Capitulo 7. Nueva vida

4.5K 503 19
                                    

Hace una semana que me instale en el campo, mi vida aquí es tranquila apenas si dispongo de varias personasdos a mi servicio y la verdad es que no necesito más. Aquí puedo estar tranquila nadie se ríe de mi y menos me humilla por mi apariencia. Aquí nadie me juzga, creo que es una buena manera de empezar de cero.

— Señora ya le traje la prensa como pidio —

— Gracias Ana puedes retirarte.— digo amablemente y recogiendo los periódicos.

Comienzo a ojearlos, parece que no ha ocurrido nada desde mi partida eso es bueno. Una página llama ni atención, esto parece ser una sección de cotilleos, de verdad estoy interesada en leer esto? La curiosidad es más fuerte que la razón así que comienzo a leer...

La Gaceta de Lady Cotilla

Curiositas y curiositos después de la muerte repentina del Duque de Winsor, su sobrino Andrew es el nuevo heredero. Si curiositas todas las matronas de Londres y alrededores tienen puesta la vista fija en él. El soltero más codiciado de Londres ya porta título y fortuna...

También ha llegado a mis oídos que Lady Anwen ha abandonado Londres después de enviudar, quién diría que una señorita de diecinueve años ha escapado y dejado todo atrás. Se rumorea que ella pudo estar detrás de la muerte de su esposo ya sabe son cosas de alcoba...

Poco se sabe de ella la verdad, nunca fue presentada en sociedad, y eso que su padre es un importante lord y su madrastra ostenta el título de condesa. Se dice que su belleza deja que desear, que es una dama poco agraciada y la apodan como Lady Adefesio... Pero una servidora no lo puede corroborar ya que no he tenido el placer de conocerla en persona.

Sin nada más que contar os dejo hasta mi próxima publicación se cuecen muchas cosas en Londres ya que recién comienza la temporada.

Lady Cotilla.

No debería haber leído esto, nunca pensé que fueran hablar de mi, al menos al estar lejos nadie podrá reírse de mi. Me siento en el porche de la casa y comienzo a pelar las judías verdes,  Ana no hace más que regañarme dice que no son cosas que deban hacer las damas, pero con la asignación que tengo debo pagar los sueldos y la comida de la casa, todavía me resta un poco pero prefiero guardarlo por si hay algún imprevisto, echo tanto de menos a Esteban! Gracias a él salí de esa casa, también echo mucho de menos a Andrew solo deseo que no me odie por irme de la casa, mi corazón siempre será suyo

***

Dos meses después...

— Señora ha llegado una carta para usted — dice Ana acalorada.

— Ana cuántas veces le he dicho que no debe de correr tanto y menos en su estado, no creo que sea algo tan importante para que venga tan acelerada—

—Lo siento señora, pero no deseo que prescinda de mi cuando de a luz—

— Y no lo haré, yo me ocuparé de tu trabajo hasta que estés recuperada—

— No puedo permitirlo, es usted una dama no puede ocuparse de...—

—No siga Ana, esto no es objeto de discusión. Y ahora retirese a descansar.—

— Es usted cómo un ángel, Diosito le debe tener algo bueno guardado.—

Ahora que lo dice llevo sin asistir a misa desde que me marche de Londres, mañana domingo acudiré presta a la primera misa.

Abro la carta y comienzo a leer, por lo que veo es una carta de mi madrastra, ni siquiera aparece un saludo educado veo que ya comenzamos mal, no espero nada bueno de esta lectura.

.....   .........

.........

Te escribo esta carta para exigirte que pagues unas deudas que tu padre ha contraído. Como su hija debes hacerte cargo. Sino lo haces me veré en la obligación de denunciarte ante la prensa.

Si no dispones del suficiente dinero puedes vender la casa que te dejo tu esposo. Recuerda de dónde vienes y que todo lo que tienes es gracias a nuestra bondad.

XXX

Cojo el papel y lo arrugó de inmediato, con que cara viene a exigirme a mi nada, ella que no ha mostrado ni una pizca de cariño hacia mi persona, ella que me ha maltratado y humillado constantemente, ella que me aparto y me obligó a vivir en un desván polvoriento, ella que me prohibió ver a mis hermanos, ella que nunca me compro ropa, ella que me obligaba a comer en la cocina con el servicio....

Paso un rato pensando en la situación,  de verdad estoy pensando en vender la casa y darles todo el dinero que tengo ahorrado? Entonces yo de seguro me quedaría en la calle y para qué para no recibir ni un gracias de su parte.

No, esta vez me niego! Ya les he permitido demasiado, ya no les tengo miedo, por lo menos no estando tan lejos de ellos.

Me acerco al escritorio, cojo papel y pluma y comienzo a redactar una carta.

Estimada Madrastra...

Le informo que no dispongo de la cantidad que me solicita, tampoco voy a vender mi casa, como comprenderá no voy a vivir en la calle, para satisfacer los vicios de mi padre y sus lujos absurdos.

También le informo que no soy responsable de las deudas de ese que usted llama mi padre, ya que para mí dejo de serlo el día que se casó con usted.

Tampoco debo de agradecerle nada, a no ser que cuenten las palizas y las humillaciones en cuyo caso tampoco debería agradecer que usted me hiciera la vida imposible desde los ocho años.

Por último, publique lo que desee pues más bien poco debe importarme ya que para la sociedad yo no soy nadie, solo una jovencita que supo casarse con un viejo Duque, además que mi fealdad y mi falta de modales ya son conocidos por todos. Gracias al apodo que usted misma me dio y se encargó de difundir por todo Londres.

Sin más preámbulos se despide no esperando ser molestada jamás por usted o por ese que un día fue mi padre...

Lady Adefesio

Pd: Recuerde que puede trabajar o vender sus joyas y vestidos para pagar la deuda y si aún así no es suficiente puede despedir al servicio y ahorrar unas libras...

Cierro la carta y llamo al mensajero, en el momento que lo veo marcharse me arrepiento de haber escrito todo esto.

Pero que hecho, yo vivo aquí aislada en el campo pero y si esto repercute de algún modo a Andrew... ¿Y si piensa qué soy una mala persona por no ayudar a mi progenitor?

Ojalá y no! un día más echándote de menos y un día más para poder olvidarte. Tú te mereces alguien mejor en tu vida no alguien como yo, una Lady Adefesio.






Lady AdefesioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora