-Sé que se supone que no deberíamos realmente hablar por ahora, pero necesito decirte algo- Wanda apareció a mi lado caminando por el pasillo mirando paranóica para todos lados.
-¿Qué pasa?- pregunté.
Ya había pasado casi mediodía y tenía un rato libre. Iba a estudiar con Miles en ese bache entre clase y clase.
-Drake me preguntó por ti- soltó, paré en seco y ella hizo lo mismo.
-¿Qué?- la agarré del brazo y la llevé hacia un costado- ¿Qué te dijo? ¿Por qué a ti?
-Solo preguntó dónde estabas- contestó.
-¿Y qué le dijiste?- estaba desesperada. Este chico era demasiado bipolar.
-Nada, que no sabía- se encogió de hombros y yo suspiré.
-Gracias por decirme- le dije- Nos vemos el martes.
Asintió y se dió vuelta para irse.
-¿Quién es ella?- escuché detrás de mi la voz de Bryan y me sobresalté demasiado.
Me di vuelta para verlo a él comiendo un chocolate y a Steve mirando a lo lejos.
-Si... ¿Quién era ella?- el recién nombrado sonrió aún mirando por donde se había ido Wanda y rebolié los ojos.
-Una chica de mi clase de filosofía- respondí intentando ser normal- Aunque no lo crean, no solo hablo con ustedes- seguí- Tengo que ir a estudiar. Los veo después.
Los rodeé para irme y sentí mi celular vibrar en mi bolsillo después de unos pasos.
Carmen 🌺: No vengas al cuarto en la próxima hora... Tengo compañía
NO. CARMEN, NO.
La quería matar. Se suponía que Miles iría a mi habitación en quince minutos. No tenía su teléfono como para avisarle, así que, quisiera o no, tenía que ir a esa casa del infierno.
Suspiré mirando al techo rezando encontrarme a Miles a medio camino, rezando terminar la carrera de astronomía en los próximos quince segundos para poder salir de este lugar.
Salí del edificio principal e hice el camino hasta Delta Gamma.
A medida que me iba acercando cada vez más, escuchaban gritos de celebración, veía botellas de alcohol vacías en el piso, etc.
¿Esta gente no va a clase nunca?
Cuando me acerqué lo suficiente, ví a Patrick sin camisa apoyado de espaldas en el marco de la puerta con una cerveza en la mano.
Otra pregunta: ¿Esta gente nunca está completamente vestida?
Al verme, sonrió y atravesó el brazo en la entrada para que no pudiera dar un paso más.
-Se paga peaje, linda- soltó en un tono casi ido.
Estaba cien por ciento segura que no tenía idea de quien era yo.
-¿Qué?- pregunté confundida. No entendía que quería que hiciera y estaba empezando a asustarme su actitud.
-¿Contraseña?- contestó riendo- No puedo dejarte entrar sino...
-Patrick...- escuché en un tono serio y seco. Vi a unos pocos metros de la puerta a Drake caminando hacia nosotros. Patrick se giró a verlo- Déjala pasar- Drake le corrió el brazo y me hizo a mi una señal con la cabeza de que entrara.
No quería. No podía.
Ignoré a la voz en mi cabeza y di un paso dentro de la casa. Miré al rededor y juré jamás haber visto tanto caos y olor a... ¿chico? en mi vida.
El lugar era exactamente igual que Kappa, pero decorado completamente diferente.
Caminé un poco más adentro y sentía que alguien vendría a hacerme algo.
-Escucha...- empezó Drake en un tono que encontré bastante tranquilo.
-¿Dónde está la habitación de Miles?- interrumpí. No quería escucharlo, no quería verlo, no quería que aún tuviera el poder de hacerme querer besarlo otra vez.
Suspiró y mordió su labio inferior desviando la vista de mi. Dios, basta, no te quiero encontrar sexy.
-Sígueme- dijo y caminó hacia la escalera.
Seguirlo me llevó a algo perfecto que terminó por destruirme emocionalmente.
Tragué saliva con dificultad y me convencí de que llevara donde me llevara, si no era la habitación de Miles, no iba a cometer el mismo error. Quería mostrarle que no me intimidaba, aunque lo hiciera y mucho.
Empezó a subir las escaleras y apresuré el paso para no perderlo. Ya arriba, empezó a caminar y, pocos metros después, ví a Miles sentado en el piso contra la pared con un cuaderno.
-Bueno, al parecer, la habitación de Miles es el pasillo- sonaba como un chiste, pero su tono no lo mostraba.
Mi compañero levantó la cabeza y, al verme, se paró con rapidez.
-Ho... Hola, Maggie- dijo con nerviosismo.
Un pensamiento pasó por mi cabeza. Había besado a los dos chicos que estaban ahí presentes. No lo podía creer. Me sentí incómoda y demasiado tensa.
-Hola- respondí- Carmen tiene la habitación... tendremos que ir a otro lado- no quise ser muy específica. Odiaba querer creer que iba a darle celos a Drake con mi pequeño juego de palabras.
-Está bien- me contestó.
-Diviértanse- escuché a Drake en un tono neutro y lo ví alejarse bastante rápido hacia las escaleras para bajar.
Vi que del zapato izquierdo salió disparado un papel pequeño. Supuse que lo tenía en la suela pagado o algo así.
Miles empezó a tomar el mismo camino y yo lo seguí, no sin antes, agarrar dicho papel del suelo.
ESTÁS LEYENDO
Las hermanas Omega 💌 La aventura de crecer
Teen Fiction"Regla número 1: Somos nosotras cuatro y solo nosotras. Regla número 2: No podemos decirle a nadie. Regla número 3: Todos los martes 1:35 AM detrás del arbusto a dieciséis metros de la casa Delta. No antes, no después, no otro día. Regla número 4: N...