XXIX | Una muggle facil de usar y desechar

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Golden jamás se habia sentido tan poderosa cuando llegaron al gran comedor, Maeve tomó asiento junto con sus amigos.

-¿Por qué venias con Golden?- pregunto Victoria al verla.

-Nos encontramos en el pasillo y me ha pedido disculpas, creo que fue genuina- sonrió.

Maeve miro a Victor y este a ella, ambos se sonrieron desde lejos. Golden se encaminó hacia el área de los profesores y los miro.

-Estuve preparando unas palabras de navideñas todos estos meses ¿Creen que pueda decirlas?

Albus Dumbledore le sonrío y asintió con la cabeza.

-Sera un honor escuchar tus palabras Golden.

La castaña agradecio y tomó una copa de vidrio, golpeo ligeramente tres veces y la atención de todos se coloco en ella, dio un paso hacia el frente mirando a todos sus compañeros y sonrió internamente al ver a Maeve mirandola con atencion.

-Gracias por su atención compañeros- alzó la voz la chica y sonrio- Estoy muy feliz de que nuestros profesores me hayan aceptado decir estas palabras, en este medio año han pasado muchas cosas que amo y lamento, una de ellas es lo que te hice Victor...- miró al chico quien fruncio el ceño, ella se tocó el pecho- Enserió, lo siento y me disculpo por eso. También agradezco por todas las cosas buenas que han sucedido, las risas con mis compañeras...- las amigas más cercanas de Golden movieron sus manos hacia la chica y ella sonrio- La calidad de nuestros compañeros y el conocer a nuevas personas...- coloco sus ojos en Maeve y le sonrio, la castaña le regreso la sonrisa desde su lugar- Pero lo que más lamento de todo esto es haber desperdiciado tres años de mi vida con un vil mentiroso.

Los estudiantes comenzaron a murmurar entre ellos.

-Una persona que yo creía genuina pero que descubrí que no lo es, que heredo los planes más malévolos de su abuelo. Agradezco al universo librarme de ti Victor Ryddle...- tanto profesores como estudiantes se giraron a verlo, el joven la miro sin entender que quería decir- Quien se atreve a apostar a la chica nueva de la clase solo para demostrar lo hombre que puede ser usando estas palabras...

Un frío recorrió la espalda de Victor, Hyperon lo miro con ojos muy abiertos y James Potter desde la mesa de Gryffindor miro al joven.

-Ella es una muggle fácil de usar y desechar- alzó su copa y sonrió aun más, luego se giro hacia Maeve- Esas son la palabras que el dijo que ti para apostarte...

Maeve parpadeo y sintió un nudo en su garganta, lentamente se giro hacia Victor quien estaba más pálido que ella.

-Maeve, yo no quería...- estiro su mano pero ella la retiro.

-¡Que tengan todos unas lindas vacaciones y que el amor entre Maeve y Victor sea eterno!- exclamó Golden alzando su copa.

Un silencio eterno e incómodo se instalo el gran comedor.

-Maeve, yo no...

-¿Por eso te acercaste a mi? ¿Soy una apuesta para ti?

-Maeve, por favor- pidió el joven mirandola- Puedo explicarte...

-¡Andele, explícale Victor, que todas la chicas para ti son un un juego y que mejor juego que con la nueva del salón!- exclamó Golden llegando hasta ellos dos, arrojó la copa de cristal al piso y se giro hacia la castaña- Pobre niña muggle ¿enserió creíste que el podía fijarse en ti?

Maeve dio un paso hacia atrás y se dirigió hacia la salida del gran comedor Aerys y Victoria se levantaron para seguirla, Golden sonrio al no querer terminar con su función, corrió detrás de ella jalandola del cabello y derribandola al piso.

-¡Te adverti que no te metieras con mi novio!

-Llévate a los estudiantes a sus salas comunes, ahora- ordeno el director, el caos se desató en la sala mientras ambas chicas rodaban en el piso.

-¡Pelea de gatas!- exclamó una chica de Slytherin haciendo reír a los estudiantes.

Las apuestas se abrieron señalando quien podría ganar entre ellas dos, Victor pasó entre los estudiantes dispuesto a detener la pelea cuando su padre lo detuvo.

-Vete a la dirección ahora- ordeno el hombre.

-Pero padre...

—Tu iniciaste esto, todo es culpa tuya, ahora quiero que desaparezca de mi vista ahora- alzó la voz el hombre sin dejar de ver a su hijo— Esto es lo más ruin que un hombre puede hacer y me decepciona saber que de todos los estudiantes tu, mi hijo, fue capaz de hacerlo— el hombre negó con la cabeza— Me decepcionas.

Las dos estudiantes seguían en el piso rodando, Maeve intentaba safarse de Golden pero esta no se lo permitió apretando su cabello con fuerza.

-¡Basta las dos!- exclamó el director interponiendose entre ambas, dos profesores tomaron a las dos separándolas.

-¡Eres una perra muggle!- le grito Golden enfurecida.

Maeve se removió intentando safarse del agarre de los profesores, Golden enfurecida se giro al director.

-¡Exigo que esta muggle abandone Hogwarts de una vez por todas o mi padre se enterara de esto!

-¡Hey, esa frase es nuestra!- exclamó entre los estudiantes Serpens Malfoy.

-No voy a recibir tus ordenes Golden, lleven a ambas a dirección ahora- luego se giro a su hijo- ¡Y tu! Te veo en prefectura.

Maeve observo a Victor mientras era llevada a dirección, llena de enojo, decepción y humillación, apartó su mirada del joven y ambas chicas desaparecieron dejando un chisme nuevo para los estudiantes en donde señalaban a un único culpable.


La gloire à mes genouxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora