Capítulo 48

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Bryan se relamió los labios y empezó a hacer con el dedo índice circulitos en mi rodilla izquierda.

No me podía mover. No sabía que estaba sintiendo exactamente, pero me gustaba, creo.

-Max...- no despegó la vista de su dedo y mi pierna.

-¿Qué?- intenté que mi voz no temblara, no sé si lo logré.

-Marxwell quiere hacer muchas cosas contigo- siguió. No entendí realmente que me decía. Puso su vista en la mía y empezó a acariciar mi pierna con toda su mano. Terminó su helado y tiró el cono al piso para hacer lo mismo con la otra mano- Y una de ellas, créeme que es lastimarte- Muslo. Código naranja- Él está destruido, así que, le gusta destruir a los demás- Debajo del short: Código extremadamente rojo- Tengo miedo de que lo permitas.

-¿Te dijo algo la noche que fuiste a enfrentarlo?- le pregunté con un nudo en la garganta.

Si él iba a ignorar el hecho de que estaba a tan pocos centímetros de... tocarme de verdad, yo también.

-Que no me meta- contestó.

Mi helado ya estaba más que derretido, así que también lo tiré al piso.

Bryan no despegó los ojos de los míos.

Descrucé las piernas y él casi ni movió las manos. Me acerqué más a él y lo agarré de los hombros.

-Explícame que está pasando porque te juro que no lo entiendo- solté con honestidad.

En este momento podíamos estar en una situación "especial", pero eso no quitaba que fuera mi mejor amigo y que ya supiera lo incómoda que estaba con todo.

Él se rió como esperaba que haría y sacó las manos de mi cuerpo.

-Estamos jugando, Max- respondió. Pasó una pierna del otro lado de la barra para pararse- Todo es un juego.

Hice lo mismo que él y lo enfrenté.

-Odiaría que las cosas se pusieran raras por estar jugando- aclaré.

Me abrazó por el hombro y empezamos a caminar para salir.

Me besó la mejilla y sonreí.

-Las cosas se ponen raras cuando hay un beso involucrado- soltó- Si no me equivoco, solo te toqué un poco.

💌💌💌

A la mañana siguiente, me levanté y bajé a desayunar. Al llegar al comedor, vi a muchísimas personas que no pertenecían a esta casa. Había, podía jurar, más chicos que chicas riendo, besándose, desayunando también.

Definitivamente, no podía sentarme ahí, y tampoco podía quedarme cerca. Demasiadas personas y caos. Apenas me había acostumbrado a estar solo con las chicas.

Casi sin parar de caminar, salí de la casa y fui hasta el edificio principal y me metí en la cafetería.

Me sentí un poco extraña estando ahí y más viendo mi helado aún en el piso ¿Qué mierda había pasado? Nunca había visto a Bryan interesado en mi de esa manera y tampoco creía que eso era lo que había pasado.

No había nadie, todos desayunaban en sus casas a pesar de que nadie prohibía venir aquí.

-¿Quieres café?- me sobresalté más de lo que debería al escuchar eso.

Drake apareció en mi vista del otro lado de la barra con una taza. Podía notar que estaba en pijama, y aún así, estaba perfecto.

-¿Qué haces aquí?- pregunté.

-Creo que es bastante obvio- contestó con ironía- Siempre desayuno aquí- agregó- ¿Quieres café si o no?

Asentí y volví a perderlo de vista por unos segundos. Salió de la barra y se acercó a mi con una taza.

-Gracias- dije mientras la agarraba- ¿Por qué siempre desayunas aquí?

-Me pongo insportable si no estoy tranquilo, al menos, los primeros diez minutos de la mañana. Sé que no viene nadie aquí a esta hora- contestó mientras iba a una de las mesas a sentarse.

Nuestra charla un día atrás parecía haberse desvanecido, aunque también recordé que él quería que siguiéramos hablando.

-No creo que eso funcione. Eres insoportable de cualquier modo- me senté frente a él.

Tomó un poco de su café y sonrió.

-Puede ser- respondió- ¿Sabes a qué chica trajo Bryan aquí ayer?- cambió de tema y lo miré con una actitud completamente diferente a la que tenía- No que realmente me interese, pero, a pesar de lo que te dije, no puedo evitar mirarte con... ganas.

-¿Cómo sabes que Bryan trajo una chica?- tanto era el pánico que ignoré su última oración tentadora.

-El helado- señaló al piso- No sé que clase de truco ridículo será, pero... es bastante famoso por eso.

Empecé a respirar con dificultad. Cosa, que Drake notó.

-Oh... Fuiste tú.

Las hermanas Omega 💌 La aventura de crecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora