𝐃𝐔𝐒𝐊 𝐓𝐈𝐋𝐋 𝐃𝐀𝐖𝐍 | 𝐭𝐰𝐢𝐥𝐢𝐠𝐡𝐭
❝ 𝘐 𝘸𝘢𝘯𝘯𝘢 𝘴𝘦𝘦 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘶𝘯 𝘳𝘪𝘴𝘦 𝘰𝘯 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘴𝘪𝘯𝘴, 𝘫𝘶𝘴𝘵 𝘮𝘦 𝘢𝘯𝘥 𝘺𝘰𝘶 ❞
「 El clan Cullen se formó mucho antes que con la llegada de Edward a la vida de Carlisle. Anneliese fu...
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— ¿Desde cuándo los vampiros juegan baseball? — preguntó la humana mientras el vampiro acomodaba una gorra en su cabeza.
— Es el pasatiempo nacional, además se acerca una tormenta eléctrica y es el único momento en el que podemos jugar. Ya verás el porque. — respondió Edward con gracia.— Y conocerás a alguien más.
Sin darle tiempo a preguntar a que se refería con las tormentas eléctricas y la persona que conocerían, se subió al Jeep de Emmet junto al vampiro.
Pronto llegaron a su destino, ubicados en un gran campo abierto donde se veía a la familia Cullen reunidos en el centro. A medida que se acercaban Bella no pudo ignorar el hecho de que había un integrante más además de Rosalie, Alice, Esme, Jasper, Carlisle y Emmet.
Aquella castaña de cabello medianamente largo era hermosa, aunque su belleza era mínimamente opacada por la de Rosalie, pero bella total mente.
Y esa belleza era inhumana.
El rostro de la chica era ligeramente aniñado a comparación del resto de la familia Cullen, por lo cuál dedujo por su poca información del mundo vampiro que ella era bastante joven al ser transformada.
Aunque su altura demostraba ser mayor que la de Alice y Rosalie. Claro, si esta no ocupara tacones.
La chica sintió su mirada y se giro a verla desenfocando su atención de Alice. Sus orbes dorados mostrando que seguía la particular dieta de los Cullen de beber sangre animal.
Se acerco donde ellos y saludo a Edward para luego fijar su mirada en Isabella, como si la analizara para luego mirar a Edward con impresión y borrarla rápidamente de su rostro.
— Hola Bella, soy Anneliese, quizás Edward no menciono mucho de mi
Bella pudo pensar que Anneliese lo decía de manera enfadada o indiferente debido a su tono tan neutro, pero noto un ligero destello de broma en sus dichos por la manera en que miro a Edward.
— Edward me contó un poco, pero estoy feliz de conocerte — respondió ella con su usual timidez.
— Igualmente, debo ir con Rosalie, de seguro esta enfadada.
