LVII | Nunca hagas enojar a una serpiente

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La lluvia caía sobre Hogwarts cuando Maeve se detuvo en las puertas del gran comedor mirando hacia Victor quien estaba al lado de Nagini escribiendo algo, entró al lugar el joven alzó la vista al verla.

—¿No iras a dormir?

El chico dejo la lista de nombres que su padre había pedido y ella le sonrio.

—Estaba revisando una lista de nombres de estudiantes que molestaron a Fluffy.

—¿Fluffy?

—Un perro de tres cabezas que vive en el sotano— le contesto y ella alzó las cejas.

—No sabía que eso existía— se encogió de hombros— Bueno, hay muchas cosas que aún no se si existen.

Maeve se sentó a su lado.

—Deberías irte a dormir, debes descansar por el bebé.

Ella le sonrio.

—Solo tengo dos meses, además, un embarazo no es una enfermedad— negó con la cabeza sin dejar de sonreir, el le sonrio— ¿Que crees que sea?

—Espero que sea un niño o tendré que pagar una apuesta a Hyperon.

Maeve se cruzo de brazos.

—¿Apostaste a tu hijo?

—Cabe decir que es una apuesta inofensiva.

—Ajam— le contesto.

Unas risas hizo que ambos dejaran de verse, Victor miró a los chicos de Gryffindor que se adentraron al gran comedor, pudo ver la sonrisa divertida y burlona de Ernest Finnigan

—¿Como esta nuestro próximo papá?

Maeve estiro su mano tomando el brazo de Victor para detenerlo, le mando una mirada y luego nego con la cabeza.

—¿Que paso Ryddle?— pregunto otro Gryffindor mirandolo— ¿Ya estas estudiando como cambiar un pañal?

Victor solo lo observo y le sonrio.

—Estudio la manera más rápida de matar...— paso una página del libro y luego sonrio— Mi abuela me enseñó toda clase de meleficios ella creo uno llamado...— fingió pensar y luego sonrio— ... "descabezados"— los observo con una sonrisa siniestra— ¿Les gustaría jugar?

Los tres chicos de Gryffindor intercambiaron una mirada, dos de ellos abandonaron el lugar temerosos y Ernest Finnigan le sonrio.

—¿Te atreverías a cortarme la cabeza?

—¿Quieres que lo intentemos?— le pregunto el Victor con una sonrisa.

La sonría de Finnigan se borro ante la mirada de Victor, dio media vuelta corriendo con sus amigos.

—¡Por cierto, dile a James Potter que tienes quince puntos menos para su casa!

—¿Que? ¡¿Por qué 15?!— soltó uno de los Gryffindor.

—5 por cabeza— explicó y les sonrio — Tienen prohibido molestar a mi novia, esta embarazada y espera un hijo mio, si algo le pasa a mi novia o a mi hijo el avada kedravra no será nada comparado a lo que les haria— sonrio aún la ante la mirada de temor de los tres leones— Pasen la voz, ya que ustedes los leones les gusta el chisme.

Los tres chicos abandonaron el gran comedor y Victor volvió a tomar asiento.

—Pobres chicos, estaban más blancos que el fantasma de Gryffindor.

—Y estarán transparentes si se meten contigo o mi hijo— le sonrió mirandola, Maeve le sonrio— Por cierto, ¿Algún nombre en mente?

Victor se quedo pensando.

—Si es niño, que se llame Regulus—hablo recordando el nombre de su tío difunto.

Maeve asintió con la cabeza.

—Y si es niña que sea Druella— hablo y Victor la miro, el parpadeo varias veces— Investigue la familia Black cuando llegue a Hogwarts y leí cada uno de ellos, supe que eras de esa familia y quería saber más de ti.

El pelinegro le sonrio.

—Creí que me odiabas.

—Lo hacia y mírame ahora— se señalo— Estoy embarazada de ti y es tu culpa.

Victor la miro sorprendido.

—¿En que momento tocamos el tema de culpas por el embarazo? En caso tu te dejaste— estiro su brazo y tomó un sorbo de jugo de calabaza.

—Y tu metiste tu varita en mi cámara de los secretos así que es tu culpa.

Victor se atraganto con su bebida y tosió. Maeve soltó una risa y el la miro.

—¿Donde escuchaste esa frase?— le pregunto Victor con voz ronca debido a su ahogo.

—Lo escuche de Lily Potter cuando le reclamo algo a tu primo Scorpius. No entendí al momento pero Roxanne me explicó.

Victor le sonrio y se sentó a su lado, la chica se giro a verlo y paso su brazo sobre el cuello del chico.

—Si tu padre nos ves así, nos matara— le murmuró con una sonrisa.

—¿Que cosas malas podemos hacer? Ya te embarace— le contesto Victor con una sonrisa.


La gloire à mes genouxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora