándole la espalda.

-Toma asiento por favor- pidió Victor sin mirarla

Maeve acotó la orden y observo al joven acercarse a ella, este tomo su antebrazo izquierdo y paso un algodón sobre el, la joven espero el contacto visual y se decepciono al ver como se alejaba sin mirarla. La castaña miro hacia el techo oscuro y pudo jugar ver a Nagini enredada entre las lámparas.

Victor regreso hasta ella y coloco su varita en su antebrazo.

-¿Que recuerdo tomamos?

-¿Tiene que ser uno importante?

-Solo un recuerdo Maeve en el cual nos involucre a ambos.

Ambos se observaron y Maeve se encogió de hombros.

-De acuerdo ¿Por qué no el recuerdo del callejón Diagon en donde me viste besando a Simon? Te involucra-le sonrió fingiendo dulzura.

Victor apretó la mandíbula acordándose de aquel recuerdo y negó con la cabeza.

-Ese no sirve.

-¿Por qué no?-pregunto parpadeando.

-Porque debe ser un buen recuerdo entre tu y yo.

Maeve sonrio.

-Creí que te había agradado por lo que te habías quedo como exepectador- le contesto y se acercó a él con una sonrisa- ¿No te gustó?

-No Maeve, no me gusto que te hayas besado con el ¿Estas satisfecha con mi respuesta?- exclamó el chico dejando su varita sobre la mesa y dándole la espalda.

Maeve sonrio y se acercó a él, coloco sus manos sobre la espalda del joven y comenzó a recorrerlas hasta llegar a su brazo, con una sonrisa se coloco frente a él.

-Entonces, no recuerdo otro que nos involucre- hablo mirandolo.

-Esta el de la obra de teatro y cuando regresamos del callejón Diagon.

Maeve negó con la cabeza.

-Ese no sirve, estábamos actuando.

Victor alzó una ceja mirandola.

-Al menos yo no estaba actuando cuando te bese- se acerco a ella y le sonrio- Pero si quieres un nuevo recuerdo- paso un brazo sobre la cintura de Maeve pegandola a él- Lo podemos crear.

Maeve sonrio internamente y sintió como sus piernas se elevaban hasta quedar sobre la pequeña mesa, busco el rostro del chico y sonrió al sentir sus labios sobre los suyos, enredo su manos en su cabello para atraerlo hacia ella.

-¿¡Ya casi terminan?!- golpeo Victoria la puerta sobresaltando a ambos.

-¡No!- exclamó Maeve para sorpresa de Victor- Aun no se que clase de recuerdo puedo tener con tu hermano si solo hemos estado discutiendo por todo.

Victor sonrió de lado y volvió a besarla, las manos del joven se colocaron en las caderas de Maeve y ella lo jalo dejando que el estuviera entre sus piernas, sintió como su falda negra se levantaba y el la miro, sus ojos negros brillaban.

—No es lo correcto.

Maeve lo beso y le sonrio.

—¿Quien dice que es lo correcto o incorrecto?

El le sonrio y esa nochea ambos crearon algo más que un recuerdo.