Extrañeca|2YEON|ESP

Gemelos

Nayeon estaba trabajando en su cama. No iba a trabajar en ese momento, pero todavía trabajaba desde casa.

-Félix, ¿Tzuyu está ahí? No me contesta.

-Sí, está en su estudio. Voy a llamarla

-Me siento tan culpable por hacerla trabajar ahora que nació su hijo.

-No se preocupe señorita. No es su culpa. La señorita Chou lo sabe.

De hecho, exactamente una semana antes, nació el pequeño Yangyang. Desde entonces, Jessi y la Sra. Minatozaki dedicaron todos los días a ayudar a Sana. Jieun y Joy ayudaron mucho tanto con Nayeon como con Sana, pero la directora ejecutiva pensó que ella podía manejarlo todo sola.

-Nay, dime.

-Ehm... Ese tipo me contactó... Señor...- Se llevó una mano a la cabeza. Simplemente no podía recordar ese nombre.

-¿Schneider?

-Exacto, él. Estaba preguntando por qué las veinte computadoras portátiles aún no han llegado. ¿Puedes comprobar lo que hicieron en stock?

-Inmediatamente.

-Gracias, Tzu.

Terminó la llamada y puso su teléfono al lado. Se levantó para ir al baño. Había comido cosas que Joy había preparado la noche anterior y tenía algunas en el estómago. Sin embargo, cuando llegó a la ducha, se sintió mojada. Sus ojos se abrieron. Revisó sus bragas y notó que había un líquido diferente al habitual.

-Vale... Creo que se rompieron las aguas.
¿Pero no es temprano?

Tomó un respiro profundo. Salió del baño y llamó a Jeongyeon.

-¿Amor?

-¡Jeongyeon! ¡Creo que las aguas se han roto! ¿Qué debo hacer?

-¿¡Eh! ¡Calma! Llama a Eunji y Jieun y vendré enseguida.

Nayeon inmediatamente llamó a su madre, quien corrió hacia ella junto con Eunji. De hecho, en cinco minutos estaban con ella.

-Tenemos que movernos. Vamos a llevarla al hospital.- dijo Eunji.

Jieun ayudó a su hija a levantarse de la cama y la llevó al ascensor. Desde allí condujeron hasta el auto de Nayeon que conduciría Eunji. Jieun estrechó la mano de su hija, que había comenzado a sentir los primeros dolores.

-Llamo a Jeongyeon y le digo que se una a nosotras.- dijo Jieun. Tomó su teléfono, sin soltar la mano de su hija, y llamó a su futura nuera. -Jeongyeon, vamos de camino al hospital.

-Estoy yendo en este momento.

-Eomma... Dile que... Que lleve la bolsa con... Cosas.

-Jeong, escúchame. Consigue la bolsa con las cosas para Nayeon y los niños.

-Vale, ahora... Ahora... Ya voy.

Nayeon se rió al escuchar lo alarmada que estaba su prometida. Jieun terminó la llamada.

-Eomma... Me duele.

-Lo sè cariño. Piensa que después tendrás dos pequeños en tu brazos. Piensa en la feliz que será Jeongyeon. Vuestro deseo está a punto de ser concedido.

Nayeon permaneció en silencio, tratando de soportar el dolor. Cuando finalmente llegaron al hospital, Jieun llamó a una enfermera, mientras que Eunji fue a estacionar el coche y luego llamó a Jeongyeon para saber dónde estaba.

-Buenos días, señorita Im. Mantente relajada. Vamos a comprobar la regularidad de las contracciones.- le dijo la chica. Nayeon estaba acostada en una cama mirando a la enfermera monitorear sus contracciones mientras sostenía la mano de su madre con fuerza. -Todavía no es el momento.

-Esperamos que... Que Jeong...

-No te preocupes, estará volando aquí.

Mientras tanto, Tzuyu y Sana habían llegado a la sala de espera y se detuvieron para hablar con Eunji.

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-Transfirieran a ella.

-¿Dónde está? ¿Adónde me están trasladando, eomma? ¿Y Jeong? ¿Por qué no está aquí todavía? ¡Dile que no se presente o la mato!

-Cariño, cálmate. Vamos a la sala de partos.- le dijo Jieun.

-¿¡Y dónde diablos está Jeongyeon!?

Cuando salían del salón, Tzuyu ñad vio y se acercó a Jieun. -¿Está a punto de dar a luz?

-Sí. ¿Jeongyeon?

-Ahora la llamaré.- Tzuyu cogió el teléfono y llamó a Jeongyeon. -Extrañeca, ¿dónde estás? Dos formas de vida están a punto de emerger de la sin tetas que solo se queja. Será mejor que llegues allí antes de que te mate.

-Yo... Estoy aquí. ¿Dónde está... Estáis?

-Segunda planta. Muevete.

Tzuyu colgó. Fue cuestión de un minuto y llegó Jeongyeon. Vio a Tzuyu y le dejó las bolsas en la mano.

-Dónde está...

-A la derecha.

Jeongyeon corrió y abrió la puerta de la sala de partos. Jieun estaba feliz de verla porque Nayeon estaba gritando que quería a Jeongyeon. La mujer cedió su lugar a Jeongyeon, quien inmediatamente estrechó la mano de su prometida.

-Ahora estoy aquí.

Nayeon comenzó a llorar. -Pero no estabas allí antes.

-Pero ahora lo estoy. Cariño, estoy aquí para ti y los niños.

-Nayeon, ahora tienes que escucharme. Debemos cooperar.- le dijo la doctora. - Empuje y respire profundamente.

-¡Respire tú!

-Nayeon... Intenta empujar.

-¡No me digas qué hacer!

-Cuando estamos embarazadas somos intratables, no le hagas caso.-le dijo la doctora a Jeongyeon, quien miró a su novia, escandalizada y llena de vergüenza por cómo se estaba comportando.

-Nay...

-¿¡Qué quieres, idiota!? ¿Te parece fácil? No estás dando a luz.

Jeongyeon decidió callarse y continuar estrechándole la mano. Nayeon estaba empujando pero con gran dificultad. El médico la ayudó y, con gran esfuerzo, Nayeon pudo presionar con más fuerza.

-Veo la cabeza. Sigue empujando.

Fue duro pero nació el niño. Sólo quedaba la niña. La enfermera le mostró el bebé a Jeongyeon, quien estaba tan feliz de verlo que comenzó a llorar. Nayeon siguió pujando y el bebé nació media hora después. La enfermera mostró la bebé a las dos madres que lloraban felices. El pequeño inmediatamente terminó en las manos de Nayeon y, cuando el cordón fue cortado y cubierto, la pequeña fue sostenida por Jeongyeon quien la miró con amor. La niña tenía los ojos y los labios de Nayeon. Su nariz se parecía a la de Jeongyeon y también había tomado sus pómulos. Su nombre, decidido incluso antes de que naciera, era Wonyoung. El pequeño, Jake, tenía los ojos de Jeongyeon, su sonrisa y los labios de Nayeon. Ambos tenían el pelo negro.

-Bienvenidos a esta familia un poco molesta.- dijo Nayeon, riendo.

Elige a la protagonista del libro que estoy empezando a escribir:
• Tzuyu
• Sana
• Mina
• Momo