Capítulo 11

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Pensé en irme. En simplemente agarrar mis cosas, salir, tomar un autobús a Orlando y explicarles a mis padres en la locura en la que me han obligado a meterme.

Pensé en ir y hablar con la directora Simmers. En decirle como nadie respetaba las reglas, en como había acciones que involucraban un arma.

Pensé en largarme a llorar. Pero, ¿cuál era el punto?

De todas las opciones, hice la más estúpida e inútil: largarme a llorar. Esa misma noche, me fui al baño y solo lloré frente al espejo.

Salí del baño y, con la poca luz que había lo ví otra vez: "Maggie's World". Este mundo no está siendo mío. Nada es mío, ni siquiera un pedacito.

Me prometí hacer tantas cosas, no creo que pude haber hecho ninguna aún. Quería arriesgarme, hacer cosas que nunca me dejaron hacer, ser independiente por una vez en la vida.

Y por un ritual ya estoy llorando. No era que fuera un ritual inofensivo, porque no lo fue. Pero no tenía sentido llorar por algo irremediable.

Si la directora hacía vista gorda a todo, entonces yo también lo haré.

💌💌💌

-¿Hay condones en el baño de chicas?- escuché una voz a mi lado, una voz que pretendía nunca más escuchar en mi vida y mucho menos usando esas palabras.

Miré a mi costado para confirmar que Drake estaba caminando conmigo por el pasillo. Estaba algo despeinado y sin su campera de cuero.

-¿Qué?

-En el baño de chicos ya no hay y necesito uno con urgencia- siguió.

-¿Por qué no le pides a la "urgencia" que vaya a buscar uno?

No sé que es lo que estaba haciendo, no sé porque me estaba pidiendo esa estupidez a mi.

-Eres prejuiciosa- respondió y lo miré con confusión- ¿Cómo sabes que no es un chico?

Rebolié los ojos y empecé a caminar un poco más rápido.

-Hay mil chicas que morirían por ir a buscar un condón para ti y, quizás, usarlo contigo.

Sentí un agarré en mi brazo y se puso delante de mi.

-No todas me caen bien- contestó sonriendo- Y, bajo mi análisis, eres la única que, justamente, no hubiera empezado a gritar que te pedí uno- agregó- Es solo un favor. Mi "urgencia" ya esta a dos prendas de estar completamente desnuda.

Con esa encantadora imagen, suspiré.

-Está bien, quédate aquí- cedí finalmente y me fui hasta el baño.

Una universidad que, básicamente, prohibe que no puedas estar en la habitación del sexo opuesto tiene expendedora de condones en el baño. En fin, la ironía.

Agarré uno. Jamás había tenido un preservativo en la mano siquiera, se sentía extraño.

Iba a salir, pero escuché una respiración algo entrecortada junto a pequeños sollozos.

Me acerqué a la única puerta cerrada del baño y apoyé el oído. Alguien estaba llorando.

Toqué la puerta.

-Hey, ¿estás bien?

-Déjame sola- me contestó con una voz casi audible- Soy... esa chica... Solo quiero que dejen de burlarse de mí.

No entendía que estaba diciendo, pero parecía serio.

-¿Por qué se burlan de ti?- pregunté- ¿Qué pasó?

-¿En serio no sabes?

-No.

La puerta se abrió dejándome ver a una chica de pelo castaño claro y ojos grisáceos que estaban ocultos por puro enrojecimiento y agua.

Creí reconocerla de algún lado, quizás de verla en el pasillo.

Salió del cubículo y se lavó la cara un poco antes de contestarme.

-Mi compañera de cuarto... le mandó una foto desnuda a Jackson Ludigton...- empezó y veía que las lágrimas volvían a brotarle- Y como no le gustaron, le dijo que eran mías... Así que, todos están diciéndome cosas que ni siquiera son ciertas- volvió a llorar- Se están burlando de un cuerpo que no es mío y de algo que no hice ni nunca haría.

-Dios... lo siento tanto- le dije. No tenía otras palabras, por lo que estaba pasando era espantoso. Quería ayudarla- Se que no te hará sentir mejor, pero anoche me ataron a un escritorio en ropa interior y si no fuera por mi amigo, probablemente, hoy todo el mundo lo hubiera visto.

-Wow... Que intenso- me respondió.

Miré el condón... Drake.

-Creo que puedo hacer que se dejen de burlar de ti- solté teniendo una idea.

Ella me miró con esperanza.

-¿En serio?- se abalanzó a abrazarme y yo le correspondí algo confundida.

Me separé de ella y fui hasta la salida.

-Quédate aquí- le dije- Soy Maggie, por cierto.

-Leighton- contestó con una media sonrisa.

Salí del baño y me fui hasta donde estaba Drake, aún estaba ahí y cuando me acerqué me miró algo molesto.

-Te lo pedí para hacer más rápido- reclamó.

Extendí el condón y, cuando iba a agarrarlo, me zafé.

-Te lo daré si haces algo por mi- empecé y él soltó una risa.

-Mira... No ten...

-En el baño había una chica, Leighton, me imagino que tu amigo ya te habló de ella- interrumpí- La de la foto es de la compañera de cuarto con la que habla Jackson. Así que, aclara eso y que dejen de burlarse de ella.

-¿Es todo?- preguntó sorprendido. Volví a asentir- Hecho- contestó rápido.

Le di el condón y él lo tomó.

-Diviértete y que el tema esté resuelto antes de mañana.

💌💌💌

-Ya no hay condones en el baño de hombres- se quejó Bryan sentándose junto a Carmen y agarrando parte de la tarta que comía.

Él nunca agarraba comida, siempre se la robaba a su novia.

-Y con ese bonito comentario, dejaré de comer- comentó ella y yo solté una risa.

-¿Hay en el baño de chicas?- insistió.

Otro desesperado.

Deseaba con desesperación que dejaran de hablar del tema. No podían hablar de sexo conmigo delante.

-Yo creo que tengo algunos- le contestó ella- ¿Puedo preguntar para quién los quieres?- agregó pícara.

Un segundo, ¿qué?

-Ally Rogers- contestó- Al fin quiere conmigo y no voy a esperar a que se arrepienta.

-Están en nuestro baño- le indicó.

-Gracias, te amo.

-¡Esperen!- exclamé más alto de lo que me hubiera gustado. Ambos me miraron sorprendidos- ¿Ustedes no... no son novios?

Se miraron y empezaron a reírse de una manera demasiado exagerada.

-¡Ay por Dios, Max! ¡Me ofendes!- dijo entre risas Bryan.

-Somos hermanos- completó Carmen de la misma manera.

Maggie, entiende el mundo primero, así no se puede.

Las hermanas Omega 💌 La aventura de crecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora