El seis de enero

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Era el primer año que Nayeon celebraba el Año Nuevo sola. Su familia estaba en Los Ángeles, Tzuyu era con Sana, Minhyuk estaba con su nueva novia. Nayeon estaba en su sofá con una copa de vino tinto en la mano derecha y el teléfono en la izquierda. Estaba viendo en los social media a toda la gente que conocía divirtiéndose y luego estaba ella: en pijama sola en su apartamento. Sana y Tzuyu la habían invitado pero Nayeon no quería estar en esa cena familiar en la casa de Minatozaki.

Sin embargo, en otra casa, Jeongyeon acababa de recibir un mensaje. Cuántas veces había esperado que fuera un insulto de Nayeon, pero fue solo un feliz año nuevo de parte de Jihyo. Contestó a su amiga y luego colgó el teléfono. Nayeon era demasiado para ella. ¿Por qué solo se enamoró de personas que no podía tener? Como si se la merece a alguien. Se metió debajo de las sábanas y trató de quedarse dormida pensando en Nayeon, pero solo obtuvo lágrimas.

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-Tres meses más y obtendremos el diploma. En ese momento finalmente nos convertiremos en ceo. Coloqué un anuncio en línea para encontrar un nuevo asistente.

-Esperemos que sea linda.- dijo Tzuyu desde la cocina.

-Sana me pidió explícitamente que no tomara una demasiado linda.

-Sana debería ocuparse de sus propios asuntos.

-¿Qué hora es?- Nayeon vio en la computadora. Diez y media. Entonces vio la fecha. Era el 6 de enero. La escuela debería haber comenzado el día 5 pero, debido a problemas meteorológicos, habría comenzado el día 7. -Tzu, ¿es el cumpleaños de alguien?

Su amiga salió de la cocina con solo un sujetador deportivo y pantalones cortos. -No que yo sepa.

-¿Cómo puedes quedarte así? ¡Hay dos grados afuera!

-Pero pagamos la calefacción y ahora tengo calor.

-Mh... Seis de enero. ¿No te recuerda a algo?

-Epifanía. Recuerdo cuando le robamos dulces a esa niña. Todavía estoy convencido de que ella es la bruja: era demasiado fea.

-Es como si tuviéramos algo que hacer. No tenemos reuniones, ¿verdad?

-¿No? Consulta la agenda.

Nayeon se levantó, fue a su habitación y leyó el diario. No había nada planeado. Estaba muy confundida: esa fecha le resultaba familiar. Fue a los social media y trató de averiguar si alguien había publicado algo. La story de una persona le llamó la atención. Nayeon arrojó su teléfono sobre la cama y corrió al baño. Después de solo media hora, salió de su habitación con botas de cuero blancas, una minifalda negra, un top blanco y un maquillaje ligero, excepto por el lápiz labial rojo.

-Y entonces me criticaste... ¿Adónde vas en top y minifalda?

-Recordé qué fecha es. Me paso por la empresa.

-Ehm... ¿Vale? ¿Es algo que me involucra a mí también?

-No. Te veo luego.

Nayeon se bajó del ascensor y condujo de inmediato. Condujo rápido y maldijo el tráfico y todos los despistados que conducían delante de ella. Esta vez no llegaría tarde. Pisó el acelerador y pasó un coche. Estaba enojada y bien podría haber noqueado al conductor blanco de Peugeot frente a su automóvil.
Después de otros diez minutos de conducción, llegó a su destino. Aparcó y salió del coche. No había mucha gente en esa calle, así que pasó desapercibido. Se encontró frente a una puerta y llamó. Nadie abrió.

-¿Es posible que este lugar ni siquiera tenga una secretaria?

Después de unos minutos, cuando Nayeon llamó, la puerta se abrió. La estadounidense entró de inmediato y miró a su alrededor. -¿Dónde está ella?

-Nayeon...

-Dije: ¿dónde está ella?

-No es asunto tuyo.

-Tsk. Solo quiero ver quién es esta chica más hermosa que yo. Tzuyu sigue diciendo que lo es y me gustaría verlo con mis propios ojos.-Dos fuertes brazos atravesaron la cintura de Nayeon por detrás. La chica parecía casi más tranquila. -¡Quítame esas manos de encima! Quién sabe qué habrás tocado.- Golpeó las manos.

-Estoy tra... Trabajando. N... No puedes que... Quédate aquí.

Nayeon se giró, la ira se reflejaba en sus ojos. -Ah no? ¿No puedo quedarme aquí? ¿Por qué? ¿Interrumpí algo? ¿Es por eso que te tomó tanto tiempo abrirme?¿Te estabas vistiendo? Tsk. La amiga de tu hermana. ¿Y ella es modelo? Yo diría que es una perra.

-Nayeon... E... Está casa... Casada.

Nayeon levantó una ceja. -Entonces, ¿está engañando a su esposo contigo? Que malos gustos.

-T... Tuene... Cuarenta años.

-¿Entonces te gustan las mujeres mayores?

-Es... U... Un regalo pa... Para el es... Esposo.

-¡Jeongyen-ssi! ¿Estás bien?-preguntó la mujer desde el estudio.

-Ve, la vieja modelo te está buscando.

-¿T... Te quedarás aquí?

-Tsk. ¿Por qué debería? Solo quería ver si ella realmente es más hermosa que yo como dicen.

-N... Nadie es más hermosa que... Que tú.

-Lo sé.

-I... Incluso co... Con los brazos cruza.. Cruzados y... Y tus cejas fru... Fruncidos, te ves hermosa.

-No es necesario que me lo digas.- Jeongyeon sonrió, luego se giró y entró al estudio. -¿Qué estás sonriendo? ¡Idiota!- La vio alejarse. -Debería quedarme para ver si realmente es más hermosa que yo.

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Nayeon tenía una pierna sobre la otra y miraba a la mujer salir del estudio. -Tsk. ¿Más hermosa que yo? Apuesto a que aun de joven solo tenia la mitad de mi belleza.- se dijo a si mismo.

-Gracias, Jeongyeon-ssi. Es bueno que te hayas convertido en fotógrafa. Eres la única en quien confío. Todavía recuerdo cuando eras pequeño así.- dijo, indicando una altura de aproximadamente un metro veinte.

-D... De nada. Avísame... Saber si e... Están bien

-Seguro que estarán bien. Gracias, cariño.- La señora vio una figura en el sofá. -¿Señorita Im Nayeon-ssi?

-Soy yo.

La modelo sonrió. -Me recuerdas mucho a mi joven. Eres muy hermosa.

-Gracias.

-Voy. Hasta pronto, Jeongyeon-ssi.

-Adiós.

Nayeon esperó a que la modelo se fuera y luego se levantó del sofá. -No era tan bonita como decían.

-C... Cuando y... Era más jo... Joven lo era.

-¿Cuánto quieres por este tipo de foto?

-Ella hi... Hizo doce...

-No me importa lo que hizo. ¿No tienes un precio estándar?

-De... Depende de cuanto so... Son grandes.

-Cien por ciento cuarenta.

-¿Ta... Tan grande? ¿Do... Dónde lo vas a poner?

-En mi habitación, pero no es asunto tuyo. ¿Cuanto tengo que pagar?

-Bla...

-Sí, en blanco y negro.

-Cincuenta...

-¿Cincuenta mil?- Jeongyeon asintió. -Se puede hacer. Tzuyu y yo vendremos.

-¿Cuando?

-Cuando queramos.

soy soft para nayeon celosa

Extrañeca|2YEON|ESPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora