Capitulo 16. Una noche llena de dudas

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Me tumbo en la cama y levantó mi camisón hasta la cintura. Apretó lo ojos muy fuerte y espero nerviosa a mi esposo.

Escucho pasos estos se acercan hasta la cama, noto como me cubren con la sábana y los pasos se alejan de esta.

Abro los ojos confundida, veo como Andrew se sienta en el sillón del dormitorio y se descalza. Su semblante es serio, creo que está enfadado. Aunque no entiendo por qué.

— Estás enfadado? He hecho algo malo?— pregunto al fin avergonzada.

— No, no es eso, solo es que estoy un poco celoso...—

— Por qué dices eso, no he hecho nada malo y tampoco me he acercado a ningún hombre...—.

— No has hecho nada malo, soy yo que me siento estúpido por no ser el primero que te toca... —.

Esas palabras me generan más dudas que aclaraciones, no entiendo nada. Lo que debería ser una noche bonita aunque dolorosa se está convirtiendo en un enigma.

— Tu tío y yo nunca consumamos el matrimonio, el siempre me trató como una hija, nunca he estado con un hombre. Pensé que lo sabías, solo hice lo que me dijeron la primera vez que debía hacer, pero supongo que hasta eso lo he hecho mal...—respondo suspirando y metiendo la cabeza entre mis rodillas.

Veo como está sorprendido y confundido, se quita la chaqueta y la camisa quedándose solo con el pantalón. Se acerca a mí y se sienta a mi lado, para después acariciar mi cabello con suavidad.

— No te aflijas, cuando me enamoré de ti ya sabía que estabas casada y que por lo tanto no podrías entregarme tu virtud, cuando he llegado al dormitorio y te visto así. He pensado que así deberías esperar todas las noches a mi tío y eso me ha encendido la sangre. Perdoname Anwen de verdad que lo siento...—

No digo nada, me mantengo en silencio, que voy a decir! que dudo que él sea puro y aún así yo no me enfado. Tampoco creo que ganará nada con ello, en esta sociedad en la que vivimos la mujer solo está para obedecer a su esposo. Entre eso y que casi todo es pecado, mejor mantener la boca cerrada.

— Anwen, no quiero que me esperes nunca más así, no quiero que ese acto se de, de esa manera. Quiero que sea algo bonito y placentero para los dos, quiero disfrutar de tu cuerpo y que tú hagas lo mismo con el mío—.

Saco la cabeza de entre mis piernas y lo miro con curiosidad, entonces entregarme a mi esposo no es como ellas me lo habían descrito, bueno lo poco que me contaron claro. Creo que es más bien algo parecido a cuando nos besamos y nos abrazamos.

— En qué piensas Anwen?— pregunta Andrew curioso.

— Pensaba en lo poco que se sobre, sobre... lo que pasa entre los esposos en la intimidad del dormitorio— respondo ruborizada.

— Tienes miedo? —.

— Un poco —.

— Por qué? —.

— Por qué duele y no me gusta el dolor —.

— Crees qué yo sería capaz de hacerte daño? —.

— No, pero ellas dijeron...—

— Qué dijeron? —

Lady AdefesioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora