Capitulo 36. Noticias de Mariam

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La Gaceta de Lady Cotilla

Buenos e interesantes días Curiositos y Curiositas. En la noche de ayer tuvo lugar la gala de beneficencia de Lady Morgan. Ya es conocido por todos que sus ágapes no dejan indiferentes a nadie.

Se comenta que fue cuantiosa la recaudación para los arreglos del orfanato. Pero dejemos ese tema ahí y vayamos a lo que de verdad nos interesa.

Entre los asistentes se pudo ver cómo la Duquesa de Winsor, anteriormente conocida como Lady Adefesio, llevo a la cena a su nueva protegida y a la abuela de esta. Además de a su pequeña hija. Será que un día será tan bella como su madre...

Una servidora espera ver y contar mucho sobre cómo será está jovencita. Por cierto el Duque sigue tan apuesto como siempre. Es una pena que ande loco de amor por su esposa...

Hace casi un año que no vemos a Lady Mariam, hubo una época que estas dos eran inseparables. Será qué cometió una falta y sus padres la recluyeron en la casa de campo? Bueno es sólo una teoría o no? Tampoco se ha vuelto a saber nada de su enamorado Lord Stevens, no se vosotras curiositas pero a mí me da en la nariz que solo fue un capricho de niño bien...

Y ahora vamos a lo de verdad jugosito!

Se pudo escuchar como Lady Anwen puso en su lugar a su madrastra y hasta su mismísimo padre! Las palabras que les dedicó para nada fueron agradables.

Será verdad que la pobre sufrió una infancia y adolescencia tan mala, eso ya una servidora no lo puede saber. Pero se comenta que la Condesa se la quiso quitar del medio desde el momento en que la supo de su existencia.

Y por último se escuchan rumores de un club clandestino de lucha entre caballeros. Allí acuden a liberar tensiones algunos de los hombres más poderosos de todo Londres. Será que la policía hace la vista gorda y no cierra el club porque entre ellos puede estar el mismísimo comisario.

Cosa que no afirmó, solo son las elucubraciones de una modesta dama.

Lady Cotilla

***

— Andrew, sería factible que... pudiese contratar los servicios de un detective privado?—

— Anwen, que te aflige? No estarás pensando en desenmascarar a esa Lady Cotilla!— dice doblando el periódico y dejándolo sobre la mesa.

— No, la verdad que no. Pero no estaría mal saber quién se esconde detrás de ese seudonimo—

— Anwen, no te vayas por las ramas. Para que quieres los servicios de un detective privado—

— Quiero localizar a Mariam, estoy preocupada, no me creo las cosas que dicen sus padres. Y si está muerta? Debí haberla buscado mucho antes, quizás ahora sea tarde.—respondo con la voz entrecortada y afligida por la pena que me embarga.

— No seas dramática, estoy seguro de que no está muerta, pero si te quedas más tranquila ahora mismo redactar una nota y pediré los servicios del mejor detective privado de todo Londres—

— Sabe que lo amo, señor?—

— Mmm... no sé yo quizás me lo podría demostrar señora—

— Sabe que soy una dama casada con un caballero muy posesivo y celoso—

— Posesivo si! Celoso quizás un poco pequeña— dice Andrew abrazándome por detrás y dejando dulces besos sobre mi cuello.

— Andrew, nos pueden ver?—

— Pondré el cerrojo en el despacho, no te preocupes por eso—

Me lleva hasta el pequeño sofá y me tumba, levanta la falda de mi vestido y acaricia mis piernas desnudas. Todo esto lo hace sin dejar de besarme. Se separa un momento de mi y baja sus pantalones.

Su plenitud está dispuesta y preparada para sumergirse en mi interior, aparta la tela que cubre mi intimidad, comprueba con sus dedos la inmensidad de mi humedad y de un solo movimiento se introduce en mi interior.

Un gemido sale de mi boca. Andrew tapa mis labios con los suyos para amortiguar mis jadeos.

Sus movimientos lentos, se convierten en una dulce tortura, un nudo comienza a formarse en mi interior, el parece notar mi desesperación y embiste más rápido y fuerte, pocos segundos después me sumerjo en tan ansiado placer.

En el justo momento en el que Andrew alcanza el clímax, tocan a la puerta. Tarda unos segundos en responder, tras recuperar el aliento pregunta cuál es la premisa. La señorita Louis le informa que en la sala hay un caballero esperándolo.

Se separa de mi, coloca mi ropa y después la suya. Deja un dulce beso sobre mis labios y sale hacia el encuentro de ese caballero.

Salgo del despacho acalorada y con verguenza y me dirijo a aseasrme, ahora mismo debo de oler a sexo y a lujuria.

***

Un mes después...

— Anwen mi amor, ven aquí hay alguien que te trae noticias...—

Noticias será que por fin ese hombre, ha dado con el paradero de Mariam? Será que está bien? O por el contrario le habrá sucedido algo malo.

— Buenos días, caballero, soy Lady Anwen—

— Encantado mi Lady, en este sobre esta todo lo que me habían pedido. Ahora sí me abonan mis honorarios podre partir hacia otro encargo—

Andrew saca la chequera y le extiende un cheque, creo que antes deberíamos haber comprobado que este sobre contiene información. Puff! A veces no puede dejar de ser tan desconfiada.

Me voy hasta el sillón que hay cerca de la ventana, tomó asiento y abro el sobre lacrado. Saco varias páginas de su interior y doy un suspiro.

Lo primero que veo es una dirección, no es de Londres como esperaba. Andrew me dice que es una pequeña locadalidad al sur del país. Está bien al menos ya sabemos dónde se encuentra.

Sigo leyendo y aquí si me quedo sorprendida, el detective relata que dicha señorita vive en una modesta casa, acompañada de una señora mayor y un bebé de aproximadamente dos meses.

Dejó los papeles sobre mis piernas y comienzo a llorar. Será que sus padres la abandonaron por qué dar embarazada? Sabía que Lord Stevens no era se fiar, pero aprovecharse de ella para después desaparecer? Eso es rastrero y vil de su parte.

— Anwen, no llores en un mes saldremos hacia allí, tenemos que organizarlo todo. No está nada cerca de Londres. Pero al menos quédate tranquila ya sabes que está bien—

— Y si no quiere verme? Y si me rechaza?—

— Tú no la abandonaste, no has dejado de pensar en ella en todo este tiempo, estoy seguro de que se alegrará un montón de verte.—

— Está bien, en un mes podremos volver a verla—.

Lady AdefesioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora