LV | Entre dos familias

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—Tengo miedo de la reacción de nuestro padre—hablo Golden mientras observaba al hombre acercarse.

—No temas, yo soy la que debo temer, además, no creo que ataque al señor Ryddle.

—Eso es lo que temo, que lo ataque y el director lo mate—hablo y Maeve la miro de reojo.

La silueta de su padre se acercaba cada vez más a cada paso que daba, finalmente llego y alzó el mentón mirando al hombre Ryddle.

—Espero que sea de suma importancia como lo dice tu nota Ryddle— hablo Amycus.

—Lo es— asintió el hombre

El hombre alzó una ceja.

—Te recuerdo que ya no estoy en tus filas.

—Y yo te recuerdo que somos familia— le sonrió el hombre.

Amycus sonrio y luego nego con la cabeza.

—Que tu hijo y el mio tengan una relación no significa que seremos familia Victor, no te emociones.

Victor sonrió un poco pero decidió callar, miro a su hijo y este a él. El hijo de Victor tomó la mano de Maeve y la joven miro a su padre.

—Lo que tengo que decirte es difícil de aceptar, por favor, escuchame— hablo la castaña.

Amycus la observo fijamente, sus ojos pasaron entre sus dos hijas.

—Dilo Maeve, ¿Que esta pasando?

Golden se acerco a su hermana y tomó su mano, apretandola.

—Papa...— se quedó unos momentos en silencio y lo miro— Estoy embarazada.

Amycus parpadeo ante aquello, el hombre tardo en reaccionar y luego pregunto:

—¿De el?— señalo al hijo mayor de Victor Ryddle.

Maeve asintió con la cabeza, temerosa.

Amycus paso sus ojos de sus hijas y los Ryddle y con un movimiento rápido apunto la garganta del joven.

—¡Amycus! Razona ¿Que ganarás con matar a mi hijo?— pregunto el nuevo Lord del mundo magico— En vez de querer matarlo debemos pensar que haremos con esta situación.

—Yo se que haré con esa situación Lucifer— hablo Amycus, apartó la mirada del hijo de Victor y lo miro— Deshacer de raíz.

Maeve se movió con velocidad, jalo el brazo del joven y miro a su padre.

—No puedes matarlo.

—Claro que puedo hija, es fácil— hablo el hombre sin dejar de ver al menor— ¿Que pasa Maeve? Enserió piensas quedarte con el.

Maeve paso su vista de Victor a su padre.

—Es el padre de mi hijo— le contesto.

Amycus negó con la cabeza ante esa idea, un nieto suyo con el apellido de su enemigo. ¿Por qué le estaba pasando eso a él?

—Entonces elige Maeve— hablo el hombre y Maeve parpadeo rápido sin entender a su padre— Puedes quedarte con el, arruinar  tu vida y que mi nieto nazca en medio o...— miró a su hija— Puedes irte conmigo y tu hermana, nos deshacemos de este problema y evitas una guerra.

Maeve dio un paso hacia atrás.

—¿Deshacerte del problema?— pregunto y coloco unas de sus manos de forma inconsciente en su vientre— ¿Quieres que yo...?

—Si Maeve, sin hijo no hay problema.

—¿Como te atreves a pensar que mi hijo...?—pregunto Victor cuando una voz interrumpió todo.

La mirada de todos se poso en Fleur dela Cour quien descendió por las escaleras, se coloco al lado de Maeve y la abrazo.

—Todos ustedes son unos irresponsable e inmaduros— hablo la rubia sin dejar de abrazar a Maeve— Ella está asustada, estaba embarazada y lo que menos necesita es una discusión entre ustedes tres— miró su hijo y esposo de forma negativa y luego miro a Amycus— Maeve se quedará con nosotros durante su embarazo, puedes venir a verla cuando quieras solo y cuando te perdones de haberle sugerido perder a su hijo...— miró fijamente a Amycus— Tu nieto.

—Mi hija no...

—¡Es solo una niña Amycus! No tienes la capacidad para llevar a cabo este asunto—luego miro a su hijo y esposo— Ninguno de los tres y he dicho que se quedara aquí...—Fleur miro como el hombre apretó la boca formando una línea recta— Al menos que tengas una solución para este problema.

Amycus tenía la solución que sabía que no se implementaria.

—Las clases terminan en un mes y en vacaciones ella vendra con nosotros en donde tendrá al bebe.

—Tu no puedes disponer de...

—¡Yo puedo disponer de esto porque estoy hablando de la vida de Maeve y de mi nieto!— lo interrumpió Fleur— Esta decidido y no vamos hablar más del asunto— la rubia miro a Maeve— Vamos querida.

Maeve miro a su padre y hermana, Golden hablo:

—Maeve necesita de mi, me atrevo a invitarme a quedarme con los Ryddle— se alejo de su padre para colocarse al lado Maeve y miro a Fleur— Si no le molesta, claro.

—Para nada querida— negó Fleur sonriéndole, miro a Amycus— Ya sabes donde estaran tus hijas.

Amycus observo los ojos verdes de la rubia y se obligó a hacer una pequeña reverencia ante ella.

—Como ordene, mi Lady.

Fleur sonrio y miro a su esposo, con la mirada le dijo "Ves, así se solucionan las cosas"

Amycus miro a los dos hombres, los fulmino con la mirada y abandono el colegio.

La gloire à mes genouxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora