-Entonces... Déjenme ver si entendí...- empezó Miles confundido mirándonos a las cuatro en pijama un poco alejados de su casa- Alguien les mando una carta a cada una y ustedes llegaron a la conclusión de que era porque estaban inseguras aquí dentro de la universidad. Les dijeron que no le digan a nadie y ahora... ¿Me necesitan para que las ayude a las dos de la mañana?
No culpaba su cara que mostraba que creía que estábamos locas. Yo también lo creería. Teníamos que decirle, no estaba a discusión. Necesitábamos ayuda de verdad, no podíamos más, yo no podía más.
Le contamos todo... creo. Era muchísimo en muy poco tiempo.
-Si... lo resumiste bastante bien- contestó Leighton.
-Deberías estar agradecido de que ya no creemos que eres tu- soltó Aria. Las tres la miramos con desaprobación, demasiada información.
-¿Qué? ¿Creyeron que había sido yo?- exclamó mi amigo y volvimos a él.
-Bueno... estudias criminología- justificó Wanda.
-Y tengo más razones para estar asustado que las cuatro de ustedes juntas- contratacó obvio- Maggie...- me miró a mí y mordió su labio algo avergonzado- No puedo ayudarlas- completó finalmente suspirando.
-¡¿Qué?! ¿Por qué?- hablamos las cuatro.
-Ya saben lo que pasó por estar investigando lo que no debería- fundamentó algo enojado- Lo siento, pero no voy a meterme- amagó a irse, pero lo agarré de la mano y lo atraje hacia mí.
-Miles... Esta persona nos estuvo siguiendo- aclaré- Encontré un papel con cosas personales, cuando vio que dejamos de venir volvió a escribirnos, nos encerró y prendió la alarma de incendios cuando nos escapamos- enumeré otra vez- Te necesitamos... Te necesito.
Estudio mi rostro y apretó mí mano.
-Bueno- accedió y sonreí.
-¡Gracias!- envolví mis brazos en su cuello y lo abracé, le di un beso en la mejilla y me separé un poco.
Sabía que le gustaba a Miles y... él también me gustaba en cierta forma. No era Drake y eso era suficiente buena señal para poder acercarme a él de cualquier manera.
No quería aprovecharme de esos sentimientos y no es lo que intenté hacer si así se notó. Quería a Miles, me gustaba Miles.
-¿Por dónde empezamos, entonces?- preguntó Leighton.
-Muéntreneme la carta- dijo después de pensar un segundo.
Wanda la sacó de su bolsillo trasero del pantalón y se la extendió a Miles. Él la agarró y la examinó.
-Si... Aja... Esto es completamente inútil- se la devolvió a mi compañera. Las cuatro suspiramos con cansancio- ¿Hay algo más que tengan de esta persona?- preguntó.
Nos miramos sin saber que responder.
-No...- habló finalmente Aria.
-Buen, chicas... Lo siento de verdad. Si es lo único que tienen no puedo hacer nada. Pensaré en algo después, lo juro- dijo mi amigo- Tendré los ojos abiertos también. Si alguien las está siguiendo no debería ser tan complicado- agregó- Y recuerden algo... siempre se comete un error, tarde o temprano, esa persona se equivocará o... lo más probable, es que ya lo haya hecho y... no siquiera se han dado cuenta.
ESTÁS LEYENDO
Las hermanas Omega 💌 La aventura de crecer
Teen Fiction"Regla número 1: Somos nosotras cuatro y solo nosotras. Regla número 2: No podemos decirle a nadie. Regla número 3: Todos los martes 1:35 AM detrás del arbusto a dieciséis metros de la casa Delta. No antes, no después, no otro día. Regla número 4: N...