La visita a la casa del doctor me ha dejado confundida y con sentimientos encontrados.
Él no ha manifestado su interés en mi persona, ni siquiera se ha interesado en mi más allá de lo estrictamente profesional.
Entonces por qué me siento así? Por qué necesito verlo otra vez? Que me sonría o me dedique un saludo al menos.
Pero en qué tonterías estoy pensando! Por qué un hombre soltero de buena posición social se iba a interesar en mi. Una mujer desahuciada, rechazada por su familia y con un hijo...
Mi vida a partir de ahora es la que es! trabajar para sacar a Gael adelante, proveerle un futuro y por qué no soñar despierta, quizás se convierta en un abogado o un médico.
Sea lo que sea lo amare incondicionalmente. Él es mi única razón de vivir.
Los días siguientes los pasamos muy liados con los huéspedes, demasiadas bocas que alimentar y habitaciones que limpiar. Pero no me quejo, se que aunque el trabajo sea duro necesitamos guardar todo lo que podamos para pasar el invierno.
Mi bebé cada día está más grande y más gordito, yo en cambio sigo igual, quizás he perdido algunos kilos pero ya poco importa. Al menos ya no estoy obligada a llevar esas fajas y eso estúpidos corsés que sin aliento me dejaban.
Mi ropa no es la de una dama, la poca que tengo es de aldeana. Tengo un vestido bonito pero no he tenido ocasión de usarlo. Ya que lo guardaba para la iglesia, pero he escuchado que no voy a ser bien recibida en ella.
A ojos de todos soy una pecadora, tengo un hijo fuera del matrimonio. Así que poco puedo hacer más.
Me hubiese encantado poder bautizar a mi hijo pero creo que esto no va a ser posible. Ingrid ha concertado una visita con el párroco, ella está convencida de que si escucha mi historia bautizará a mi pequeño.
He preparado la mejor mesa de toda la taberna, le he puesto un mantel a la mesa y también he llenado una jarra de vino. Arthur dice que el padre disfruta de los placeres del vino y la carne. Dicho así suena un poco feo.
Quiero decir que le gusta comer buenos filetes de carne. Le he dicho a Ingrid que no lo haga. La carne es cara y no estamos para regalar. Pero poco importa lo que yo diga. Aquí la que manda es ella y no hay discusión.
El padre entra en la taberna, es un señor mayor, entrado en carnes... se ve que se cuida bien. Lo saludo educadamente pero no está conforme con ese saludo. En cambio me ofrece su mano para que bese su anillo.
Es gracioso como un simple cura de pueblo, se siente como si de un obispo o cardenal se tratara. No tengo nada que perder por seguirle la corriente.
Después de hablar un rato con él. Bueno más bien de responder a todas sus preguntas. Me pregunta por la comida, voy a la cocina y le sirvo la carne asada con patatas. De postre le ofrezco un licor casero y un trozo de bizcocho de limón.
Una vez termina la comida se levanta de la mesa, lo acompaño hasta la puerta un tanto abatida. Después de todo este esfuerzo no ha dicho nada sobre el bautizo...
Antes de marcharse se da la vuelta y me dice que mañana en la misa del alba bautizará a mi pequeño. Pero después de la omilia cuando ya nadie esté presente. No es lo mejor de todo pero al menos estoy feliz con esto.
También me dice que debo llevar un padrino y una madrina.
Paso corriendo y feliz hasta la cocina, beso a Gael en la frente y corro hasta Ingrid. Qué me regaña por el escándalo. Gracias a Dios Gael sigue dormido en su cesta de mimbre. Cuando lo tenemos aquí este es su sitio.
No podemos permitirnos tener más cunitas. Aquí está cómodo y calentito.
- Ingrid, lo va a bautizar... sera mañana después de la misa del alba. Arthur y tú seréis los padrinos...-
- Cariño, estaré encantada de ser la madrina pero...-
- Pero... qué?-
- Arthur no puede cerrar, sabes que si lo hacemos perderemos mucho dinero y no nos lo podemos permitir... se que se sentirá honrado pero el es feliz ya solo con vuestra presencia en nuestras vidas.-
- Iré a hablar con el cura, quizás me permita bautizar a Gael solo con una madrina.-
- No, lo creo. Debes buscar a alguien serio y de buena reputación.-
Pero quién? Si aquí no conozco a nadie, bueno a el doctor y... supongo que a nadie más. Si le pido que sea el padrino de mi hijo. Aceptará?
Apenas nos conocemos y solo de manera profesional, tengo una idea...
Iré a hablar con su abuela, ella me dirá mejor las cosas.Si ella me dice que no estaría dispuesto a ser el padrino. No haré el ridículo pidiéndoselo.
Termino mis tareas, le explicó mi idea a Ingrid, y ella parece muy contenta. Me pone en una cesta: un trozo de bizcocho, una botella de vino dulce y un par de manzanas.
- Ahora si, ves a ver a esa señora, no te preocupes por Gael, ya que lo acabas de alimentar y pasará las dos próximas horas durmiendo plácidamente.-
Camino por las calles vacías hasta la casa del médico, no es una tarde demasiado fría. Pero toda la gente anda ya metida en sus casas. Y no les culpo. Dónde mejor que en el calor de su chimenea y con la gente que aman.
Tocó la puerta de la casa, espero tranquila ya que recuerdo que es una señora mayor y camina despacio. Pasado un poco tiempo la puerta se abre.
- Hola niña, mi nieto no se encuentra en casa, ha salido de visita. Si quieres le puedo decir que has venido y cuál es tu urgencia.-
- No se preocupe señora, no he venido a verlo a él... bueno si... pero antes quería hablar con usted. Si me lo permite claro.-
- Claro que si. No se ve a gente tan educada por aquí. Por lo que veo no eres de por aquí. y también estoy segura de que eres una dama de la sociedad.-
- Bueno, señora supongo que un día si que lo fui. Pero de eso ya hace tiempo. Poco importa ahora...-
Saco las cosas de la cesta y las pongo sobre la mesa, la señora se levanta y trae dos vasos. Abre la botella y nos sirve.
- Bueno, ahora me vas a contar a lo que has venido? Porque no creo que te apetezca pasar la tarde merendando con una vieja como yo-
- No diga eso señora, es un placer para mí compartir mi tiempo con usted, es realmente una señora muy educada y agradable.-
Eso le saca una sonrisa a la señora, me cuenta que ella fue hija de un barón. Tuvo una infancia muy bonita y cómoda. La casaron con un buen hombre pero nunca hubo amor, aunque si llegaron a ser muy buenos amigos y compañeros. Juntos tuvieron dos hijos. Los cuales ya no están en este mundo. Jonathan es el hijo de su primogénito. Su esposa y el fallecieron en un trágico accidente de caza.
Desde entonces ella se hizo cargo de él, lo cuido como una madre y le financió los estudios. Cuando Jonathan terminó la carrera decidió empezar desde abajo y dónde mejor que en un pueblo. Así que ella decidió acompañarlo y dejó su vida en Londres por estar con su amado nieto.
Es una historia muy bonita pero un poco trágica, después de un rato le explico a lo que he venido y qué es lo que piensa ella sobre esto.
Me sonríe y me dice que en cuanto termine la misa del alba, Jonathan Middleton estará allí. Eso lo promete Amelie Middleton por su honor.
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Lady Adefesio
RomansAnwen queda huérfana de madre, después de unos meses su padre decide casarse de nuevo para darle una madre a su adorada pequeña. Pero no será una madre lo que encuentre precisamente la pequeña Anwen sino más bien un verdugo, ella se encargará de ens...