『 𝟎𝟏𝟕. 𝐞𝐜𝐡𝐨𝐞𝐬 𝐨𝐟 𝐜𝐡𝐚𝐧𝐠𝐞 』

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25 de Septiembre, 2007.
Volterra, Italia.

Volterra, Italia

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Volterra se encontraba en silencio cuando Anneliese y su pequeño grupo llegaron a la ciudad. La calma era casi sobrecogedora después de la intensidad de la cacería que tuvo con su guardia. A pesar de que ni Theodore ni Ethan compartían su alimentación, solían acompañarle para molestarle y tratar de desconcentrarle, o en el peor de los casos, tratar de demostrar que cazar animales era más sencillo que cazar humanos. No lo era. Así que lo aprendían por las malas.

Anneliese guio a Will por las estrechas calles adoquinadas, pasando por los majestuosos edificios que constituían la Fortaleza Volturi. El menor se había unido a la guardia roja por pedido de esta. Y si bien no habían tenido tantas misiones últimamente, si eran enviados a asegurarse de que el orden se mantenía en los clanes menores.

Theodore fue quien abrió la puerta para que entraran y apenas esta se cerró, en coordinación quitaron sus capas que cubrían su cabeza del sol.

— Adelántense, debo de ir a por algo.

Al llegar a los calabozos, donde los seguidores de Joham aguardaban su condena, Anneliese hizo una señal a Serena para que liberaran momentáneamente la influencia de su don. Los prisioneros, aunque conscientes, seguían siendo controlados en su totalidad. La hibrida con una leve reverencia hizo caso a su petición sin cuestionar.

— Serena, ahora tus decisiones son tuyas. Pero recuerda que estás ligada a nosotros por Chelsea, y tu destino está en manos de los Volturi — le murmuro.

— Por supuesto — escuchó a la hibrida murmurar.

Como era costumbre cuando ella era liberada de su labor, iba inmediatamente a alimentarse para luego continuar su trabajo.

Cuando esta abandono el lugar, Anneliese se giró y mantuvo el don de Alec cortando los sentidos de los tres que compartían celda y camino hasta estar frente a las demás que contenían varios híbridos y vampiros encadenados. Anneliese se dirigió a los demás seguidores, ofreciéndoles una elección.

— Chelsea ha tejido sus lazos, pero sus mentes son suyas. Pueden elegir unirse y seguir nuestra autoridad en busca de aprender a vivir de una manera diferente, o enfrentar las consecuencias de sus acciones.

Algunos murmuraron entre sí, indecisos sobre su futuro. Anneliese sabía que la transición no sería fácil, pero estaba decidida a ofrecerles una oportunidad para redimirse. Observo la mezcla de tonalidades de ojos que había en las celdas. Algunos habían optado por cambiar su dieta, mayormente los que eran más jóvenes, y alimentarse de sangre animal. Los que solían negarse y de cualquier manera eran siempre los mayores, aquellos que ya tenían su mentalidad ya desarrollada.

𝐃𝐔𝐒𝐊 𝐓𝐈𝐋𝐋 𝐃𝐀𝐖𝐍 | ᴛᴡɪʟɪɢʜᴛ | ALEC VOLTURI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora