Harry ha muerto, de sífilis...solo y en la calle, se rumorea que su mujer lo ha abandonado. y su padre cansado de su inmadurez, y su mala vida lo dejó a su suerte. Ese señor debe de ser muy mayor, hace años que no lo veo, pero sé que ha estado visitando a Gael.Ya no hay ninguna amenaza, Gael es mayor y Harry no podrá hacerle daño a nadie.
Es hora de enfrentar el pasado, y no voy a negar que me muero de miedo. Cómo voy a explicarles que durante ocho años. No he estado muerta si no oculta en las sombras. Protegiéndoles con mi ausencia, nadie puede imaginar lo que yo he sufrido. Renunciar a mi hijo ha sido sin duda lo más duro de todo el camino.
Llego hasta la casa de Anwen, cogida de la mano de Jonathan.siento mucho que él también haya tenido que mentir, no necesito llamar a la puerta ya que veo a Anwen cortando unas rosas del jardín.
— Anwen, yo...—
Un grito ensordecedor llena el jardín, Anwen está a punto de caer al suelo redonda, debí haber pensado mejor en esto. Gracias a que Jhonatan la coge a tiempo.
— Tu... tu, tú estás muerta!—
— No, ya ves que no—
— Yo vi como te enterraban, yo...—
— Lo siento déjame explicártelo todo, por favor no me juzgues solo escúchame y ponte en mi lugar. —
— Está bien, pasemos dentro al menos si estoy soñando disfrutaré un rato de tu compañía.—
Pasamos al saloncito, está todo igual que lo recordaba no ha cambiado nada.
El ama de llaves nos sirve el té, ahora que recuerdo esta es la señora que ya vivía aquí antes. Por lo tanto debe de ser muy pero que muy mayor.
Comenzó a relatarle el por qué tomé la decisión de hacerme pasar por muerta, el dolor tan inmenso que sentí y que siento en mi corazón por haber tenido que dejar a Gael. Y más porque el creyera que yo estaba muerta.
Nadie podía saber que yo estaba viva, si alguien se hubiera enterado todos mis planes habrían caído en saco roto.
También le explico que sabía que ella cuidaría también como yo de Gael, no podía confiarle a nadie la vida de mi hijo, solamente ella era la persona indicada.
Después de más de dos horas de charla, de contarle todo lo que he hecho durante estos años y ella a mí. Miro hacia la puerta y veo a mi hijo mirándome fijamente.
Estático, asombrado y hasta enfadado creo. Me levanto del sillón rápidamente y camino hacia él.
Él pone una mano por delante, indicando que me detenga. Las lágrimas comienzan a derramarse por mi rostro. Doy un paso más y Gael sale corriendo de la casa.
Jhonatan se acerca a mí, me abraza fuertemente y me pide que sea paciente, Gael es un hombre fuerte, pero necesita asimilar la situación y aclarar su mente. Es probable que no solo este enfadado conmigo, sino también con su padre y con su hermana.
Si esto es así no me lo perdonaría jamás! Puedo procesar que no me perdone, hasta que me odie! Pero a ellos no, ellos solo han tenido que cargar con el peso de mis decisiones.
Me marcho triste para que negar la evidencia, le dejo una nota a Anwen con la dirección de la casa donde nos hospedamos. Esta casa se la dejó en herencia la abuela a Jonathan. La usamos cuando venimos a Londres, el resto del año vivimos en un pequeño pueblo al norte de Inglaterra.
****
Ha pasado una semana desde que mi hijo supo de mi existencia, una semana en la que apenas he comido o he dormido. Pero que pensaba que pasaría? Qué me vería y se abrazaría a mí? Qué olvidaría los años de engaño y abandono? Cuan ilusa soy.
Ahora tengo un golpe de realidad, solo espero que reciba hoy a Jhonatan y al menos no pierda su relación con él.
Mientras espero las noticias de Jhonatan, un mensajero llega a mi casa, cojo el sobre lacrado amablemente y veo que está dirigido hacia mi.
Supongo que debe de ser de Anwen, nadie más sabe que estoy viva y aquí.
Rompo el sello y saco el papel de su interior, lo desdobló y comienzo a leer:
Mi querida pastelito...
No puedo seguir con esto, doblo la carta y la meto de nuevo en el sobre, me dirijo hasta la chimenea.
Las lágrimas nublan mis ojos, porqué ahora? Por que después de veinte años, me escribes una maldita carta!
Mis rodillas se doblan y el llanto se apodera de mí. Después de un rato limpio las lágrimas de mis mejillas enrojecidas. Saco de nuevo la carta y continuo leyendo:
Te preguntarás cómo he descubierto que estás viva y tú paradero...
Hace unos días tu madre vio a una señora muy parecida a ti. Ella no le tomo importancia pero mi corazón dió un vuelvo y contraté a un detective...
No es necesario seguir con eso, aunque no lo creas por años llore tu ausencia y en tu muerte mi vida dejo de tener sentido.
Nunca he sido un hombre valiente, siempre huidizo de los problemas. Y el fin de al cabo, conformista.
No supe plantar cara a tu madre, nunca quise que te marchases y menos dejarte a tu suerte.
Pero eso por desgracia no lo supe hasta hace poco, todo el dinero y enseres que te mandé. Tu madre se encargó de interceptarlos. El dinero se lo quedó y lo demás lo vendió.
Ya soy demasiado mayor para remediar muchas cosas, pero otras no las voy a soportar. Por una vez voy a dar un paso hacía delante,me voy a separar...
Esta vez ella será la que abandone Londres y se mudé a una casa en el campo, no la dejare sin nada, aunque nunca nos tuvimos amor, si pensé que había un respeto. Así que por mi parte le mandaré una asignación, pero no la volveré a ver jamás.
Tus hermanos se han criado a su imagen y semejanza, he sido un mal padre, un padre de pega...
Con estas letras, no pretendo que me perdones. Sé que el sufrimiento que te he causado ha sido demasiado grande. Pero sí me gustaría que pudieramos vernos una última vez.
Si decides aceptar te esperaré mañana a las cinco en nuestro lugar especial.
Atte. Tu padre.
Doy un suspiro y de nuevo me quedo de rodillas en el suelo. Sin darme cuenta he vuelto a llorar. Nunca deje de quererlo a él no! Nunca entendí su indiferencia pero siempre cada de noche de vida él, el estuvo en mis plegarias.
— Mariam, te tengo una sorpresa!—dice Jonathan desde la puerta.
Me levanto del suelo, limpio las lágrimas con el dorso de mi mano y sonrío.
— Nada, cosas de una vieja llorona... Será que me estoy haciendo vieja— respondo y miro hacia él. En ese justo instante mi sonrisa desaparece de mi rostro y y este pasa a convertirse en asombro.
En la puerta junto a Jhonatan se encuentra Gael a su lado. No sé si me habrá perdonado, pero al menos ha venido hasta aquí.
La vida me está dando una nueva oportunidad con mi hijo y con mi padre será que la providencia esta vez me será favorable...
Bueno creo que la historia de Marian ha llegado a su fin... No os voy a dejar con las dudas. He estado pensando en escribir unos capítulos sobre la vida de Gael y por supuesto de Beth, en ellos se descubrirá si Mariam perdona a su padre y recupera la relación con su hijo.
Gracias, Gracias, Gracias....
Por no abandonar la lectura y seguir con esta aventura.😘
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Lady Adefesio
RomansAnwen queda huérfana de madre, después de unos meses su padre decide casarse de nuevo para darle una madre a su adorada pequeña. Pero no será una madre lo que encuentre precisamente la pequeña Anwen sino más bien un verdugo, ella se encargará de ens...