TURN ME ON / SEUNGCHAN

80 VERDAD

Arreglo mi camisa, sostengo el pote de helado en mi mano y me armo de valor para tocar el timbre. Al principio no hay respuesta, hasta que su dulce voz me pide que aguarde unos segundos más.

Es mi momento.

Solo dale el helado, pídele perdón y lárgate de ahí.

No volveré a acercarme a él.

Jamás.

—Oh... —Parece sorprendido de verme. Después de una semana ninguno de los dos hemos hablado. —Hola Chris.

Hay una linda sonrisa en sus labios, no parece odiarme y siendo sincero, mi cuerpo no reacciona ante él.

—¿Quién es?. —Pregunta una voz femenina desde dentro. Frunzo mi ceño intentando comprender todo esto.

Seungmin abre la puerta para dejarme paso hacia el interior y es entonces que la veo.
Mamá está sentada en el sofá, hay palomitas en la pequeña mesa de cristal delante de ella y varias botellas de alcohol.

¿Qué demonios ocurre aquí?.

—Es Christopher. —Anuncia Seungmin.

—Hola hijo. —Incluso mi madre parece confundida al verme. —¿Qué te trae por aquí?.

—Le traje helado a Seung...—Me detengo. —¿Tú que haces aquí?.

Ella curva sus labios en una sonrisa.

—Vine a ver Seungmin, ¿qué más haría aquí?.

¿Por qué mi madre viene a ver a Seungmin?.

Las pocas neuronas que me quedan comienzan a funcionar. Empiezo a pensar una y mil razones por las que mi madre visitaría a Seungmin.
Ella normalmente trata a mis amigos como si se tratarán de sus hijos.

¿Entonces Seungmin...?.

Seungmin y yo realmente fuimos amigos.

—¿Por qué estás aquí?. —Vuelvo a preguntar.

—¿Estas sordo?, vine a ver a Seungmin, me gusta pasar tiempo con él. —suelta un suspiro antes de ponerse de pie y caminar hacia mi. —Gracias por el helado, ¿vas a quedarte también?.

Mi madre le envía una rápida a mirada Seungmin, el chico no parece agradarle la idea de que me quede, así que dejo el helado en las manos de mi madre y retrocedo unos cuantos pasos.

—No, tengo cosas que hacer. —Miro a Seungmin. —Venía a disculparme por lo de... ya sabes.

—¿Qué le hiciste ahora?. —Pregunta mi madre, llevándose un puñado de palomitas a la boca. —¿Qué pasó, Seungmin?.

—Oh nada, él sólo... él y yo... él... ¡nada pasó!.

Una sonora risa de escapa de los labios de mi madre. A mi no me ha hecho gracia a pesar de que Minnie se ha reído.
La relación que tienen estos dos es confusa, ambos comparten cierta complicidad y Seungmin se ve notoriamente nervioso.

Mamá está aquí por él.

Ni siquiera visita a Hyunjin, quien es su niño favorito.

Una razón...

... Una razón por la que mi madre esté aquí.

¿Por qué visitaría a uno de mis amigos?.

¿Por qué se quedaría a pasar la noche y sobre todo compartir este tipo de momentos?.

De repente las cosas parecen tener sentido, mi corazón se acelera al instante y tengo que retener mi respiración unos segundos.