Siete años después...
Estoy emocionada, llevo sin ver a Gael varios años. Cuando teníamos quince años lo llevaron interno al mejor colegio de todo Londres. Así que las únicas veces que podía verlo era en las fiestas y no en todas porque en muchas de ellas se marchaba con su padre y su hermana.
Este año se gradúa en la universidad dicen que su inteligencia es prodigiosa, ha terminado la carrera en tan solo dos años.
El año pasado debí de haber sido presentada en sociedad, pero me negué. No quiero conocer a nadie, yo ya se con quién me he de casar... solo espero que el no lo haya olvidado.
Escojo el vestido más bonito de la boutique, también arreglo mi cabello y pongo un poco de polvo sobre mi rostro.
Estoy tan emocionada, esta tarde será la ceremonia de graduación y por fin será libre de estudios y trabajos. Al fin nos podremos casar... no me importa el lugar donde vivamos, solo quiero pasar el resto de mi vida con él.
****
Caminamos hasta la zona de asiento, allí nos quedamos viendo toda la ceremonia, escucho como lo llaman para recoger su diploma, está más guapo y más alto de lo que recordaba, mi corazón palpita desbocado.
— Beth, estás bien? Te noto acalorada y sudorosa— pregunta mi madre con preocupación.
— Si mamá, solo es que hace mucho calor— respondo con una sonrisa, esperando a que no se de cuenta de mi pequeña mentira.
— Está bien— responde sin mirarme.
Una vez terminada la ceremonia, nos mandan a un salón donde se celebra una pequeña recepción, hay comida y bebida para asajar a los nuevos licenciados.
El tiempo pasa y Gael no me presta atención, primero con los profesores, después con algunos compañeros y ahora con su hermana y su padre.
Salgo al jardín a tomar algo de aire fresco, estoy molesta con él. Con todo lo que me he esforzado y el ni siquiera se ha percatado de mi presencia.
Camino un poco para después sentarme en un banco de piedra. Estoy cerca de la puerta de entrada pero no muy a la vista de los ojos curiosos.
Veo como Gael sale al exterior, no se percata de mi presencia. Se queda parado unos metros delante de mí, y mira hacia los lados. Creo que está buscando a alguien... Y si ese alguien soy yo! Me levanto y me quedo de piedra cuando veo a una pelirroja abrazarlo acaloradamente, respiro profundamente, no estoy en situación de montar un espectáculo, quizás solo se trate de una amiga.
Pero para tratarse de una simple amiga, el abrazo dura demasiado y no veo que él se aparte. Las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos, el se vuelve y me mira asombrado... cómo si yo le importará algo!
Levanto un poco el bajo de mi vestido y salgo corriendo hasta el carruaje, le pido al cochero que me lleve a casa y les diga a mis padres que estoy indispuesta.
Soy una idiota, por qué iba a querer casarse conmigo? Por qué iba a cumplir una promesa que nos hicimos de niños.
Soy tonta por amarlo, por querer a una persona que no me quiere y que poco le importo.
Llegó a casa y subo rápido a mi dormitorio, pongo el pestillo y me tiro en la cama a llorar, desconsolada y abatida me quedo dormida.
Me despiertan varios golpes en la puerta.
— Cariño, estás bien? Qué es lo que te ocurre, te has marchado sin avisar y nos tienes preocupados— dice mamá desde el otro lado de la puerta.
— Mamá estoy bien, me empezó a doler la barriga y no quise preocuparos...—
— Quieres qué llame al doctor?—
— No, ya estoy mucho mejor me he tomado un tónico y ahora me daré un baño.—
— Está bien, llámame si me necesitas cariño—
Escucho como sus pasos se alejan de la habitación. Me siento en la cama y me miró en el espejo...
Voy a gritar cuando Gael tapa mi boca, me ha dado el mayor susto de mi vida. Al ver su reflejo en el espejo detrás de mí.
— No grites, no quería asustarte. Además si me pillan aquí estaremos en problemas...—
— Dirás, que estarás en problemas!—
— Bueno, es una manera de decirlo. Te fui a buscar pero cuando te encontré saliste corriendo—
— Tenías las manos muy ocupadas, para estar buscándome—
— Ósea que es eso! Estas celosa... no es lo que piensas pero he decir que me resulta gracioso.—
— No seas tonto, me vas a negar que no le devolviste el abrazo a esa señorita efusivamente. Porque no soy ciega! — respondo enfadada.
— Esa a la que tu llamad señorita, es la ama de llaves de la residencia, se estaba despidiendo de mí. Y bueno señorita es porque no está casada, pero cuenta ya con más de cincuenta años—
Ahora sí que me siento estúpida, he malinterpretado todo y lo peor no es eso, es que montado una escena y estoy horrible después de llorar tanto.
No soy capaz de articular palabra, me vuelvo y me siento en la cama. Tapo mi rostro con mis manos y suspiro.
Gael se acerca y se sienta a mi lado.
— De verdad creías que había olvidado la promesa que te hice debajo del viejo roble—
Veo como se arrodilló y saca algo de su bolsillo.
— Señorita Elizabeth quiere casarse conmigo?—
Lo miro asombrada, con lágrimas en los ojos y le sonrió.
— Si, claro que quiero casarme contigo—
Me pone el anillo y me abraza. Nos separamos un momento y nuestras miradas se clavan en los ojos del otro. Nuestros labios se acercan y se funden en un beso, pero un beso diferente al primero este es apasionado, ansioso y lleno de sensaciones diferentes.
Mi piel arde por su contacto, me recuesta en la cama y el lo hace sobre mi. Sus manos acarician la piel desnuda de mis muslos.
Desabrocho su camisa con torpeza, necesito sentir el calor de su piel. Acarició su pecho con una necesidad imperiosa, mi cuerpo pide más de algo que desconozco, solo se que lo quiero a él.
De un momento a otro el se detiene y se separa de mí. Comienza a abrocharse su camisa rápidamente.
— Qué es lo que pasa? He hecho algo malo?— pregunto confundida, pensaba que a él le estaba gustando igual que a mí.
— No es eso, veo que tu madre todavía no te ha explicado que no puedes quedarte con un hombre a solas.— dice enfadado y sale por la ventana.
Me quedo confundida y un poco molesta, a que se refería con eso de que mi madre no me ha explicado que no puedo estar con un hombre a solas...
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Lady Adefesio
RomantizmAnwen queda huérfana de madre, después de unos meses su padre decide casarse de nuevo para darle una madre a su adorada pequeña. Pero no será una madre lo que encuentre precisamente la pequeña Anwen sino más bien un verdugo, ella se encargará de ens...