Ya hace unos meses que vivo en Londres en la casa de los duques, aunque son buenos conmigo no puedo evitar sentirme fuera de lugar.Está no es mi casa, este no es mi hogar. Echo mucho de menos a mamá y papá, incluso a la pesada de mi hermanita.
A papá y a la pequeñaja los veo una varias veces al mes. No entiendo porque mamá tomó la decisión de mandarme aquí y menos que papá no haya echo nada para remediarlo.
Ya se que él no es mi padre de verdad, de eso me enteré hace unos años en el pueblo. Y aunque me enfade mucho con mis padres. En este momento me da igual Jhonatan es mi padre y nadie más.
La adaptación en el nuevo colegio no ha sido lo buena que se podría esperar, no tengo amigos y aunque la mayor parte de la culpa es mía. Ellos tampoco ponen las cosas fáciles.
Al menos estoy centrado en los estudios, quiero ser abogado o quizás juez y así poder llevar a la gente mala a la cárcel. Así no harán lo que le hicieron mamá.
Beth se muere por qué la lleve al baile y no entiendo muy bien el por qué? Se que hay chicos de mi colegio que quieren invitarla... Algunos de ellos lo hacen por interés.
Hace tan solo los días escuché a dos chicos hablar en el baño. El primero le comentaba al segundo que debía acercarse a la hija de los marqueses y con el tiempo seducirla. Ninguna señorita sería mejor partido que ella la señorita Elizabeth de Windsor.
Creo que no me interesaban las chicas hasta esta tarde, la loca esta me ha besado y ese beso ha despertado se sensaciones hasta ahora desconocidas para mí.
Ahora no puedo dormir, tampoco puedo estudiar. Es imposible que me concentre, se hicieron los ojos solo la veo a ella posando sus labios sobre mi mejilla...
****
Bajo a desayunar, solo estamos en la mesa Andrew y yo. Por extraño que parezca no están ni Anwen, ni Beth.
Andrew me explica sin yo pedírselo que se han marchado temprano para comprar un vestido bonito y un prendido para el cabello.
Termino de desayunar y subo a mi dormitorio, la verdad es que no tengo mucho que hacer, por lo que cojo un libro y me dispongo a leer en el jardín. Bajo la mirada y veo como un traje negro está colocado en el galán.
Que manera más tonta de tirar el dinero, no necesitaba un traje nuevo para asistir a ese estúpido baile.
El día pasa tranquilo cuando llegan las cinco me visto y atuso un poco mi pelo. Bajo hasta el recibidor y allí veo como los duques esperan abajo sonrientes.
Intento sonreír pero no me sale, no puedo fingir que estoy feliz, cuando es evidente que no lo soy.
Andrew me da una cajita y me su ciudad que debo dársela a Beth.
Miro hacia la escalera y veo a un ángel bajar del cielo, Beth está guapísima, su pelo cae en bucles por su espalda y lleva un vestido blanco adornado con mariposas.
No soy capaz de articular palabra, de un momento a otro está se pone a mi altura.
Estiró la mano y le entrego la caja, ella la abre y dentro hay una orquídea. Carraspea indicándome que debo hacer algo, miró la cajita y sacó la orquídea veo que es para colocarla en la muñeca. Se la colocó y me aparto rápidamente, agachó la cabeza y miró hacia el suelo.
No paso demasiado tiempo así, gracias al cielo Andrew abre la puerta y nos lleva hasta el carruaje.
Pocos minutos después nos hayamos en la puerta del colegio de Beth, esta
se coge de mi brazo y casi me empuja hasta el interior.Pensaba que el colegio de Beth sería muy diferente al mío y para mí sorpresa es idéntico al mío, se ve que además de usar a el mismo arquitecto, también han contratado al mismo interiorista.
Que decepción, pero bueno... pasamos hasta un gran salón, este está adornado con un sinfín de variedades florales.
Nos sentamos en una de las mesas y en silencio observamos a las parejas bailar.
— Se ve que tú tampoco eres muy popular—
—Tu eres idiota...—responde Beth y sale corriendo hacia el jardín trasero.
La verdad es que soy idiota, tiene razón no sé por qué he dicho eso. Si hay varias chicas que por envidia no la dejan en paz.
Salgo tras ella y la interceptó en la puerta.
—Señorita Elizabeth, sería tan amable de concederme un baile?—
Ella sonríe y tiende su mano. Camino junto a ella hasta el centro de la pista.
La música comienza a sonar, cierro los ojos y recuerdo como mamá bailaba conmigo. Un empujón me saca de la ensoñación.
— Vaya, vaya... No sabía que los hijos bastardos estaban invitados —dice James Wilson a mi espalda.
No se merece ni que le responda, en otro momento le habría dado un puñetazo en su estúpida cara, pero recuerdo que Anwen se disgustaría mucho y Beth sería la comidilla del colegio.
Continuó bailando y de nuevo otro empujón.
— Señorita Elizabeth sería tan amable de concederme un baile y dejar de bailar con ese pordiosero—
Esta vez olvidó todo, solo le invade la rabia, un calor tremendo recorre mi cuerpo. Nunca antes había sentido tanta furia.
Lo agarro de las solapas de la chaqueta y lo levanto. Beth se mete por el medio y es ella la que rápidamente le pega un puntapié en sus partes nobles.
— Gael, no es lo que tú dices! Además te recuerdo que cuando herede... su fortuna triplicará la tuya. Además el también es de casa noble en cambio tú...—
Ese que pido se siente avergonzado ante las palabras de Beth, aparte de haberle herido físicamente también, lo ha hecho en su orgullo.
Pero no es el único humillado aquí, todo el mundo se mofa y se ríe de mí...
Una dama me ha defendido ante todos.Salgo el salón a toda prisa, Beth me sigue.
— Lo siento, se que no debí meterme. Pero de no haberlo hecho te habrías metido en graves problemas.— dice agarrándome por la espalda.
— Suéltame— responde enfadado y agito mis brazos, sin quererlo consigo hacer caer a Beth.
Ella está en el suelo tirada, con la cara empapada en lágrimas. Mi corazón se hace trizas en ese mismo instante.
Tiendo mi mano para ayudar a Beth a levantarse, pero solo recibo un manotazo. Se levanta sola y se dirige hacia la puerta, allí nos espera el carruaje.
Ella no me dirige la palabra en todo el camino, creo que he arruinado su baile. De verdad soy estúpido, nada de lo que hago con ella lo hago bien.
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Lady Adefesio
RomanceAnwen queda huérfana de madre, después de unos meses su padre decide casarse de nuevo para darle una madre a su adorada pequeña. Pero no será una madre lo que encuentre precisamente la pequeña Anwen sino más bien un verdugo, ella se encargará de ens...