Capítulo 18

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Lunes = Filosofía = Drake = vergüenza = caos.

Nos sé si alguna vez me había sentido tan incómoda, tan destruida, tan increíblemente agotada.

El domingo pasó demasiado rápido. Estuve durmiendo la mayor cantidad del mismo y me sentí fatal todo lo que quedaba.

Aún me sentía cansada y parecía que tenía resaca después de dos días. Como se notaba que no estaba acostumbrada a esto para nada.

No podía ver a Drake, literalmente. Físicamente no podía verlo a la cara sabiendo lo que había hecho. Ni siquiera estaba completamente borracha en ese momento.

Fui hasta el salón de filosofía sabiendo que iba a haber un lapso de tiempo para pensar en como podría liderar con esta situación. Pero no.

Entré y me quedé en la puerta helada, viendo como Drake Marxwell estaba sentado con los pies encima de la mesa de mi banco.

Mi mirada se encontró con la de él y sonrió victorioso sabiendo que al final había conseguido de vuelta su escritorio.

Fui caminando hasta ahí y me senté en el que era de él. No pasó por mi cabeza discutirle nada, mucho menos en las circunstancias en las que me encontraba. Era solo un lugar en una materia que no me importaba en lo más mínimo.

-Seguí tu consejo- escuché a mi lado- Llegué temprano.

-Te felicito- contesté seca sin mirarlo. Jamás lo miraría a los ojos otra vez.

No podía creer lo agradecida que estaba cuando la profesora entró al salón y dejó su bolso en el escritorio. Se puso delante de este y esperó a que todos se acomodaran.

-El amor es superficial ¿Si o no?

-Si / No- otra vez esto no, por favor. Drake y yo hablamos al mismo tiempo, obviamente, el respondió "si", como si supiera lo que es el amor.

-Otra vez ustedes dos difiriendo. Interesante- comentó la Señorita Amstrong- ¿Por qué no, Señorita Pines?

-Amar es amar el interior, no lo exterior- respondí- Si amo a alguien será por su actitud, no por como se ve.

-¿Señor Marxwell?

-Estoy de acuerdo con ella, en realidad. No era a lo que me refería- contestó él- Quise decir que todo entra por los ojos, no importa si es una persona o un objeto. El "no elijas un libro por su portada", no existe. Todos eligen el libro por la portada, por algo los escritores se esmeran tanto en hacerla linda más que en el contenido del libro en si. Es un hipocresía de la sociedad- explicó. A todo esto, yo solo miraba al frente- Si puede gustarte el interior, pero el exterior siempre ganará. Somos humanos, amamos ver cosas atractivas.

El salón quedó en silencio un poco, hasta que Wanda levantó la mano y la profesora la señaló para que hablara.

-Estoy de acuerdo con Margaret Pines- dijo y sonreí, pensando que, irónicamente, todas las chicas en la clase estaban del lado del rubio porque es... él- Puede atraerme alguien, claro que sí. Pero eso no se compara con la conexión emocional.

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La clase terminó, gracias al cielo y salí del salón lo más rápido que pude. Obvio, no pude escapar de ese día sin una específica conversación.

-¡Andrómeda!- escuché de atrás. Cerré los ojos y seguí caminando por el pasillo. Pero él me alcanzó y se puso a mi lado- ¿Ahora me ignoras?

-No ¿Qué quieres?- estaba harta de tenerle miedo. No sé si miedo era la palabra tampoco. Todo mi cuerpo dejaba de tener control y mi sistema inmunológico se iba por las nubes ¿Qué mierda me pasaba?

-Así que... ¿Tu y Bryan?- se enteró.

-Fue solo un beso, en un juego, estando bastante borrachos. No podría importarme menos- aseguré, sabiendo también, que si realmente hubiese pasado no podría mirar a Bryan a la cara otra vez.

-¿Y lo que pasó en el patio tampoco podría importarte menos?- lo dijo. Paré de caminar y él se puso frente a mi sonriendo.

-¿Qué pasó en el patio?- me hice la estúpida. Creí que sería la mejor opción.

Él soltó una risa y se acercó más a mi. A una distancia bastante insana para mí.

-Nada realmente- respondió.

-Si piensas tanto en algo que no pasó, te gustaría que algo si hubiese pasado- aseguré.

-No tienes la más mínima idea- contestó sonriendo- Nos vemos, Andrómeda.

Una vez que se fue, suspiré. Sentía que no podía respirar con él cerca. No sabía que había significado esa conversación y no quería darle vueltas al tema.

Vi a Miles a lo lejos y sonreí. Él me vio y lo saludé con la mano. Me miró con una muy mala cara y siguió su camino.

Me sentí mal y bastante confundida, hasta que comprendí todo, mi "beso" con Bryan ya se sabía.

Las hermanas Omega 💌 La aventura de crecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora