𝐃𝐔𝐒𝐊 𝐓𝐈𝐋𝐋 𝐃𝐀𝐖𝐍 | ᴛᴡɪʟɪɢʜᴛ | ALEC VOLTURI.

『 𝟎𝟏𝟐. 𝐜𝐨𝐧𝐟𝐫𝐨𝐧𝐭𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧 』

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13 de Febrero, 2007.
Volterra, Italia.

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A la mañana siguiente, cuando Anneliese decidió que su meditación podía acabar abrió los ojos. Lo primero con lo que se topó fue el cuerpo recostado de Alec frente a ella. No tenía cerrados sus ojos, la estaba viendo. Su mano apoyada en el brazo de la Cullen.

— Sabes que despertarse viendo que alguien te mira fijamente es incómodo ¿no?

— ¿Te molesta? — murmuró con su voz más ronca de lo normal.

— No, si hubiera sido Theodore o Emmet probablemente si.

Aquello sacó una sonrisa en el vampiro quién miraba cada una de sus facciones. Alec no expresaba mucho, era Anneliese la que quizás era más de hablar. Él lo demostraba con cada actitud que tenía con ella. Si estaba en su campo de visión le era imposible no mirarle, y si no estaba con ella le buscaba. Solía ver cada detalle de ella con lentitud plasmándose su imagen en su mente. Era tímida y callada al principio, pero si se sentía amenazada era lo contrario. Notaba como su ropa aveces parecía sacada de época y sabía que así era, le gustaba usar sus vestidos largos que aún conservaba y que parecían congelados en el tiempo, no se veían desgastados. Miraba a detalle los peinados que a su parecer eran lo más complejo del mundo pero ella los hacía como si no le complicara ni un poco.
Alec nunca se imaginó que en sus miles de años y siglos viviendo tendría una compañera. Se había mentalizado hace muchísimo que siempre tendría a Jane a su lado sin importar nada. Pero sabía que algo había cambiado aquella vez que Edward había ido en busca de los Volturi pidiendo su muerte, ver cómo entró su figura pareciendo mostrarse en confianza. Ver como protegió a su familia frente a Aro. Ella iba a matar a Felix de no haber sido detenida. Lo sabía.

Incluso si en un comienzo sintió rabia al haber sido comparado por su don con el de ella. Pero cambio cuando les guió hacia la salida y ella pasó a su lado ignorándolo. No había sentido tanta sed de sangre en mucho tiempo, se había alimentado hace nada y el solo sentirla pasar cerca de él le había generado sed.

Incluso aunque Anneliese hubiera inconscientemente bloqueado la conexión de alguna forma, Alec se fijó en ella. Y sabía que la hermana de Anneliese, aquella de cabello corto lo sabía. No por nada nunca le advirtió a ella aquella vez que fue descuidado y logro verse cerca del hogar de ellos. Alice había notado a Alec merodeando, quizás el no fue lo más sutil o lo vio venir por su don, sea lo que hubiera sido Alice nunca dijo nada porque sabía que él no estaba ahí por algo malo. No los buscaba a ellos. La buscaba a ella. Y Alec no podría negarlo, por algo había sido el principal a favor de ser ellos personalmente en ir a Seattle a encargarse de esos neófitos. Aro prefería a enviar a otros de bajo rango subestimando el peligro. Y Jane apoyó a su hermano creyendo que lo que hablaba por él era el deseo de matar. Que equivocada estaba.