-"Como perder a un hombre en diez días" es la mejor película romántica que existe- soltó Bryan molesto.
-Claro que no- le contestó Steve- Es "El Descanso".
Carmen tuvo que salir más temprano para terminar unas tareas, así que, me quedé atrapada en el medio de estos dos y su discusión mientras caminábamos por el pasillo.
-¡Pues, nos tenemos que poner de acuerdo para hacer el ensayo!- le respondió mi amigo.
Steve me caía muy bien, pero creo que aún no podía considerarlo mi amigo. Solo era un conocido con el que era divertido hablar.
-Maggie, siempre tienes una buena perspectiva- me dijo él.
El "siempre" estaba basado en una explicación de porque amaba a Andrew Gardfield.
-No ví ninguna de las dos- admití.
Ambos pararon en seco y se pusieron delante de mi impediéndome seguir.
-¡¿Qué?!- exclamaron al unísono.
-Max... necesitamos una noche de películas... urgente- habló Bryan completamente serio.
Me encogí de hombros. Quizás respondiendo que si, o quizás intentando entender porque era tan importante.
Seguimos caminando por donde veníamos, hasta que, unos metros después, escuché un gran quejido de parte de mi amigo.
-¡No puede ser!
-¿Qué pasa?- le pregunté.
Señaló a la derecha a varios metros de nosotros como Drake hablaba con una chica, la chica por la que Bryan buscaba el condón. Ella estaba contra la pared y él muy cerca hablándole con esa sonrisa.
Por un micro segundo, deseé ser ella.
-¿Por qué está así de cerca de Ally?- cuestionó con demasiada molestia- Esa es mi chica. No somos pareja ni absolutamente nada, pero es mi chica.
-¿Cuántas veces se acostaron?- le preguntó Steve.
-¡Tres!
-Mmm...- pensó- Es lo suficiente para preguntarle cosas, pero no para reclamárselas.
Quise salir de esa conversación lo antes posible, así que, aceleré el paso y me metí en el salón de matemáticas.
Me senté en mi lugar y ví que Miles a mi lado me sonreía, así que, se la devolví.
-¡Buenos días, alumnos! Espero que hayan hecho la tarea, porque odio perder tiempo. No atrasaré la clase por ninguno- anunció el profesor mientras entraba.
No me caía mal para nada. Era el profesor más gracioso que había tenido hasta el momento.
Siempre me fue bien en matemáticas, no era mi materia favorita, pero lograba entenderla.
Empezó a preguntar diferentes resultados mientras apuntaba un control remoto al que quería que respondiera.
-¡Gravity Falls!- me apuntó a mi.
-Límite tendiendo a dos, es igual a uno- contesté.
-¡Correcto!
Cuando la clase terminó, empecé a guardar mis cosas.
-Oye... Maggie, ¿puedo decirte Maggie?- escuché la voz de Miles a mi lado y lo voltié a ver.
-Si, claro.
-Gracias otra vez, por lo del otro día- él era tan tímido, sentía que le costaba el alma decirme eso.
-No hay de que- contesté sonriendo- Sé lo que se siente cuando gente más grande te molesta.
No lo decía solo por Shelby, a decir verdad.
💌💌💌
En la hora del almuerzo, les dije a Bryan y Carmen que no tenía hambre y que, simplemente, me tomaría el tiempo libre.
Solo me fui hasta la biblioteca de la universidad. Esta, era gigantesca. Tenía un estilo moderno en tonos blancos, piso de alfombra y había tanta paz.
Estaba segura de que estaba sola. Todos estaban almorzando. Después de ya casi dos semanas aquí, quería no estar rodeada de gente por una vez.
Me recorrí algunos estantes viendo los libros. Encontré una sección exclusivamente de Julio Verne y no pude resistirme a prestar más atención.
Nunca lo había leído, pero siempre tuve ganas.
Agarré "De la Tierra a la Luna" y me fui hasta una de las mesas que había cada algunos metros.
Me senté en una silla y abrí el libro.
Leí unas pocas páginas, cuando sentí un perfume tan delicioso y conocido a mi lado.
-¿Vas a ir a la fiesta el sábado?- su voz en el silencio era aún más sexy.
Me sentía diferente a la vez que era de noche y yo en ropa interior. Honestamente, me sentía peor ahora. Quizás porque sabía que estábamos solos y no tenía muchas escapatorias para correr esta vez.
También por el hecho de que no me sentía observada, no era una prueba.
Levanté levemente la vista y ví a Ally Rogers caminando hacia el edificio principal sobre la cenda de la biblioteca.
Uní algunos hilos y comprendí que nunca estuve sola, que no quería ni comenzar a pensar en que había estado pasando.
Volví mi vista al libro y contesté.
-No lo creo.
Ya sabía de esa fiesta, cuando salí de matemáticas, era de lo único que hablaban todos. "La gran primera fiesta del año".
-¿Por qué?- preguntó.
Suspiré, cerré el libro y lo miré finalmente. Estaba levemente despeinado, cosa que me pareció aún más atractiva en él.
-No se me dan mucho las fiestas- respondí.
-¿Lo único que lees es esa basura?- cambió de tema drásticamente mirando el libro en la mesa.
-No es basura- reclamé.
-Me refiero a: ¿Solo lees cosas del espacio?
-No.
Quería correr. Ya.
Me levanté agarrando el libro. Pero Drake me detuvo, pero creo que no me detuve porque él hizo que lo hiciera, si no, como lo hizo.
Me agarró el bolsillo trasero del pantalón de jean que tenía y tiró levemente de el. Quedé estática en el lugar y él se puso frente a mi lo suficientemente cerca para que nuestras respiraciones se mezclaran.
Sonrió.
-Manten la mente abierta, Maggie.
ESTÁS LEYENDO
Las hermanas Omega 💌 La aventura de crecer
Teen Fiction"Regla número 1: Somos nosotras cuatro y solo nosotras. Regla número 2: No podemos decirle a nadie. Regla número 3: Todos los martes 1:35 AM detrás del arbusto a dieciséis metros de la casa Delta. No antes, no después, no otro día. Regla número 4: N...