XXVII | Verdades inquietantantes

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La mano de Maeve se coloco en la  mano de Victor mientras caminaban por los cambiadores del teatro, el joven la tomó de la cintura alzandola y la chica enredo sus piernas en la cintura del mago, Maeve enredo sus manos en su cabello castaño mientras el chico dejaba caer su saco negro al piso.

—Victor— hablo una voz seria que sobresalto a la joven pareja, el hijo del director se giro a su padre y su rostro se torno de todos los colores al verlo.

—Papa...—hablo tartamudeando y Maeve bajo de la mesa arreglando su falda— ¿Que.. que haces aquí?

Victor miro a la chica y regreso su vista a su primogénito.

—Quiero hablar contigo a solas.

Maeve entendió aquel mensaje y con las mejillas enrojecidas paso al lado de quien era su director, con paso veloz abandono el pequeño teatro de la escuela, Victor miro a su padre esperando el regaño pero solo vio callado.

—Me da más miedo cuando no hablas— rompió el silencio en joven y su padre lo miro— ¿Que pasa?

Victor miro a su padre buscando las palabras necesarias para hablar, se cruzo de brazos impaciente.

—Si vienes a regañarme por lo que acabas de ver, lo lamento, no íbamos a llegar a donde crees, yo lo iba a detener...

—No vengo hablar de eso ni como te encontré con Maeve, y luego aqui en donde todos los ven, minimo en en el baño — negó el hombre y el joven callo— ¿Sabes que Maeve es una muggle verdad?

—Si padre y no voy a dejar de verme con ella porque es una muggle, yo no soy un sangre pura y puedo estar con quien yo quiera...

—No es una muggle— lo volvió a interrumpir su padre al adolescente, el joven parpadeo ante ello— Y me cae muy bien chica pero su familia no.

El menor alzó una ceja.

—¿Conoces a su padres? No sabia que habías ido al mundo muggle a...

—No Victor, no fui al mundo muggle, su padre biológico ha venido a verme y se que es el— hablo mirándolo, el menor se cayo esperando que hablara— Maeve no es una sangre impura y es mucho más pura que nosotros mismos— Victor fruncio el ceño— Su padre es Alecto Carrow.

Su hijo comenzó a reír.

—¿Te has fumando la piedra filosofal?

El hombre golpeo la mesa sobresaltando su hijo y haciéndolo callar.

—No Victor, el es su padre y mi relación de negocios con los Carrow no es la mejor, en primera han abandonado mis filas al decir que no tengo la capacidad de ser el nuevo señor tenebroso, en segundo terminaste con su hija y ahora te has metido con su hija menor que estaba perdida— se acerco a su hijo— ¿Entiendes lo que esta pasando o te lo explico con un avada kedavra?

Victor miro a su padre alterado y dejo su burla de lado, muy pocas veces lo veía así y aunque nunca lo admitiera en voz alta, le daba miedo cuando eso pasaba.

—¿Como sabes todo eso?

—Tras la caída de tu abuelo yo tome el mando, el siguia en nuestras filas, cuando llegaron los Oscurus y ustedes estaban recién nacidos yo oculte a su hija en una familia muggle— miro a su hijo— El estuvo agradecido conmigo durante años por eso, protegi a su hija del mal que habitaba en nuestro mundo pero ahora lo único que quiere es sacarme del poder, esta jugando para ser el nuevo ministro y si tu tía Hermione pierde las elecciones tendremos un gran problema.

Victor se dejó caer sobre la silla asimilando las palabras de su padre

—Significa que Maeve no es una impura y que es hermana de Golden— hablo en con voz pausada el joven, luego se paos una mano sobre su rostro— Merlin, me he metido con las dos hermanas.

Su padre lo miro y luego coloco la vista sobre la ventana.

La gloire à mes genouxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora