『 𝟎𝟐𝟒. 𝐚𝐟𝐟𝐥𝐢𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧 』

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2 de Enero, 2007.
Forks, Washington.

Forks, Washington

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Anneliese se creía ilusa y podría hasta llamarse inocente e ingenua al creer que el dolor que experimentó durante tantos meses se eliminaría al momento de aceptar finalmente a su mate.

Que equivocada estaba.

La partida de Alec en la madrugada del 1 de Enero le había confirmado ello. Ardía mucho peor que antes, sentía como si estuviera tocando las llamaradas del fuego con su mano. Era un dolor que le causaba pinchazos en su no latiente corazón junto a leves tirones que eran el llamado de su instinto por estar cerca de su mate. Era imposible, al menos por ahora.

Alec se debía marchar a pesar de negarse al ver el rostro de Anneliese al comprenderlo, pero las insistencias de la vampira terminaron por hacerle entender que debía de hacerlo.
Aquello no había evitado que esté le prometiera que volvería pronto en espera de tener alguna solución a la situación en la que estaban rodeados; otra de las razones por las que para él era esencial volver aunque lo negará de todas formas era la sensación que le generó el aroma de un vampiro desconocido para él y el de un lobo en su mate, le causaba una tensión que nunca había sentido en sus miles de años de inmortalidad.

En otras palabras, celos, Alec Volturi nunca había sentido celos de otra persona, el siempre sería superior a todos, nunca se sintió amenazado por otros. No hasta encontrarla a ella.

¿Sería eso un problema, acaso el podría entender y aceptar que en la vida de Anneliese el no podría ser el único presente? Debería de llegar a aceptar de una u otra forma a Seth, porque era imposible que quitarán a Theodore de la ecuación, el no se marcharía dejando sola a su hermana y mucho menos aceptaría conductas que la pudieran poner en conflictos. Quizás el vampiro ya tenía aceptado que los Cullen estarían presentes en ellos dos de cualquier forma, sin olvidar que Aro no dejaría el descubrimiento de aquella especie tan intrigante sin atención alguna.

Anneliese realmente no sabría como analizar cada una de las dudas del vampiro, incluso aunque pudiera leerle su mente, no encontraba que aquello fuera lo correcto, prefería que fuera hablado a tener que ella averiguarlo sin su permiso. Entrar a la mente de alguien a su parecer era algo que sólo debía de ser hecho si la persona daba su permiso, había veces en las que ella no lograba captar cuándo lo hacía pero agradecía que normalmente fuera con su familia ya que ellos entendían que para ella era algo difícil controlar el don de Edward al no ser la portadora inicial.

𝐃𝐔𝐒𝐊 𝐓𝐈𝐋𝐋 𝐃𝐀𝐖𝐍 | ᴛᴡɪʟɪɢʜᴛ | ALEC VOLTURI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora