Lady Adefesio

Capitulo 10. Mi primer beso

Después de nuestra última conversación cada uno nos marchamos a dormir, cada uno en una habitación claro está.

Me despierto temprano me aseo como todos los días y me pongo un vestido negro, de verdad que estoy empezando a aborrecer este color, bajo a desayunar y me encuentro a Andrew allí sentado.

Saludo educadamente y tomo lugar en la mesa, pasamos el desayuno en silencio un silencio bastante incómodo la verdad.

Después de desayunar decimos dar un paseo por el pueblo ya que es feriado y hay un mercado muy completo y variado. Al menos es lo que dice Ana, he pensado en comprarle chocolate la pobre nunca ha tenido ni el dinero ni la ocasión de probarlo, así que la quiero sorprender.

Andrew apenas me ha dirigido la palabra desde anoche, entiendo que este molesto pero no creo que sea necesario montar tanto drama por retrasar mi regreso unos meses.

Al llegar al pueblo Andrew me ayuda a bajar del carruaje y me ofrece su brazo para pasear, no sé si es correcto que le tome del brazo pero por otra parte no creo que nadie lo tome a mal, debido al parentesco que un día nos unió.

El día está nublado como la mayoría de los días aquí, pero la temperatura es agradable, las risas y las conversaciones de las gentes de este lugar suben el ánimo.

Hay muchos puestos de todo tipo, desde carnes y verduras hasta telas y dulces.

Me acerco a un puesto y compro un poco de chocolate, me distraigo un momento con tantos dulces un recuerdo llega a mi mente.

Flash Back

Me despierto temprano como cada día desde que murió mamá.
Bajo a desayunar con mi padre y mi nueva madre.

En los pocos días que lleva en casa he descubierto que es una mamá muy diferente, está no me arropa por las noches y tampoco me canta dulces canciones. Bueno más bien no me canta nada.

Estoy dispuesta a agradarla se que papá se pondrá contento si ve que agrado a mi nueva mamá.

Bajo al comedor y ellos ya están sentados allí. Doy los buenos días y tomo mi lugar, sin mirarlos comienzo a comer.

— Querida no deberías comer así, además de estar gorda pareces un cerdo. ¿Verdad querido?—

Mi padre asiente con la cabeza, me observo un poco y veo que quizás estoy un poco gordita. Mi mamá siempre decía que no necesitaba tener una cintura de avispa para ser amada.

Continuó comiendo pero está vez más despacio. Termino mi desayuno y tomo un trozo de chocolate, con el calor de la chimenea este ha comenzado a deshacerse.

— Veo que eres sorda además de gorda.—dice quitándome el chocolate de la mano y restregándomelo por la cara.

Siento unas ganas horribles de llorar, no entiendo porque ha hecho eso, si yo me estaba portando bien.

— A partir de hoy no volverás a tomar dulces, bastante desagradable es ya tu presencia para que encima de pongas como una vaca.— dice de nuevo en tono de regaño.

— Si, madre.—

Me marcho de la sala y subo corriendo hacia mi dormitorio.

Fin del Flash Back

Ese recuerdo hace que me mire de nuevo, no queda nada de esa niña de nueve años. Ya no tengo ningún rollito en mi cuerpo, supongo que se deberá a no haber comido bien en toda mi infancia.

Miro el chocolate que he comprado y pienso en como se sentiría al tomar un bocado.

Miro como Andrew está parado en otro puesto, guardo el chocolate para otro momento y me acerco a su lado.