Extrañeca|2YEON|ESP

Aceptar

Una vez de regreso en Seúl, Jeongyeon había reanudado el trabajo felizmente. Eunji les había prometido que las visitaría siempre que fuera posible y, por supuesto, Jieun le daría días libres. Fue increíble para Jieun que su doncella también fuera su probable futura pareja política.

-No, mamá, no tenía ni idea. ¿Por qué me estás preguntando? Nayeon lo sabe.

Tzuyu estaba harta de su madre. Iba a volverse loca. En ese momento estaba en el hospital con Nayeon, quien esperaba los resultados.

-Felicitaciones, está embarazada.- dijo la enfermera.

-¿¡Está embarazada!?- gritó Jessi.

-Mamá, te llamo de vuelta.- Tzuyu colgó. -Ahora tienes buenas noticias que darle a la Extrañeca.

Después de hablar con la enfermera, las chicas se fueron y Nayeon comenzó a pensar en cómo decirle a Jeongyeon.

-¿Qué tengo que hacer?

-Cena con ella esta noche y díselo.- le dijo Sana.

-Las cosas simples son las que ama la Extrañeca.- Nayeon asintió. -Qué cosa más bonita... Nuestros hijos tendrán la misma edad.

-Es como siempre lo hemos soñado.

Sana sonrió mientras miraba a las dos amigas. Nayeon las saludó y se subió al auto, rumbo a su casa. Una vez allí, se acercó a la estufa tratando de hacer el plato favorito de su novia, golbangee muchim. No podía llamarse la mejor cocinera, pero ciertamente había aprendido mucho de Jeongyeon. Impaciente, la llamó.

-¿Amor?

-Baby, ¿cuándo desconectas?

-En media hora.

-Regresa a casa inmediatamente cuando termines.

-Está bien... ¿Pasó algo?

-No. Sólo quiero verte lo antes posible.

Jeongyeon sonrió desde el otro lado. -Ve... Vengo enseguida. Ta... También puedo terminar mañana.

-Entonces date prisa.

Jeongyeon terminó la llamada, cerró la computadora portátil y saludó a su secretaria. Se montó en el coche y se dirigió rápidamente a su casa. Una vez allí, encontró a su novia sentada en el sofá. Nayeon inmediatamente se puso de pie y le dio un beso.

-¿Qué... Qué es este olor?

Nayeon sonrió. -Golbangee muchim.

-No es nuestro aniversario...

-No hay motivación para hacer los mimos a mi novia.- Nayeon caminó hacia la mesa y Jeongyeon la siguió. Ambas se sentaron y comenzaron a comer. -Últimamente tengo más hambre que de costumbre.

-¿Es estrés?

Nayeon se rió entre dientes. -Tal vez.- Jeongyeon de repente se sonrojó. -¿Que pasa?

-Eres muy hermosa.

Esta vez fue el turno de Nayeon de sonrojarse. Miró hacia abajo y pensó en la suerte que tenía de formar una familia con Jeongyeon. Cuando terminaron de comer, Nayeon tomó los platos y los puso en el lavavajillas. Jeongyeon la tomó como su esposa y la llevó a su habitación. Se sentó en la cama y Nayeon puso sus piernas alrededor de la cintura de Jeongyeon y sus brazos alrededor de su cuello. Empezaron a besarse como si no se hubieran visto en años. Jeongyeon fue la primera en insertar la lengua y Nayeon sintió la necesidad de tener más, pero sabía que tenía algo importante que hacer. Se apartó de Jeongyeon, quien la miró confundido.

-Tengo que decirte algo, amor.

-¿Qué?

Nayeon sonrió y miró hacia abajo. Tomó la mano de Jeongyeon y la colocó sobre su vientre. -Estás tocando a tu hijo.

-¿Golbangee muchim?

Nayeon se rió entre dientes. -¡No! ¡Lo digo en serio!

-Yo... Yo... Yo...

-¿No estás feliz?

Jeongyeon miró hacia abajo.

-Señorita Yoo, esta es una oferta imperdible. ¿Por qué se niega?

-Verás... Yo tengo... Yo tengo novia.

-Su novia debe estar feliz.

-Y de hecho lo se... Sería pero... Ella no puede mo... Moverse y yo... No quiero perderla.

-Piénsalo. Podría ganar bien. Solo serían dos años, luego volvería aquí.

Jeongyeon miró hacia abajo. -Dos años es demasiado tiempo.

-Pero con el dinero que gane podrá hacer feliz a su novia. Ella podría venir a verla. ¿No hay algo que le gustaría hacer con ese dinero?

-Yo... Quiero pedirte que se case... Conmigo pero... Todavía no puedo pe... Permitirme el anillo que me gustaría co... Cómprarle.

-Piénsalo. Con ese dinero podría pedirle que se casara con usted. ¿Y noe gustaría tener independencia económica?

-¿Dos años?

-Sólo dos años.

Jeongyeon extendió su mano.

ೃ⁀➷

Mina estaba en casa de Momo. Estaban cocinando juntas para sus amigas.

-¿Escuchaste lo de Nayeon?-preguntó Momo.

-¿Cosa?

-Está embarazada.

-Eh!? ¿En serio?

-Ella y Jeongyeon están esperando un bebé y tú aún no tienes pareja.
Entonces, ¿por qué dejaste de salir con Chae? Aún no lo he descubierto.

-No me gustaba en ese sentido, eso es todo.

-Mh... Que mal. ¿Hay alguien que te gusta?

-Ninguno.- Se hizo el silencio entre los dos. Mina estaba esperando los tomates pero algo la seguía torturando. -Momo... Yo...

-Dime.

-Tuve una fase en la que... Me... Me gustaban las chicas.

-¿Una fase?

-Pensé que me gustaba Chaeyoung.

-¿Y entonces?

-Y entonces me di cuenta de que es solo una fase.

-¿Estás convencida de que es una fase?

-Sí.- Mina se colocó un mechón de cabello detrás de la oreja.

-No creo que haya sido sólo una fase. Creo que eres bisexual.

-No, no es posible.

-¿Por qué no lo es?

-Porque... Sé que no me gustan las chicas. Fue justo entonces.

-Quizás te estás engañando a ti misma.

-No importa. Pon la pasta en la olla.

-Ser bisexual no es un delito.

Mina se mordió el labio inferior. -Lo sé pero... No puedo serlo.

-¿Por qué no puedes?

-No lo sé... Me siento rara solo de pensarlo.

-A veces es normal al principio. Necesitas tiempo pero no niegues la evidencia. Si realmente amas a Chaeyoung, entonces te hará feliz estar con ella y en ese momento apenas te importará tu orientación sexual.

-Sí, pero...

-Haz como quieras. Creo que deberías empezar a pensar en los aspectos positivos. Tarde o temprano tú también te aceptarás a ti misma. ¿Qué piensas? ¿Que estaba feliz de saber que amaba a Dahyun? Mi padre es homofóbico y yo me he condenado durante mucho tiempo. Yo... Vine a cortarme por esto.

-¿Lo hiciste? ¿Cuándo?

-Cuando teníamos dieciséis años. Finalmente logré aceptarme y amar a Dahyun y mi vida ahora. No cambiaría nada.

Nayeon está embarazada Jeongyeon se va a Australia. Si se encuentra con Rosé entonces sale Ryujin