Capítulo 29

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-Sé que se supone que no deberíamos realmente hablar por ahora, pero necesito decirte algo- Wanda apareció a mi lado caminando por el pasillo mirando paranóica para todos lados.

-¿Qué pasa?- pregunté.

Ya había pasado casi mediodía y tenía un rato libre. Iba a estudiar con Miles en ese bache entre clase y clase.

-Drake me preguntó por ti- soltó, paré en seco y ella hizo lo mismo.

-¿Qué?- la agarré del brazo y la llevé hacia un costado- ¿Qué te dijo? ¿Por qué a ti?

-Solo preguntó dónde estabas- contestó.

-¿Y qué le dijiste?- estaba desesperada. Este chico era demasiado bipolar.

-Nada, que no sabía- se encogió de hombros y yo suspiré.

-Gracias por decirme- le dije- Nos vemos el martes.

Asintió y se dió vuelta para irse.

-¿Quién es ella?- escuché detrás de mi la voz de Bryan y me sobresalté demasiado.

Me di vuelta para verlo a él comiendo un chocolate y a Steve mirando a lo lejos.

-Si... ¿Quién era ella?- el recién nombrado sonrió aún mirando por donde se había ido Wanda y rebolié los ojos.

-Una chica de mi clase de filosofía- respondí intentando ser normal- Aunque no lo crean, no solo hablo con ustedes- seguí- Tengo que ir a estudiar. Los veo después.

Los rodeé para irme y sentí mi celular vibrar en mi bolsillo después de unos pasos.

Carmen 🌺: No vengas al cuarto en la próxima hora... Tengo compañía

NO. CARMEN, NO.

La quería matar. Se suponía que Miles iría a mi habitación en quince minutos. No tenía su teléfono como para avisarle, así que, quisiera o no, tenía que ir a esa casa del infierno.

Suspiré mirando al techo rezando encontrarme a Miles a medio camino, rezando terminar la carrera de astronomía en los próximos quince segundos para poder salir de este lugar.

Salí del edificio principal e hice el camino hasta Delta Gamma.

A medida que me iba acercando cada vez más, escuchaban gritos de celebración, veía botellas de alcohol vacías en el piso, etc.

¿Esta gente no va a clase nunca?

Cuando me acerqué lo suficiente, ví a Patrick sin camisa apoyado de espaldas en el marco de la puerta con una cerveza en la mano.

Otra pregunta: ¿Esta gente nunca está completamente vestida?

Al verme, sonrió y atravesó el brazo en la entrada para que no pudiera dar un paso más.

-Se paga peaje, linda- soltó en un tono casi ido.

Estaba cien por ciento segura que no tenía idea de quien era yo.

-¿Qué?- pregunté confundida. No entendía que quería que hiciera y estaba empezando a asustarme su actitud.

-¿Contraseña?- contestó riendo- No puedo dejarte entrar sino...

-Patrick...- escuché en un tono serio y seco. Vi a unos pocos metros de la puerta a Drake caminando hacia nosotros. Patrick se giró a verlo- Déjala pasar- Drake le corrió el brazo y me hizo a mi una señal con la cabeza de que entrara.

No quería. No podía. 

Ignoré a la voz en mi cabeza y di un paso dentro de la casa. Miré al rededor y juré jamás haber visto tanto caos y olor a... ¿chico? en mi vida.

El lugar era exactamente igual que Kappa, pero decorado completamente diferente.

Caminé un poco más adentro y sentía que alguien vendría a hacerme algo.

-Escucha...- empezó Drake en un tono que encontré bastante tranquilo.

-¿Dónde está la habitación de Miles?- interrumpí. No quería escucharlo, no quería verlo, no quería que aún tuviera el poder de hacerme querer besarlo otra vez.

Suspiró y mordió su labio inferior desviando la vista de mi. Dios, basta, no te quiero encontrar sexy.

-Sígueme- dijo y caminó hacia la escalera.

Seguirlo me llevó a algo perfecto que terminó por destruirme emocionalmente.

Tragué saliva con dificultad y me convencí de que llevara donde me llevara, si no era la habitación de Miles, no iba a cometer el mismo error. Quería mostrarle que no me intimidaba, aunque lo hiciera y mucho.

Empezó a subir las escaleras y apresuré el paso para no perderlo. Ya arriba, empezó a caminar y, pocos metros después, ví a Miles sentado en el piso contra la pared con un cuaderno.

-Bueno, al parecer, la habitación de Miles es el pasillo- sonaba como un chiste, pero su tono no lo mostraba.

Mi compañero levantó la cabeza y, al verme, se paró con rapidez.

-Ho... Hola, Maggie- dijo con nerviosismo.

Un pensamiento pasó por mi cabeza. Había besado a los dos chicos que estaban ahí presentes. No lo podía creer. Me sentí incómoda y demasiado tensa.

-Hola- respondí- Carmen tiene la habitación... tendremos que ir a otro lado- no quise ser muy específica. Odiaba querer creer que iba a darle celos a Drake con mi pequeño juego de palabras.

-Está bien- me contestó.

-Diviértanse- escuché a Drake en un tono neutro y lo ví alejarse bastante rápido hacia las escaleras para bajar.

Vi que del zapato izquierdo salió disparado un papel pequeño. Supuse que lo tenía en la suela pagado o algo así.

Miles empezó a tomar el mismo camino y yo lo seguí, no sin antes, agarrar dicho papel del suelo.

Las hermanas Omega 💌 La aventura de crecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora