Seungmin volvió a caer, maldijo una y otra vez mientras intentaba ponerse de pie. Estaba enojado, notoriamente irritado y quería irse a casa, pero sabía que en el fondo quería lograr ese giro.Ese maldito giro.
Llevaba quizás hora y media entrenando, a escondidas, por supuesto.
El lugar estaba vacío, lo cual agradecía, ya que no podría soportar que más gente lo viera fracasar, eso sería un duro golpe a su orgullo.—¿No hablamos ya de esto?. —Dice Changbin apareciendo de la nada misma. Llevaba un rato viendo los torpes movimientos de su alumno. Seungmin nunca obedecía a lo que se le pedía, era demasiado terco y Bin muchas veces se había contenido de darle una buena paliza, metafóricamente hablando.
—¿Cuánto llevas ahí?.—pregunta el menor, llevándose una mano al pecho del susto que le ha dado.
Sabía lo que se venía, Bin nunca perdía oportunidad de regañarlo y sinceramente Seungmin odiaba escucharlo hablar con ese tono de voz hacia él, no lo soportaba.—Mucho. —Camina sobre la pista, deslizándose sobre el frío hielo hasta alcanzarlo.—Tu tobillo está hinchado.
El menor lo sabía, pero poco le importaba, sólo quería hacer su rutina normal, quería lograr su objetivo y poder volver al entrenamiento.
—Pasará.
—Si sigues así solo empeorará.
Fingió no oírlo, se deslizó una vez más por el hielo, moviendo su cuerpo de un lado al otro acompañándolo de sus manos en una forma tan majestuosa y delicada que podría atrapar a cualquiera. Pero volvió a caer, por supuesto que si.
Bufó.
—Te lo dije. —Bin negó con su cabeza, cansado de esa tonta actitud suya.—Solo empeorarás las cosas, necesitas un descanso y...
—Lo que necesito es entrenar.
—Toma tus cosas y vete a casa. —Ordena en un tono tranquilo pero Seungmin vuelve a hacer oídos sordos, volviendo a patinar sobre el hielo. Sabia que no podía insistir mucho, porque él nunca hacía caso, era como un niño caprichoso, el cual llora hasta conseguir lo que quiere.
—No me mires así Bin, ya voy de salida. —mentía, pero sabía que aquello era más que suficiente para calmar los nervios y la insistencia de Changbin, su entrenador.
Los dos quedaron en silencio, mientras las cuchillas del patin cortaban el hielo hasta que una tercera persona se hizo presente.
Llevaba treinta minutos en el estacionamiento, esperando a su hermano, también compañero de carreras y mecánico. Sabía que Changbin era fanático del deporte, eso no era una novedad para nadie, Bin era profesor de muchas cosas, pero Chris no entendía su pasión por ser profesor de unos niños sobre patines.
Sabía que el patinaje sobre hielo también era una de las tantas pasiones de su hermano, pero no entendía por qué tanta admiración por enseñarlo sobre todo porque nunca había visto a Bin patinar sobre hielo.Changbin se encargaba de repetir que él era mejor enseñando que practicándolo.
Una tontería. Pensó.
—¡Hey!. —Chris levantó su mano para llamar la atención del chico a lo lejos. Caminó entre las gradas del lugar para finalmente llegar a la pista de patinaje. Bin estaba cruzado de brazos, con el ceño ligeramente fruncido mientras un niño daba vueltas en el hielo como si su vida dependiera de ello.
—Te dije que esperaras.—su tono era frío, como si no quisiera que estuviera ahí.
—Si bueno, llevo esperando más de media hora.—Vió de reojo al alumno de su hermano. —La paciencia no es lo mío pero no puedes quejarte, ¿estás listo o...?
Pequeños pedazos de hielo golpearon su rostro cuando el pequeño chico se acercó, por supuesto que aquello había sido intencional, todo lo que Seungmin hacia tenía un propósito.
—¡¿Qué mier...?!.
—Estas ensuciando mi hielo con tus sucios calzados. —Chris levantó una de sus cejas, su rostro se le hacia familiar pero no sabía muy bien de dónde.
—¿Disculpa?.
—¿Es que no has oído?, tus sucios...
Dejó de escuchar, porque Chris odiaba cuando la gente se dirigía a él de esa forma, puso sus ojos en blanco, irritando a Seungmin al instante pero le restó importancia.
No iba a pelear con un niño mal educado.—Te espero afuera Changbin.—Chris caminó hacia la salida mientras Bin evitaba soltar una risa. Nunca había imaginado una situación así, llevaba años entrenando a Seungmin y jamás había tenido el lujo de presengar a su hermano Christopher.
Dos personas con el mismo carácter...
Increíble.
—¿Dijiste algo?.—Pregunta Seungmin en voz alta.
—No diste una buena primera impresión.
—Me importa una mierda, el chico se metió como si de su casa se tratase.—Se cruza de brazos, soltando un resoplido.—¿Has visto acaso como iba vestido?, malditos vagabundos, parecía salido de un...
—¿Taller de mecánico?.
—¡Eso mismo!.—Seungmin negó con su cabeza, haciendo un extraño sonido con su lengua. —Ellos nunca entenderían este deporte.
—No puedo contradecirte en eso, mi pequeño Minnie.
—Si bueno, no necesitamos gente bruta por aquí, evita traer a tus amigos drogadictos por aquí.
—No eres gracioso. —Bin le da un ligero apretón en su hombro y seguido ladea con su cabeza. Seungmin tenía el humor demasiado roto.
—Lo siento lo siento.
—Ahora ve por tus cosas y lárgate de aquí.
—Si.
—¿Sí qué?.
—Si señor.
No tengo separador así que disfruten de Christopher Bang hasta que haga uno lindo.
O mandenme alguno, no sé, ayuden en algo mierdas.
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TURN ME ON / SEUNGCHAN
FanficSeungmin es un patinador artístico , famoso, majestuoso, delicado como la nieve, pero tan frío como el hielo, tan capaz de cortar con una sola palabra. Christopher es un corredor de autos de carrera luchando por su sueño de ser el mejor. Ambos pasan...