TURN ME ON / SEUNGCHAN

4«Miedo»

Chris solía vestir de negro, eso no era ninguna novedad, mientras que Seungmin amaba usar colores claros nada llamativos, como rosa, azul o verde pastel.
Chris hizo sonar su cuello, de tal forma que el menor se giró a verlo un tanto sorprendido pero no se quedó viéndolo más de dos segundos, fue tan rápido que Chris ni siquiera lo notó.

Luego de un par de ejercicios de ambas partes, Chris se pone de pie, con el rostro sudoroso a medio esconder gracias a su cubrebocas. se quitó su abrigo deportivo, dejando a la vista la negra musculosa mientras las gotas de sudor caían por sus brazos bien formados.
Seungmin lo observó, nunca le prestaba mucha atención a los hombres que entrenaban, pero Chris tenía algo que llamaba su atención. No estaba seguro de si se trataba de su entrecejo fruncido la mayor parte del tiempo, de su cabello despeinado con rulos o de aquellas manos que lo llevaban a su imaginación.

Ladeó la cabeza, sintiéndose estúpido por fijarse en alguien tan bruto y poco delicado como aquel sujeto. Él no necesitaba ese tipo de interés, su vida era el deporte, el patinaje, ganar. Pero inconscientemente su vista siempre terminaba en Chris, quien había bajado un poco su cubrebocas para tomar agua, y lo notó.

Lo conozco. Pensó Seungmin.

Es el maldito vagabundo de calzados sucios.

Puso sus ojos en blanco y volvió su atención a sus ejercicios de tobillo, pensó que quizás por eso el chico había llamado su atención, ya lo había visto antes, solo que no sabía dónde.
Si era amigo de Changbin entonces debía ser alguien que se preocupaba por su cuerpo, su alimentación y todo eso, seguramente Bin lo obligaba a entrenar juntos, era algo que no le sorprendería.

Sin embargo, Chris hacia sus ejercicios de una forma bruta, desinteresado, como si quisiera terminar lo antes posible para salir corriendo de ese lugar, y no lo culpaba, Seungmin hacia exactamente lo mismo.
Por alguna razón el menor deseo que sus ojos lo reconocieran, se puso de espaldas y estiró su pierna derecha hacia atrás, levantandola mientras inclinaba su cuerpo hacia adelante, entonces con una de sus manos sostuvo su tobillo a tal punto de casi tocar su propio hombro con la punta de su pie.

Era un chico muy flexible, y claro, después de años de entrenamiento aquello era completamente normal.
Pero no para Chris, le dolía verlo, quizás porque él no era tan flexible.
Inclinó un poco su cabeza mientras cruzaba sus brazos por encima de su pecho y se sorprendió a sí mismo mirando al pequeño chico más de la cuenta.

¿De dónde lo conozco?. Pensó éste también.

Seungmin baja con rapidez su pierna para ahora estirar la que le sigue, solo que su tobillo le juega un mal movimiento-una vez más - y termina tambaleándose a regañadientes. Estuvo a punto de caer al piso, había jurado que si volvía a caer el día de hoy, dejaría la maldita rehabilitación y desistiría, dejando que su tobillo se hinchara a tal punto de que tuvieran que cortarle el maldito pie, pero no quería seguir fracasando, él estaba cansado de caer por culpa de esa tonta torcedura.

—Te tengo. —Chris lo alcanzó casi al instante, sujetando a Seungmin por la cintura, pegando su cuerpo al suyo y sintiendo como la ropa se le pegaba a la piel. Asqueroso, si, pero a Chris no le molestaba y Seungmin estaba en shock como para reaccionar.

Sentía sus manos apretarlo con sutileza, el corazón le golpeaba fuertemente el pecho mientras la respiración del mayor le hacia cosquillas en el cuello.
Cuando vió que Seungmin podía sostenerse solo, lo soltó, alejándose con una sonrisa en los labios sin ningún tipo de dobles intenciones. Pero Seungmin se sentía extraño y odió que el maldito vagabundo le pusiera una mano encima.

—Deberías tener más cuidado con tu pie...-

—Y tu deberías meterte en tus cosas.—lo interrumpió el menor.

Seungmin lo vió sobre su hombro, de una forma tan fría que a Chris le dió risa, pero no se dejó intimidar.

—¿Es así como das las gracias?.

—Una persona como yo no necesita dar las gracias.

¿De dónde salió este tipo?.

Que mal educado...

Chris negó con su cabeza, divertido, no iba a dejar que un niño lo pusiera de malas, ni siquiera perdería tiempo en darle una lección. Volvió a beber de su agua, ignorando a Seungmin y dispuesto a seguir con lo suyo hasta que la botella se resbaló de sus manos y el agua terminó mojando parte del abrigo del menor.

—¡¿Qué demon... -!?. —Seungmin se quitó de mala gana su cubrebocas y lo miró enojado. —¡¿Sabes cuánto cuesta ese abrigo?!.

Chris lo ignoró, como aquella vez. Caminó alejándose de él con aires de superioridad y Seungmin no lo soportó, está vez no podía dejar que se fuera así, no podía permitir que lo dejara hablando solo otra vez.
Lo detuvo del hombro, jalando un poco su cuerpo hacia atrás y cuando Chris se giró a verlo, Seungmin arrojó lo que quedaba de su agua en el rostro del mayor.

Todo pareció ir en cámara lenta, vió las gotas de agua caer por el rostro del-ahora-enojado Christopher. Sus miradas coincidieron una vez más, Seungmin comprendió que quizás había cometido un error y ahora estaba frente a su posible asesino.
Retrocedió varios pasos viendo como el mayor se acercaba, le costó pasar saliva y Seungmin podía jurar que podía ver su propia muerte en los ojos oscuros de aquel chico.

Chris tomó con su mano el mentón del chico, lo apretó pero no tan fuerza, dejó que varias gotas de agua chocaran contra su rostro y exhaló de una forma tan violenta que el cabello que caía sobre la frente de Seungmin se agitó.

—Y-yo... -

—Careces de modales.

—T-tú tampoco pediste disculpas.—Se defendió el menor. Sintiendo las frías gotas deslizarse por su mejilla.

—Tú empezaste.—La voz de Chris era demasiado intimidante.—Debí dejar que cayeras.

El menor antreabrió sus labios.

—No voy a sujetarte si vuelve a pasar.—se aleja sin más, sacudiendo un poco su cabeza para que el agua termine de gotear de una vez. —Y lamento lo de tu estúpido abrigo.

Seungmin permaneció inmóvil durante unos largos segundos, intentando recuperar su respiración mientras veía como Chris volví a su rutina como si nada hubiera pasado.

—No volverá a pasar. —susurra Seungmin. —No volveré a tambalearme.

Era algo que repitió en silencio durante lo que restaba de hora, pero vamos...

... Aunque lo repitiera miles de veces...

... él sabía que volvería a caer...