Capítulo 58

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Mis cuatro amigos se acercaron a la ventana junto a mí.

-Ay no...- escuché decir a Bryan.

-¿Qué hace?- preguntó Steve confundido.

Drake apagó el fuego con un balde de agua y se giró hacia sus amigos y Miles. Les dijo algo que no logré escuchar, pero que obvio se le notaba ira pura, y Jackson y Patrick empezaron a caminar sujetando a mi amigo.

Se dirigían en dirección contraria al edificio principal mientras Drake los seguía por detrás.

Me alejé de la ventana y fui hasta la puerta de mi habitación.

-¿A dónde vas?- me detuvo Wanda.

-¡Estoy harta de esto! En serio ya no lo tolero más.

-No tienes el poder de detenerlo, Max. Lo siento- Bryan me miró con compasión y se acercó a mí- Él es...

-No quiero que le pase algo malo a Miles- interrumpí con una mirada que lo hizo entender todo- Por favor, ayúdame- supliqué con lágrimas en los ojos.

Dio un suspiro.

-Vamos todos- dijo finalmente- Vamos a sacar al rey de la nada del trono.

Tras decir aquello, los cinco salimos de mi cuarto a las corridas y logramos salir de la casa con miradas muy confusas de la mayoría de las chicas.

Fuimos corriendo en la dirección que sabíamos que se habían ido, los cruzaríamos en algún momento.

Mierda, mierda, mierda. Drake sabía todo, sabía que Miles tenía información, la había encontrado y ahora le iba a dar su merecido.

Eso era lo que le pasaba en la mañana, estaba aterrado de que alguien más se enterara y estaba segura de que iba a encargarse oficialmente que Miles no le dijera a nadie y temía que algo horrible estuviera a punto de pasar.

Llegamos a hasta la reja de entrada y no había señal de ninguno.

-Salieron- soltó Carmen.

-Entonces, vamos a salir tambien- contesté segura queriendo trepar la reja.

-Espera, Max, por favor- me detuvo tocándome el hombro con suavidad- No cometas locuras y...

-Shh...- Steve hizo que nos calláramos- Escucho algo, silencio.

Abrí mis oídos como nunca lo hice y me concentré en captar cualquier sonido. Y lo hice, escuchaba risas, lejanas.

-La playa- decifró Wanda.

Trepamos los cinco la reja con cuidado y corrimos hasta la playa con el hotel. De lejos, podía ver en la oscuridad a solo tres chicos.

No.

Corrí más rápido y casi los alcancé. Empecé a escuchar la voz de Miles y me tranquilicé un poco. Pero, al estar cada vez más cerca escuchaba sus palabras claras y no me gustaban para nada.

-¡Ayúdenme!

Agarré a Drake del hombro con violencia y lo giré para que me viera. Su risa desapareció al verme a los ojos, no solo estaba sorprendido, estaba completamente débil ante mi mirada de ira.

-¡¿Qué estás haciendo?!- grité.

-¡Maggie!- volví a escuchar a Miles y lo vi.

Por favor, no.

Estaba en el mar, cada vez se iba más mar adentro y pude notar que tenía las muñecas atadas en el pequeño bote en que estaba metido.

-¡Sácalo del agua ahora!- ordené. Las lágrimas luchaban por salir.

No podía estar haciendo esto, no podía ser que todo fuera tan cierto como me lo había dicho Miles. Se suponía que él había cambiado, se suponía que me iba a probar lo que equivocados que estaban todos.

Notó la presencia de los otros cuatro detrás de mí que me alcanzaron unos segundos después.

Volvió a mí.

-No- respondió firme- Se metió donde no debía.

-¡¿Y POR ESO TIENES QUE HACER LO MISMO QUE HICISTE CON EDDIE?!- lloraba, gritaba, sentía un nudo en la garganta, un zumbido en los oídos. Estaba demasiado aturdida.

Dios, no, no, no. Me importó un carajo todo. Quien me escuchara, quien entendiera lo que me pasaría a mi por saberlo. Pero no, basta.

La cara de Drake se transformó y noté como sus amigos se adelantaron a su lado. Drake ahora estaba completamente confundido, desesperado, nervioso e intranquilo.

Miró al grupo que tenía atrás otra vez. Me empujó a un lado y fue directo a Bryan.

Le dio un puñetazo en la cara y mi amigo cayó al piso.

-¡NO!- grité e intenté acercarme para parar todo, pero Steve me agarró por los hombros.

Mi amigo se retorció en el piso y vi que tenía sangre en el labio. Drake se acercó a él y puso un pie a cada lado de su cuerpo. Lo agarró de la ropa y lo levantó un poco de la arena.

-¡¿Fuiste tu, verdad?! ¡No él! ¡¿Le dijiste?! ¡¿Quieres alejarme de Maggie?! ¡¿Eso quie...

Bryan lo interrumpió agarrándolo de la camisa también y tirándolo al piso a su lado.

Mi amigo casi se subió encima de él con torpeza.

-¡Basta, Marxwell!- exclamó- ¡Tu la alejas!

Listo.

Me zafé de Steve y fui hasta el agua. No me preocupaba por ellos. Que se maten.

Entré en el mar y empecé a caminar. Iba a salvar a Miles, porque en esta universidad ninguno puedo salvarse solo.

Las hermanas Omega 💌 La aventura de crecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora