𝐃𝐔𝐒𝐊 𝐓𝐈𝐋𝐋 𝐃𝐀𝐖𝐍 | 𝐭𝐰𝐢𝐥𝐢𝐠𝐡𝐭
❝ 𝘐 𝘸𝘢𝘯𝘯𝘢 𝘴𝘦𝘦 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘶𝘯 𝘳𝘪𝘴𝘦 𝘰𝘯 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘴𝘪𝘯𝘴, 𝘫𝘶𝘴𝘵 𝘮𝘦 𝘢𝘯𝘥 𝘺𝘰𝘶 ❞
「 El clan Cullen se formó mucho antes que con la llegada de Edward a la vida de Carlisle. Anneliese fu...
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Theodore se sujeto de la muralla más cercana a él y tomó una gran bocanada de aire. Levantó su palma en dirección a su hermana menor pidiéndole un tiempo de espera. Anneliese le vio en silencio preocupada de su estado, su pecho estaba agitado y sentía un cansancio que crecía con cada segundo que pasaba.
— Lo lamento... — murmuró ella sintiéndose culpable.
— No, n-no, esta bien...es solo que — suspiró dramáticamente— No me había mareado así desde hace más de doscientos años, siento que podría vomitar litros de sangre.
Colocó sus dos manos en sus rodillas mientras continuaba regulando su respiración que a pesar de no ser necesaria, fue una reacción involuntaria de su cuerpo para detener el mareo.
La verdad es que ambos sabían el riesgo que corrían al usar como medio de transporte el don de Anneliese, ignoraron las propuestas de Carlisle y Esme sobre conseguir un boleto de avión para un viaje más seguro, pues no conocían a extensión el don de Anneliese y no sabían lo que las largas distancias pudieran causar en ella. Era un tiro en la oscuridad.
Lo cierto es que ambos adultos líderes del clan Cullen temían que algo pudiera pasarle a los dos jóvenes, Esme veía a Theodore como otro de sus hijos y le era imposible ocultar su preocupación en caso de que algo le sucediera a Anne, sabían que si algo salía mal con ella quién más sufriría sería él, si bien todos la amaban el vínculo de ambos era aún mayor. Eran hermanos de sangre, creyeron perderse y se encontraron siglos después, ninguno sería capaz de soportar perder al otro nuevamente. Y Carlisle no podría perdonarse ver a un miembro de su familia sufrir o morir, consideraban a Theo uno más en la familia. Perder a uno de ellos no era algo que estuvieran dispuestos a aceptar.
Pero a pesar de todas sus insistencias, ellos querían viajar a su modo, todos confiaban en las habilidades de la menor de los Cullen y estaban seguros de que ella no trataría llevar al límite sus dones. Grave error. Juntar a Theodore y Anneliese podía provocar tantas cosas buenas como desastres, ambos eran competitivos pero a niveles distintos, él amaba tratarla como niña y hacerle apuestas que sabía que ella aceptaría sin dudar solo para demostrarle lo contrario. Eran un dúo que sin duda era de esperar cometieran alguna equivocación.
Y esta era la clara muestra de ello, el viaje de ida debería de haberles tomado un día y medio al partir el 6 de enero por la noche, pero no contaban con que sus brújulas mentales les jugaran en contra. Y había de aclarar que ni Anneliese ni Theodore eran buenos localizándose en la modernidad del mundo actual. Era fácil para ellos confundir ciudades de España con algunas de Argentina, o ciudades de Portugal con algunas de Brasil e incluso confundir su propio y modernizado país con Irlanda.
